14. Nuevo rostro

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La temperatura del Valle de Cocora suele ser de 15 °C, con una máxima de 25 °C y una mínima de 12 °C, pero Ela ya suponía que el clima iba a ser cambiante, las emociones de Pepa eran las causantes de ello. Por eso cuando llegó al pueblo perdido, no le sorprendió que el lugar se sintiera tan fresco, incluso caliente en ciertos momentos del día. 

Sin embargo, esa noche la temperatura había bajado, la nueva sentia que se iba a congelar conforme iba avanzando hacia el río. La capa que la había acompañado en todo su viaje no era suficiente.

"Esto no debería estarse complicando tanto.." pensaba mientras se acercaba a la orilla. Era inútil buscarlo, solo quería sentarse y pensar mejor en lo que debería hacer. Si las cosas iban a estar así necesitaba un nuevo plan, y sobre todo, necesitaba hacerlo rápido. 

La joven se abrazó a si misma para darse calor mientras pensaba en cada miembro de la familia Madrigal, realmente habían sido amables con ella, tenia que mantenerse así. Lo bueno es que tenia su propio espacio, dentro de aquella casa que construyeron para ella. Al menos había guardado algunas cosas que la ayudarían a tener momentos como estos. 

Un ruido detrás de ella hizo que se sobresaltara, un hombre de ruana verde apareció tirado en el suelo.

—Señor Bruno? —pregunto en un susurro

El mayor se levantó rápidamente y preguntó asustado— ¿Quién esta ahí?

—Soy...yo? 

—¿Quién yo?

—Ela...— dijo la chica— Ela Martínez?

—Oh...— dijo el mayor pegando la oreja a la pared, sin ponerle atención— Toc! Toc! Toc!

La joven se quedo en su lugar, observando como Bruno golpeaba la pared y murmuraba cosas que no entendía. 

—¿Pasa algo? —preguntó luego de unos minutos

—No, bueno si, quiero decir...— le dijo sin mirarla— para mi si, para ti, pues tu ya deberías de estar durmiendo, ¿no?

Ela le intentó explicar que no tenía sueño, pero Bruno seguía ignorándola. 

—¿Necesitas ayuda en algo?

—No, bueno si, pero no creo que puedas ayudarme

Bruno seguía tocando las paredes de la casa como si fuera una puerta, susurrando que quería el espacio que tenia antes.— Es solo por unas semanas...vamos... —decía buscando persuadir a casita

"Demasiado raro..." Para ese punto ella no sabia que más hacer por el mayor, por lo que decidió retirarse lentamente del lugar.

—Buenas noches... —le dijo mientras giraba con dirección a su casa

En ese momento, chocó con una joven de cabello rizado y falda azul.

—Ups! —musitó ella— Como lo siento! De-Déjame ayudarte! —le dijo recogiendo sus lentes y tratando de colocárselos.

—No te preocupes —le respondió con voz tranquila— Debí decirte que estaba detrás tuyo, pasa algo tío?

Bruno le sonrió nervioso, se puso recto y colocó sus manos en su espalda— Nada, todo esta bien.

Mirabel miro a ambas personas con detenimiento, tratando de entender lo que sucedía.

—Te vas a escapar, verdad?

—No!— exclamó Bruno, pero al ver que había hablado muy alto, se cubrió la boca y volvió a susurrar— No me voy a escapar, solo estoy buscando un lugar donde dormir.

Ela (Camilo Madrigal y tú)Where stories live. Discover now