13.

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—¿Segura de lo que me estás diciendo? —pregunto Paula mientras caminaba junto a Daniela al restaurante del hotel. Hacía ya dos días habían llegado a New York y Calle había estado ignorando y evadiendo a Poche por completo desde que aterrizaron.

El hecho de que Poche le dijera que había tenido una especie de sueño/recuerdo había desencadenado una serie de sentimientos encontrados en ella, sentimientos que había tratado de ignorar desde hace tiempo.

—Confió en ella, sé que me dice la verdad —suspiro con pesadez —. Puede que no recuerde nada, pero sus manías no han cambiado.

—¿Crees que en alguna parte de ella todavía este quién era?

—No creo, estoy segura de que dentro de ella está la chica que conocí. —aseguro la castaña.

—¿Qué te hace pensar eso?

—La canción “Imitadora” —confeso —, esa canción la escribió luego de lo que paso…cometí un error y me arrepiento de ello.

—No sabias que era mentira lo que…

—Y por eso me arrepiento —la interrumpió —, no sabía si era verdad o mentira y lo que hice fue segarme por la culpa y el dolor…tanto que no le pregunte a ella misma…solo escape como la cobarde que soy.

—Tranquila, si lo del “recuerdo” es real, estoy segura de que podremos traerla de regreso, solo tenemos que hacer que recuerde una experiencia fuerte —razono Paula — o alguna experiencia traumática —añadió no muy segura. —. Pero eso lo veremos luego, recuerda que hoy tenemos el último ensayo para mañana por la noche y mañana partimos a México.

—La siguiente parada es Ciudad de México —recordó —, estaremos ahí una semana ¿no? — Pau asintió —creo que se cómo hacer que recuerde algo más.

(…)

Confieso
Que nunca había perdido la noción del tiempo
Y es que no te dejo de pensar
Confieso
Que solo tú me haces sentir que estoy completo
Completo

Cantaba en voz baja mientras anotaba lo recién entonado en su libreta junto a los acordes de la guitarra. Se encontraba a solas en el estudio donde se llevaban a cabo los ensayos antes del concierto. Hacia una hora habían acabado las prácticas y Paula los había invitado a comer para recuperar energías, sin embargo, Poche había decidió quedarse para componer ciertos versos que tenían en mente.

Para bien o para mal
No soy como los demás
Yo por ti me atrevo a todo
No me quedo a la mitad
Y no sabes lo bien que se siente
No poder sacarte de mi mente

La puerta del lugar se abrió suavemente llamando la atención de Poche quien levanto la mirada de su libreta para ver quién era, encontrándose con la mirada de la castaña.

—Dani… —la nombro suavemente sin estar muy segura de que, hacia ahí, se supone que había salido con Pau, Kim y Johann — no es que me moleste, pero ¿Qué haces aquí? ¿No estabas con los demás?

—Sí, pero tú no fuiste, también sé que no has desayunado y hace tres horas que paso la hora del almuerzo —comento acercándose a ella mostrando una bolsa de hamburguesas que llevaba en sus manos —, no quiero que te desmayes por falta de alimentación mañana en el concierto y sé que a veces es feo y deprimente comer solo —comento con gracia ganándose una sonrisa divertida de parte de la más baja —, así que pedí comida para llevar y pensaba en comer contigo ¿Qué dices? —inquirió dándole la bolsa de papel a Poche para luego buscar la silla más cercana y acercarla para tomar asiento frente a María José. Poche dejo la guitarra a un lado recostándola suavemente en el suelo.

—Gracias por el gesto, enserio lo aprecio.

—Tómalo como una disculpa y una ofrenda de paz —comento la castaña tomando la hamburguesa que Poche le extendía —. Quiero disculparme por ser grosera contigo al principio.

—Tranquila, tus razones tendrás, también me disculpo por ser insoportable a veces —dijo ella. Calle asintió de acuerdo —. ¿Te parece si empezamos de nuevo? Borrón y cuenta nueva.

Extendió su mano libre hacia la castaña con una sonrisa afectuosa. Calle asintió regresándole la sonrisa.

—Un gusto, soy Daniela Calle, puedes decirme Calle.

Una risita divertida se escapó de los labios de la más baja contagiando a Daniela quien estrecho la mano de María José con la suya.

—El gusto es mío, soy María José Garzón —se presentó siguiéndole la corriente —, mis amigos me dicen Poché, pero tú puedes llamarme el amor de tu vida. —bromeo.

La sonrisa de Daniela flaqueo un poco al escuchar esas palabras, sin embargo, se obligó a si misma a reír levemente.

(…)

En un lugar no muy lejos de ahí se encontraba una pareja de amigos sentados en el borde una piscina moviendo sus pies dentro del agua mientras tomaban un poco de ron. Eran un chico y una chica. Ella era peli-negra y el castaño, se conocían desde hacía un buen tiempo y a pesar de que creían que no se volverían a ver, los rumores hicieron que se vieran obligados a reunirse de nuevo.

—¿Qué planeas? —cuestiono el mirando fijamente el agua. Ella se encogió de hombros.

—Aun no lo sé, pero si de algo estoy segura es de que hay que hacer todo lo posible para que no regresemos al inicio de todo esto, bastante me costó lo que hice —contesto ella segura. Dejo el vaso de ron a un lado y giro su cabeza mirando al chico a su lado, el la miro de regreso — y no me importa si tengo que ensuciarme las mano de nuevo para que todo siga igual.

Hola, hola contrikrus.

¿Cómo están?

Pregunto ¿quieren un espacial de San Valentín?

Espero sus teorías.

¿Qué quieren que pase ahora?

Lockey10
Live1307
VickoIII

Estas tres personitas me han comentado lo que creen acerca de lo que está pasando y la verdad son más creativos que yo. Felicito a los que han acertado en sus teorías.

Nos leemos pronto.

Entre Melodías Where stories live. Discover now