12

1K 119 14
                                    

Lleva todo el camino montado en su moto, con dirección a una de las tantas discotecas que le pertenecen a la Toman, negando esos pensamientos que le indican que huir era la mejor opción a enfrentarse a la rubia ceniza de hermosa sonrisa y ojos negros preciosos, como el negro azabache.

La última vez que se vieron fue el 28 de noviembre en el departamento de su princesa, solo 5 días han pasado, conforme hace el cambio al motor, la velocidad aumenta en creces, la idea de resultar accidentado impidiendo su presencia en la reunión con sus amigos, suena tentadora pero, tenía a un pequeño ángel clavando el tridente del demonio para que le hiciera caso, que enfrente su problema, también era cumpleaños de unos de sus amigos, no podía simplemente fastidiar su día con su cobardía.

Estacionó su moto, observando la fachada, esa no era una discoteca, era un club, de ricos, parecía que se necesita pagar una membresía, después revisaría las cuentas que hace koko para informarse sobre el ingreso diario y total mensual que otorga este local.

Las puertas fueron abiertas para él, dando ese aire imponente de que es alguien importante, estás se cerraron tras el, se encamino hasta la zona VIP, podía observar a sus amigos festejar, tomando shots a lo loco.

Se rió, el ambiente entre ellos era un descontrol agradable, que el recuerda que no importa cuando crezcan, maduren y hagan sus vidas por separados, al final siempre se encontraron reunidos en una mesa en común luciendo como si el tiempo no les haya quitado su mejor etapa. Chifuyu cumplía 18.

Se saludaron en coro, acarreando la bebida entre ellos haciendo espacio para Draken, la suerte no estaba hoy de su lado, sentado al lado de Mikey, mientras se ríe de las anécdotas recientes. Ninguno dijo nada por estar al lado del otro, si seguían así podían ignorarse toda la noche, eso sería perfecto.

Podía escuchar el cuchicheo entre ellos pero, también los susurros preocupados de Takemichi con Manjiro. No es como si quisiera prestar atención, simplemente estaban hablando fuerte.

—Ma, para— la llamo con ese mote cariñoso, que le hace poner una sonrisa dulce.—Es el 20 que te tomas desde que llegamos.

—Shh, Micchy mejor ebria que enfrentar la realidad.

—¡Bien vamos a bailar, hagamos que el alcohol baje para ir por otra ronda!— Estuvieron de acuerdo con un grito emocionado, bajando las escaleras para llegar a la pista de bailé. Mikey de rehusó moviendo la cabeza mientras miente diciendo que necesita otra piña colada para entrar en ambiente, Take solo le dió una mirada de soslayo antes de ser arrastrada por su novio Kazutora.

Se quedaron solos, ambos, sentados al lado del otro, mientras la música rellena ese vacío silencioso entre ellos.

—ken-chin— Draken solo hizo un sonido con la garganta mientras toma de la botella, el también necesitaba estar algo intoxicado para enfrentar la situación.—Emma dice que te extraña.

—Me largo— se levantó, dispuesto a ir a la barra misma para alejarse de Mikey y su estúpido intento de ser la casamentera en un mierda de relación donde uno estaba obsesionada y el otro no sentía ni mierda.  Su mano fue tomada por la contraria, después de mucho era conciente de la diferencia en tamaño.

—No podemos estar junto y echarle la culpa al alcohol al día siguiente— lo jalo haciendo que vuelva a su lugar original en el sofá del club.

—Esa es la cosa más estúpida que me has dicho en mucho tiempo y eso que me ofreciste tu cuerpo para que me quedé— dijo pasivo agresivo, no quería reprocharle nada pero, la cortadura es reciente, sigue fresca, a carne viva.
Miro su mano, tomando la de la rubia ceniza, entrelazando sus dedos.—si bebemos lo suficiente para olvidarlo, como esa vez después de vencer a Tenjiku.

No quiero olvidarlo„ fue su pensamiento, relajan sus cuerpos dejando que sus figuras choquen entre si buscando contacto, de tal manera que pareciera, absurdo.

—Perdon— tomo del rostro al más alto antes de plantarle un beso, que le fue seguido, su cintura tomada con posesividad, podía jurar que Draken necesitaba hundir sus dedos en su piel hasta dejar marca para ser conciente de lo que está sucediendo ahora, entre ambos, llegando al acuerdo de echarle la culpa al alcohol sobre lo que pasará más tarde.

Jalando el labio del contrario, chupando con necesitas, arranco suaves jadeos por darse mordidas entre ellos.

La otra mano del más alto tomo los muslos de Mikey para llevarla a una de sus piernas, dejando que se siente en está, sintiendo la ropa interior, podía hacer que salte en su pierna, sacarle algunos gemidos, descarto la idea, concentrándose en su boca, teniendo mejor absceso a la cavidad contraria, sus lenguas se encontraron como viejas amigas, después de mucho, tímidos, con el paso de roces entre sus músculos, agarran la confianza para desatar una guerra de fuerzas, enredarse entre ellas.
Draken solo aprieta uno de los muslos mientras su otra mano toma de la nuca a la ceniza para tener el control sobre el beso.

Mikey lo tomo del cabello, jalando de las hebras de ves en cuando, sin despegarse aun asi les falte el oxígeno, no importa si el golpe doloroso de sus pulmones busque el aire, no habría manera que se despeguen. Si se separan tomarán conciencia, promulgando la distancia entre ellos.

—Joder, ¿desde cuándo ustedes están juntos?— Se separaron jadeantes, observando al que osó romper su burbuja.

Inupí se sintió algo incómodo, sentía que había visto algo que no, sabe que algo sucede, que la mano posesiva de Draken, acaricia por sobre la tela la cintura de su líder, su mirada amenazante le dió un escalofrío, no pudo evitar retroceder unos pasos por el miedo que le está dando. Jamás había sido tan hostil con él.

—Tu novia está en la pista de bailé— Le respondío Mikey, kokonoi estaba bailando con Takemichi y Kazutora.—Seishu, tu no viste nada— Le dió una amenazante sonrisa, viendo que el rubio se iba apurado, después de ver cómo desaparecía. Su mirada volvió al rostro de Draken.—¿Me bajó?

—Si eso quisiera, lo hubiera hecho antes— paso su mano a su rostro, acariciándola antes de detener su pulgar en sus labios, disfrutando de ver esos pliegues rojizo hechos por él.—El acohol— susurro, pasando su mano hasta la delgada nuca, jalando de los cabellos para dejar el cuello blanco desnudo.

—ken— Jadeó su nombre, cierra los ojos deseando sentir sin prejuicios, todo lo que ese hombre desencadena.—Ken

Primero fue su nariz, deslizándose inhalando el aroma, su perfume a moras azules.
Luego sus labios puestos sobre la tibia piel, dando besos a toda la extensión repitiendo la acción, hasta llegar a las láminas. Detenía el impulso de morder, dejar marcas vistosas, de ser aun más posesivo con Mikey.

Con su otra mano, acaricio la suave piel, deslizando hacia abajo agarrando la cadera para guiar el ritmo que hace Mikey, restregando su zona íntima, ansiosa por sentir el roce de su clítoris contra el muslo fuerte de Draken.

—lascivo— susurro en el oído, la exitación de su mujer se hace aun más presente cuando su pierna siente el contacto húmedo de su lubricante natural.—Vamos al baño— gruñó jarioso, sentía su miembro sentirse presionado, los jadeos y pequeños gemidos que soltaba Mikey, le dan golpes dolorosos en su glande.

APPETENCE •°Drakey°• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora