8. Necesito tu música, por precaución

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El joven Madrigal corría hacia la casa de su amiga.

—Alicia!! —grito tocando la puerta frenéticamente

Una voz dentro lo asustó— Si es Camilo Madrigal será mejor que no le abras! 

Aun así, una joven pelirroja abrió la puerta, en su rostro se veía lo molesta que estaba al verlo. 

—Qué haces aquí? —preguntó en un susurro, Camilo se transformó en Mirabel para evitar otro grito— Sabes que no perdonan nuestra última travesura..

—Pero reconstruyeron tu casa! —respondió inquieto—y prometimos que no volvería a...

—Suceder ajah —finalizó— Desaparece Madrigal, siguen enojados por tu culpa

—Por favor Ali, te necesito...

—Yo necesito evitar problemas así que... adiós! 

Estaba cerrando la puerta hasta que escuchó la voz del joven— Tendré una cita

Eso la detuvo, volviendo a abrir la puerta lo miro, conocía a Camilo de toda la vida. Camilo no tenia citas (o al menos nunca le decía así) ¿Por que ahora si?

—Ana? —preguntó levantando las cejas

—Es... una chica nueva —musitó, vio como a ella se le formo una sonrisa en sus labios.

—Oh si... —dijo comprendiendo a quien se refería— Si he escuchado de ella...lo siento pero no, ya no estoy para esas cosas...

—Por favor, solo necesito que me ayudes con algo —junto sus manos a modo de ruego

—Qué recibo a cambio? 

—Qué quieres?

—Que tu abuela hable con mi madre para que pueda salir de esta casa— dijo, se notaba que la había pasado mal todos esos días encerrada, así que el joven sin pensarlo asintió —Eres un caso perdido Cam, aunque sabes que esto no le gustará a Raquel.

—Esto es importante

—Todo lo que tenga que ver con chicas es importante— el joven puso los ojos en blanco al oír eso— Pero bueno, tratare de entender —dijo dejándolo entrar— Entonces...Mirabel... que puedo hacer por ti?

El joven sonrió, quizás se estaba tomando esto muy en serio, pero quería hacer las cosas bien

—Necesito tu música

Los ojos de la pelirroja se iluminaron, haciendo que soltara una carcajada.

—Si, tu música— volvió a afirmar antes de ser jalado hacia el interior

*****

Aunque todo fue muy improvisado, a Julieta se le hizo fácil entretener a una joven de 16 años. Ela era como su propia hija, solo que con un poco más de interés por la cocina, por todo en general

—Y así es como te das cuenta de que esta en el punto —decía mientras tomaba algunos limones de la cesta y los ponía en la suya

—Es increíble señora Julieta! —exclamó Ela —Nunca lo había visto así, yo solo iba al mercado y tomaba los que estaban en oferta —dijo riendo

A veces no comprendía sus palabras, pero no mostraba desconcierto ante ello, simplemente le daba una sonrisa y seguían en lo suyo.

La nueva la estaba pasando bien, veía lo que había a su alrededor como si fuera una niña pequeña, ahora que sabia sobre la magia, podía ver mejor el pueblo, reconoció a la fuerte cargando unos ladrillos hacia su casa para la construcción de su baño, al menor regresando a los burros al corral, a Mirabel junto a lo que parecía ser el padre de la iglesia.

Ela (Camilo Madrigal y tú)Where stories live. Discover now