13. Incomunicada

141 10 1
                                    

—Esto es un asco —dijo Mirabel cubriéndose el rostro

La familia estaba sentada en la mesa, Agustín, Félix y Camilo intentaban calentarse mientras tomaban una taza de café, y es que luego de fallar en su búsqueda por el cofre, no les quedo de otra que regresar a casa, eso si, trataron a Ela muy amablemente, pidiéndole disculpas y prometiendo que lo resolverían.
Sin embargo, en cuanto la dejaron con Antonio en su habitación, decidieron ir al comedor a cenar y conversar acerca de lo que harían con la joven. Al final nadie comía, solo discutían e intentaban buscar una respuesta entre ellos.

—Están seguros de que ahí se encontraba la libreta? —preguntaba Félix, mirando a sus hijos

Camilo negó con la cabeza— Ella dijo que estaba debajo de su cama

—Y no hay nada debajo de su cama —le respondió Isabela, aun resentida por lo que hizo su primo— Ya lo buscamos por toda su casa y no hay ningún cuaderno o algo parecido

—Lo que ahora debemos hacer —interrumpió la abuela— Es comunicarnos con el señor Martínez, que se lleve a la muchacha y le explique que no debe decirle a nadie lo que vio.

—La señora Rojas se va mañana, podríamos mandarle el mensaje con ella

—Pero Agustín —dijo Julieta— es solo una niña...

—Mi hermana tiene razón, a lo mejor solo la hemos malinterpretado— Pepa se levanto de su asiento, tomando de los hombros a su hija— Ya sabemos que las visiones de Bruno suelen ser un poco...

No termino la oración, o al menos nadie la escucho pues volvieron a hablar entre ellos.

—Ya por favor... —decía Mirabel tratando de calmarlos— hallaremos una solución...

Pero nadie parecía escucharla, lo que más le aterraba a la joven Madrigal era que le echaran la culpa, y es que acababa de entender que no le había dado la suficiente atención. Apenas le presentó el pueblo y la dejo bajo la responsabilidad de su familia.

No es fácil liderar y proteger de un pueblo.

—Iré a ver a Ela —susurró mientras se levantaba y salía de la habitación— Todo me esta saliendo mal...

—Eso no es cierto

Bruno había aparecido para calmar aquella situación, ver a su sobrina de esa manera lo había hecho sentir culpable. Si, había visto a Ela escribiendo en una libreta, pero se habían olvidado de algo muy importante, algo que ya había sucedido antes.

El mayor le dijo con una sonrisa nerviosa— Perdón... pero...te dije que mis visiones son inciertas y no tienen orden, tu misma lo viviste conmigo...

Toda la familia se quedó callada, escuchando atentamente la conversación entre ellos.

Mirabel se quedo mirándolo, aun decepcionada— Lo se...pero tenia miedo de que fuera demasiado tarde para actuar, no es fácil liderar el pueblo...todavía tengo cosas que hacer y...

—Quizás... —soltó la abuela— Quizás aun no es tiempo de que tengas tal poder sobre ti, yo puedo seguir liderando si me lo permites

—No mamá —dijo Julieta, a su lado— Quedamos en que Mirabel se encargaría de esto, es tu momento para descansar

—Pero solo mira lo que ha hecho! —exclamo la abuela— No solo confundes a la pobre muchacha, también a tu primo!

—No —interrumpió Camilo, mirándola— Yo no estoy confundido, yo estoy seguro de lo que quiero y eso se ha mantenido durante todos estos años.

 —Entonces ¿por que ocasionas estas cosas? —reclamo exaltada, tal parecía que la mayor estaba aprovechando la ocasión para recordarle sus errores— No hemos salido del problema con Alicia para ahora meterte en algo con Martínez!

Ela (Camilo Madrigal y tú)Where stories live. Discover now