11.

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Cuando llegaron al aeropuerto notaron que varios guardaespaldas los estaban esperando ya que el lugar estaba repleto de fans. Kim le dio un leve golpe en el hombro a María José con una sonrisa de emoción plasmada en el rostro.

—Calle, por favor, no dejes a Poche sola ni un segundo, yo tengo que encargarme de unas cosas antes de abordar el avión, dejen el equipaje acá que los guardias se encargan, espérenme en el avión. —explico Paula mirando a la castaña por el retrovisor puesto que iba de copiloto.

—¿Por qué yo y no Johann o Kim? — pregunto con cierta molestia. Poche rodo los ojos ante el tono de voz de la castaña.

—Porque es tu guitarrista y porque yo lo digo. — sentencio la mujer entes de bajar del auto.

Johann, Kim, Calle y Poche bajaron del auto siendo escoltados por los guardias, se escuchaban los gritos del público, los clips que se hacían al tomar una foto y miles de preguntas de los reporteros, sin embargo, no tenían tiempo para detenerse a tomar fotos, así que solo se limitaban a sonreírles con amabilidad y a saludar con la mano.

—¿Dónde está el avión? –cuestiono María José, no estaba acostumbrada a estar rodeada de tanta gente y la cantidad de fans y reporteros le obstruía la visión.

—Tú solo sígueme. —contesto Daniela tomando la mano de Poche con la suya para luego entrelazar sus dedos. Poche miro la acción paralizándose por un par de segundos, Calle le había tomado la mano con una suavidad que logro estremecerla.

Cuando llegaron al avión abordaron rápidamente, suspirando aliviados, para Calle, Johann y Kim no era la primera vez que los fans los rodeaban de tal manera, pero Poche era una novata y tenían que hacerla sentir lo más cómoda posible. 

—Bienvenida al mundo del espectáculo. —le comento Daniela con una sonrisa cariñosa antes de caer en cuenta que aun sujetaba la mano de la más baja, rápidamente volvió a su postura seria y la soltó para dirigirse a su asiento para esperar a que Pau llegara.

Poche ciertamente aún estaba sumamente confundida gracias a la castaña, en un momento estaba calmada y amable y al segundo estaba fría y distante.

—Joxy, me toca contigo. —comento Kim captando la atención de la más baja. Ambos chicos tomaron asiento juntos. Poche los miro por un segundo apretando los labios sin saber si sentarse a solas o junto a la castaña —

Tomando algo de valor se acercó a la castaña quien la miro de reojo y con un suspiro pregunto.

—¿Puedo sentarme? —cuestiono con cierta vacilación.

—Has lo que quieras, Garzón. —contesto con frialdad.

Asintió lentamente sabiendo que la castaña no cambiaría su actitud con ella así que ignorando a la chica tomo asiento en el puesto vacío a su lado. Saco el teléfono de su bolsillo y encendió el aparato para luego desbloquear la pantalla.

“1519”

Esa era su contraseña. Una combinación que de la nada había aparecido en su mente cuando compro su celular luego de extraviar el anterior. Calle, sin pretender ser metiche había visto la contraseña de reojo por accidente.

—No me jodas. —susurro para luego levantarse de golpe y caminar hacia el baño del avión.

Poche la miro algo atónita, había escuchado a la perfección las palabras de la castaña debido a la cercanía.

¿Qué carajos le pasaba?

Algo dudosa se levantó y decidió seguirla. Trato de ser lo más silenciosa posible, cuando llego a la única puerta que había al fondo noto que estaba medio abierta y de fondo se escuchaba un llanto ahogado. Con preocupación decidió asomarse y su ceño se frunció al ver a la castaña con una mano apoyada en el lavamanos mientras la otra cubría su boca y su nariz evitando que el llanto se escuchara con más fuerza. Sin poder evitarlo, y corriendo el riesgo de que Calle le gritara o la golpeara, abrió por completo la puerta mirando a Calle a los ojos gracias al reflejo de espejo frente a ellas.

—¿Qué haces aquí? —pregunto con brusquedad la castaña limpiando rápidamente sus lágrimas aun dándole la espalda a la mas baja. 

—¿Estas bien? —pregunto sin saber muy bien que decir.

—Lárgate de aquí. — le ordeno dándose la vuelta para encarar a la chica de ojos verdes. Poche negó con la cabeza y en un impulso se acercó a la castaña para envolverla en un abrazo. Calle termino por quebrace totalmente. La chica rompió a llorar rodeando a la contraria por la cintura refugiándose en sus brazos.

Duraron un par de minutos abrazadas, cada una con pensamientos y preguntas distintas.

Poche se preguntaba que tenía Daniela para estar tan vulnerable, en los meses que llevaba conociéndola nunca la había visto así tan débil…tan rota.

Calle por otro lado sabía que se estaba autodestruyendo con sus recuerdos, sin embargo, no podía decir nada, por más que se lo explicara, sabía que Poche nunca la entendería, ya era demasiado tarde para remediar ese daño.

—¿Me quieres contar que pasa? —pregunto con cautela la más baja. Calle tenía su rostro oculto en el cuello de María José sin saber que decir. Simplemente negó con la cabeza aun aferrándose a ella —. Entiendo lo que es sentirse mal, sentir que no puedes hacer nada para borrar eso que te atormenta, pero, no estás sola ¿sabes? Si necesitas un abrazo, un consejo o simplemente compañía no olvides que acá estoy.

—Ya no creo poder con esto… —susurro para sí misma. Poche funcio el ceño ante sus palabras, obviamente no iban dirigidas hacia ella, pero era inevitable escucharlas —te necesito de vuelta…

....

Uy ya esta tomando forma.

¡Confesión!

Ya dos personas adivinaron.

No dire que, pero ya dos lo hicieron.

Espero sus teorías.

Nos leemos pronto.

Entre Melodías Where stories live. Discover now