24.

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—Eso fue estupendo chicos. —felicitó Valeria mientras junto a Pau y a las Villa aplaudían.

—¿Algo que creen que deberíamos agregar? —cuestionó Calle dejando a un lado el micrófono.

—¿Una coreografía para cada canción? —propuso Laura despreocupadamente.

—No es mala idea.. Esta gira podría ser más movida... Rítmica. —razonó Lucia con una sonrisa.

—Claro, mañana coordinare...

Las palabras de Pau quedaron en el aire cuando se empezaron a escuchar golpes de manera insistente y casi frenética a los lejos. Todos se miraron confundidos.

—¿Invitaron a alguien? —preguntó Poché dejando la guitarra en el soporte. Todos negaron con la cabeza.

—Vamos a ver.

Todos salieron de la habitación y caminaron hacía la puerta, la cual seguía sonando, gracias a los golpes, cada vez más fuerte. Pau sujeto la perilla de metal con su mano izquierda mientras que la derecha iba de forma disimulada al costado izquierdo por dentro de su chaqueta rodeando el mango de su arma sintiendo el frío de este. Cuando abrió la puerta su expresión de seriedad paso a ser una de sorpresa, miedo y preocupación al ver a sus tres amigos, casi hermanos, parados frente a ella con la respiración acelerada y sus cuerpos llenos de golpes, arañazos, sangre, tierra y hojas secas.

—¡¿Que diablos les paso?! —grito alterada dejándolos pasar a la casa. Todos los presentes los miraron asombrados y asustados, excepto Calle y Poché quienes, a pesar de también demostrar sorpresa y miedo, mostraban curiosidad y confusión en sus miradas.

—Dos palabras "Coche bomba". —contesto Cris sintiendo un escalofrío al recordar todo lo que había pasado en cuestión de unas pocas horas.

—Laura, trae los botiquines, Lucí, toma el auto de las chicas y ve a la casa por ropa, Valeria, ve con Lucí, que te deje en la clínica interna y agenda una cita para estos tres.

Sin rechistar las tres nombradas siguieron las ordenes de Paula; Valeria y Lucía abandonaron la casa mientras que Laura se dirigía a la cocina.

—Chicos, siéntense, se ven realmente mal. —comentó Johann queriendo romper la tensión que se formo en el ambiente. Paula solo observaba a aquellos tres con enojo y frialdad, aunque por dentro se moría de preocupación.

—Lamentamos interrumpir pero —intervención Daniela llamando la atencion de todos incluida la de Laura que regresó con tres botiquines — ¿quienes son ellos y que esta pasando aquí?

Pau suspiro pesadamente negando con la cabeza. Esto se estaba saliendo de control.

—Chicas, ellos son sus futuros guardaespaldas  para la gira —comentó ganándose una mirada de sopresa de parte de ambas chicas — y también los chicos que me ayudan a investigar todo lo relacionado a ustedes y al accidente que provocó todo esto —Calle y Poché solamente miraban atentas a los chicos —. Digan sus nombres.

—Me llamo Jess —comentó la castaña rápidamente sujetando aun el portátil que habían encontrado —. Ella es Victoria y el es Cristián, de cariño le decimos Cris. —los señalo a cada uno mientras los nombraba.

—¿Que les paso? —pregunto Poché siendo vencida por la curiosidad. Los tres miraron a Pau, pidiendo permiso para contarles, la cual negó discretamente con la cabeza.

—Es una larga historia, antes de contarla creo que deberían hablar con Pau. —contesto Cris con amabilidad.

Laura colocó las cosas necesarias sobre la mesita central de cristal y comenzó a desinfectar las heridas de cada uno de ellos, ganándose de vez en cuando ciertos quejidos de dolor. Mientras lo hacía el lugar permaneció en un silencio sepulcral totalmente incomodo para todos. Johann y Kim no sabían que decir. Calle y Poché estaban totalmente fuera de onda. Cris, Victoria y Jess esperaban a que Laura terminara con ellos y Paula solamente los miraba fijamente. Una vez Laura termino su tarea comenzo a recoger las cosas.

Entre Melodías Donde viven las historias. Descúbrelo ahora