18. La nueva

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—Que hubo Cam!

—Camilo! Vamos a jugar?

—Camilo, nos vemos luego para platicar?

Estar en la plaza del pueblo era muy agradable. Aquel joven Madrigal saludaba a las personas con la alegría de siempre, incluso se transformaba en otras personas, haciendo reír a más de uno. El trabajo para hoy solo consistía en ayudar a una persona y luego tendría la tarde libre para hacer lo que quisiera.  

—Mírale el lado bueno —le decía Alicia caminando a su lado— eres un Madrigal! un chico lindo, amable, carismático...

—Tengo novia, no puedo aceptar tus halagos —le respondió Camilo sonriendo

—Tan bobo —le dijo dándole un codazo, aunque eso no evito que ambos se rieran— no me refería a eso, sino a que... mi hermana también es así.

—Y?

—Pues si lo piensas mejor puede que te agrade más la idea de casarte.

Camilo suspiró— Supongo...¿sabes si la señora Lidia ya tuvo a su hijo?

Siguieron recorriendo las casas hablando de otras cosas. Aunque las personas estaba felices de verlo, era notorio el cambio cuando iba al lado de ella, pues a pesar de recibir saludos, todos iban acompañados de una mirada de desaprobación por andar con la pequeña Rojas. 

No era sorpresa para ellos, así que simplemente lo ignoraron.

Para su suerte, la señora Lidia seguía enormemente embarazada, por lo que Camilo no tenía que ayudarla, apenas habían dejado la casa de aquella mujer cuando vieron a lo lejos una pequeña figura, que a pesar de ya llevar algunos días, seguía pareciéndoles nueva. Era Ela, con la ropa completamente mojada y sosteniendo una caja de huevos. Parecía bastante desorientada.

 —Se tomo muy en serio lo de adaptarse a tu familia —comento Alicia

Camilo comenzó a caminar en dirección a ella, pero su amiga lo detuvo tomándolo del brazo.

—¿Qué haces?

—¿Pues que crees que hago? —dijo soltándose de su agarre— voy a ayudarla

Alicia chasqueo la lengua y lo volvió a tomar— Déjala, tiene que acostumbrarse a estar sola

—Mi abuela —comenzó él— no quiere que ella este sola

—Lagartija, ¿Qué no te das cuenta de que trato de ayudarte?

Una mujer junto a un niño pasaban por su lado, Alicia aprovechó para tomarlo también del brazo.

Miss! Ves a esa chica de allí? Es la nueva del pueblo, le puedes dar una mano? Camilo tiene que ayudar a su madre, puede?

La mujer la miró extraña, mientras el niño exclamó— Claro! Yo la conozco!

—Ves? Asunto arreglado, ahora vámonos— dijo Alicia mientras tironeaba de su amigo

El joven Madrigal vio como se acercaban a Ela, el menor daba saltos a su alrededor emocionado de estar con ella. No parecía tener intenciones de alejarse.

Alicia, ya algo cansada, le dijo— Vale, entiendo, entonces llévala a su casa, estén a solas y así podrán arreglar lo que tienen pendiente, si?

A Camilo le tomo un poco entender a lo que se refería, le dio un codazo a su amiga como respuesta. Ella realmente lo conocía, no había pasado ni una hora de haberle contado cuando se dio cuenta de que le temía a volver a hablar con Ela. No sabia cual sería su reacción ante todo lo que había pasado con él. 

Ela (Camilo Madrigal y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora