Ela (Camilo Madrigal y tú)

1. Llegada

Se sentó en una roca junto a la ventana de una vieja casa, quería ver como salía el sol y se levantaba la neblina matutina de las colinas. Apenas durmió en toda la noche por culpa del miedo que le daba aquel lugar. Y es que se trataba de nada más y nada menos que del pueblo perdido.

"El pueblo perdido" pensó echándole un vistazo al libro que traía. La leyenda decía que ante la llegada de los revolucionarios, la gente de esa zona había decidido retirarse hacia las montañas con sus familias, pero algunos rebeldes los siguieron para atacarlos. Nadie supo que más paso, pues en ese momento ellos salieron disparados mientras montañas comenzaban a crecer, y desde entonces no se atrevían a volver. Pero hoy era la excepción, pues ______ estaba ahí.

Divisaba como una de esas montañas estaba partida por la mitad, ese era su camino, era sorprendente ver la cantidad de flora y fauna, a comparación del pueblo donde paso la noche.

-Si el Encanto existe, dos meses serán suficientes- decía la chica mientras atravesaba las montañas

¿Quién esperaría que una joven, de tan solo 17 años, estaría en aquel lugar? _____ estaba llevando una mochila que era tres veces más grande que ella y vestía un lindo vestido verde que hacia juego con su collar con una llave dorada. Aun así, no estaba segura de si eso se vestía en aquel lugar.

Tomo el agua que restaba de su botella, tampoco sabia si era bueno llevarla con ella o tirarla, no conocía los avances que el pueblo había hecho, pues solo sabia eso, que era un pueblo...uno mágico al parecer.

"Espero que esa magia no sea una tontería" pensaba "No tengo tiempo para eso"

Se sentía completamente segura de que ese lugar existía (al menos el pueblo) pero ¿Si era como le dijeron? Un lugar completamente aislado de la gran ciudad, ______ sentía temor por si notaban su presencia, incluso llego a tener la esperanza de que hubiera un refugio, como un hotel

"¿Qué sentido tiene eso?" pensaba "Al Encanto nunca habían llegado personas nuevas" respiro profundamente antes de continuar su caminata "Solo debes cuidarte...no será tan difícil, igual los arboles son calientitos" se dijo mientras se detenía junto a un pequeño rio, el cual estaba lleno de flores y mariposas de color amarillo...

- Borboletas.. - susurró admirando el paisaje. Cruzó teniendo cuidado de no caerse, aunque ganas no le faltaban, el agua era tan cristalina que podía ver su rostro cansado en el.

Lo que ______ no se esperaba es que alguien la escucharía..

•••

Por otro lado, había pasado un año desde los sucesos catastróficos en la familia Madrigal, las cosas habían mejorado en la adorada casita, tales como el regreso de Bruno, la libertad de Isabela y el descanso de Luisa. La abuela ya no buscaba perfección, solo quería a su familia unida.

Sin embargo, la joven e inexperta Mirabel aun tenia muchas cosas por hacer, estaba claro que los Madrigal eran mas que un don. No obstante, sus primos aun no comprendían el significado y seguían esforzándose por ser los mejores, así como usar su poder a favor del pueblo.

Comenzando por su prima mayor, Dolores, ella sentía que debía escuchar todo lo que sucedía en el pueblo, lo cual la llevaba a largas noches despierta intentando entender lo que todos decían y sin tener un momento de paz.

En cuanto su hermano, también estaba pasando por lo mismo, años siendo la persona que los demás necesitaban, pero nunca el mismo, problemas de identidad dirían por ahí.

Camilo estaba consciente de que estaba actuando de forma distinta a lo habitual, llevaba semanas así. Últimamente sentía que su don era lo único que destacaba de él y era la única razón por la cual el pueblo lo quería tanto, ya que fuera de eso...si estaba en su forma normal...quien lo reconocería?. Es increíble ver que a pesar de todo eso, sacaba las fuerzas para mostrar una sonrisa, transformarse, y hacer reír a los demás.

En este momento se encontraba a si mismo parado en el espejo, en su habitación, la cual tenía cientos de espejos alrededor junto a unas repisas con pequeñas estatuillas de él y otras personas del pueblo. Dio un pesado suspiró, era tan difícil encontrarse? Por que prefería ser otros y no él? Por que los demás lo querían más cuando se transformaba en otros?

Pensativo decidió convertirse en Dolores, vio en su reflejo a una chica de moño rojo.

- Escuche que los Guzmán llegaran esta noche..Mariano se muere por verme.. hizo este poema para mi..amor amor y mucho amor - dijo exagerando su voz

Se miro al espejo.

- Que opinas cuartito?

Uno de los muchos espejos, se convirtió en un cuadro de Dolores molesta, había olvidado mencionar que estos cambian de forma, igual que el dueño.

"Como sea, me di asquito" pensaba mientras volvía a su forma.

- Camilo! Necesitamos un José!! - grito su madre desde abajo

-Ya voy!

Salió con dirección al comedor, ahí se encontraban sus padres, su hermana y Mirabel.

- Escuche lo que dijiste y yo no pienso eso de Mariano - su hermana susurraba molesta, estaba secando las copas y los vasos junto a su prima.

- Si si como digas... - decía sin importancia

- Baja los platos de esa repisa - le pidió su padre -Tu madre y yo iremos a la plaza por algunas cosas, necesitamos terminar con los preparativos de la cena antes de que lleguen los Guzmán

- No entiendo porque la prisa si será en la noche - dijo cuando sus padres salieron del lugar

- Mariano me quiere sorprender llegando antes, a veces se olvida de mi don - Dolores rio levemente, en sus ojos se veía lo enamorada que estaba del joven y lo ansiosa que estaba por el evento.

Camilo se transformó, ahora un alto José rodaba los ojos. Mirabel lo tomó del hombro - Vamos primo! - decía- Así podremos descansar hasta la cena porque tendremos una noche larga -alargó la última palabra.

Con eso le dijo todo, habría una gran fiesta y conociendo a su abuela, todo el pueblo estaría en su casa.

- Si así estará la propuesta no quiero ni imaginar la boda, la fiesta durará toda la semana -decía mientras bajaba los platos, esos que se suelen usar en ocasiones especiales como esta.

Las chicas lo miraron extrañadas, ¿Desde cuando Camilo, el alma de las fiestas, no estaba interesado en una?

- Ay hermanito, no te preocupes que eso tardara mucho tiempo.

- Si! Tendremos que preparar el vestido, los zapatos, el lugar, los padrinos, las damas de honor...- decía Mirabel contando con los dedos, el joven la interrumpió

- Si gustas me puedo transformar en el Padre y los caso ahora mismo - dejando los platos en la mesa, la menor soltó una risita

- De hecho, si tú te quisieras casar, te tendrías que convertir en la novia, el padre y la iglesia entera

Camilo negaba con la cabeza -No me interesa, pero es probable que haga eso, hasta podría ser mis propios hijos...

-Estas seguro de que no quieres boda? -Mirabel le dio un codazo a su primo, intentando animarlo, iba a decirle algo más, hasta que la morena dijo en voz baja

-Borboletas?...

Ambos la miraron

-Qué?

-Que estas diciendo Dolores?

-Acabo de escuchar algo distinto... una voz nueva...- Se llevo las manos a la boca, aterrorizada- Es alguien del exterior!!!

*****

Unos pasos más y supuestamente llegaría al Encanto, _____ no aguantaba más, sentía su mochila más pesada y se rehusaba a terminarse su botella.

Sin que se diera cuenta, había llegado al lugar, no tenia presentación, pero sabia que era ese... Encanto, un tesoro escondido