7. Me la debes

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-Claro! Los colombianos vivimos por las arepas! -dijo Ela dándole otro mordisco a su arepa

A pesar de lo sucedido anoche, la joven se sentía mucho mejor y más cómoda con el pueblo. Había conversado con Camilo la noche anterior y ahora estaba conociendo los secretos culinarios de la tía Julieta.

-Eso es cierto, aquí tengo un niño que come más que toda la familia junta -dijo la mayor secando los platos que habían usado en el desayuno- Y hablando de cierto niño... -volteo a ver al joven que había ingresado a la cocina

-Buenos días tía Julieta -le saludó con un beso en la mejilla- Disculpe la tardanza...tuve una noche muy interesante- se dirigió a Ela y le guiño un ojo, esta le sonrió de vuelta

Tal parecía que era un nuevo joven, y ese tipo de confianza con la nueva lo demostraba.

Su tia se lamento- Oh Camilo..lo siento mucho pero ya no tengo más arepas -El joven abrió los ojos sin poder creerlo, como si el agua hubiera desaparecido- Es que siempre cuento la cantidad de comida para el desayuno y...había olvidado que teníamos una invitada..

-Pero tía... -respondió transformándose en un niño- No puedes dejar a un niño sin comer!

Se volvió a transformar, ahora había un pequeño bebé en el suelo llorando, Ela hizo un gesto que denotaba su incomodidad por el momento

-Hijo... -uno de los relojes se paro al lado de la mujer, indicándole la hora -Yo.. no puedo atender tus berrinches, tengo que ir a ver a la señora Lidia -finalizó retirándose del lugar con un canasta, dejando a ambos jóvenes solos.

La joven se termino sus arepas antes de que Julieta cerrara la puerta.

-Todo esto es tu culpa- escucho una voz aguda

-Mia?

-Tu te comiste mis arepas -se quejo transformándose en el mismo- Ahora me tendrás que cocinar algo

Ela levanto ambas cejas- Perdón?

-Te perdono- Camilo la miraba con una sonrisa burlona- Ahora ,prepárame algo de comer

-Ow cosita -respondió riendo- En primer lugar, tu tienes tus manitos para hacerlo- vio que transformo sus brazos en manitos de bebé, pero eso no la detuvo y aun con una sonrisa siguió -Y en segunda, yo no se cocinar

-En serio?- preguntó sorprendido el joven- Que tu mami no te enseño?

-Que la tuya no lo hizo? -respondió levantándose de la mesa

-Vamos! -siguió insistiendo- No sabes hacer unas arepas?

Lo pensó por unos minutos, pero finalmente accedió -Mira, te haré un desayuno, pero no con arepas- Camilo hizo un puchero al escuchar eso, pero acepto por la hora

Ela se levanto y tomo algunos ingredientes de la repisa

-Como te comente anoche, solo somos mi madre, mi hermano mayor y yo, los tres estudiamos y trabajamos por lo que no existe tiempo para cocinar- empezó a buscar una sarten, la casita le ofreció una pequeña- Gracias -aun extrañada por la magia, continuó- Como te decía, esto solía cocinar cuando tenia unos minutos más, y al menos a mi me encanta

*****

-No planeas matarme, verdad? -dijo observando como casita le llevaba el plato frente a él- Porque de ser así, seria una muerte deliciosa

-Si quisiera, lo hubiera hecho mientras dormías -respondió sonrojada mientras le acercaba una taza de café

Tras darle el primer bocado, alabó -Esto esta increíble!

Ela (Camilo Madrigal y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora