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Manjiro disfruto de la sensación fria de las sábanas, también la manera en la que se pegan a su piel desnuda, perlada de sudor, con su mirada recorre el cuerpo de su pareja, pronto tendría a ese adonis entre sus piernas.

—No escondes tu descaro— Acoto divertido al ver cómo manjiro separa sus piernas para que contemple su zona íntima, podía ver esa entrada soltar sus jugos empapando todo a su alrededor, el almizcle fuerte del sexo, exitación, crean un perfume adictivo.—¿Deberia enseñarte a ser más pudorosa?

Mikey se rió, acaricia su cuerpo, demostrando que ella puede preparse para él, que la observé mientras se otorga placer en su nombre.

—Ah— Era erótico para el más alto, el cual se tomó su tiempo para contemplar las acciones de su mujer, que solo entregan aún más placer, su pene adolorido entre sus ropas, exclama que es tiempo de entrar en acción, la asquivencia fue dada desde un inicio, el acuerdo era taciturno, los ojos charlan entre ellos, seduciendo al contrario para ceder entre el fuego que expiden sus necesitadas pieles. —ken— gimió con descaro, mientras sus dedos juegan con su abusado clítoris.—Mira— separó con sus dedos sus labios mostrando su entrada en toda su magnificencia.—estoy lista para tí.

—Joder, no quiero escuchar reclamos a la mañana siguiente.

Se metió entre sus piernas para llegar a su rostro para besarla con rudeza, siguiendo un ritmo desenfrenado, dónde la saliva recorre un camino lejano de sus bocas, hasta morir en su barbilla.
Draken tomo entre sus manos a su dotado amigo para quitarlo, luchar un poco con esa entrada, presionando con algo de insistencia para hacerse paso, lentamente mientras escucha ese gemido sediento de placer.—Ni siquiera a entrado todo y me estás chupando con tanta fuerza— las paredes ahorcan su falo conforme se abre paso, hasta entrar por completo su cabeza Roma choca con la entrada de su útero.

Mikey era tan pequeña, delicada que era fácil de destrozar, controlar, dió pequeñas estocadas sin sacar mucho para golpear con rudeza observando como mueve la cabeza hacia tras y gime su nombre en alto, debía de ser cuidadoso pero, no podía, no cuando su hambre estaba lejos de ser saciada, acaba de probar el paraíso, no prende dejar escapar ese sentimiento adictivo.

—¡Ken!— Araño las sábanas en su proceso aunque una de sus manos esta unida a la mano contraria, se mete en la cama por las embestidas puede sentir como sus paredes dan movimientos contradictorio para tener más de esa corriente que pone su piel de gallina, sus ojos vieran hacia atrás, su boca solo se abre, puede tomar todo el pene de Draken en su agujero observando lo perdido, como una bestia salvaje incapaz de pensar en otra cosa que no sea conseguir más de ella, se lo dará, dejara que la llene de su semen hasta que desborde.—Adentro, adentro— rogó, sobre el oído del contrario, su órgano la abarca. Con sus temblorosas piernas abrazo la cadera contraria logrando que entre más, con su mano incrusta sus uñas en la gran y masculina espalda de su amante.—ahh— gimió tan agudo cómo podía alzando sus caderas para conseguir más de esa sensación que la desarma. Todo su cuerpo tiembla del placer, incapaz de mantenerse conciente, su mente nublada le deja decir incoherencias.—Te amo.

Draken dió estocadas salvajes, profundas, sintiendo su orgasmo cerca Manjiro no podía más después de hacerla ver las estrellas, aún cunado se corrió no dejo de dar estocadas, satisfecho observa como su semilla sale, los bebés no le dan miedo, puede criar a cualquier niño que salga del vientre de Mikey, solo de su vientre, mientras sea suyo.

—yo también te amo— le beso el rostro, le resulta imposible sacar su miembro cuando Mikey no quiere soltar sus caderas.—Sueltame Mikey.

—No— su tono infantil le hizo poner una sonrisa divertida.—me gusta cuando estás dentro de mi, me llenas con tanta precisión— hablo feliz mientras una mano acaricia su vientre. Gimió sobre los labios contrarios.—Estas duro de nuevo— abrazo el cuello del contrario para hundirse en una sesión de besos, mientras estocadas lentas la vuelven loca, otro tipo de orgasmo amenaza con venir, tan diferente cuando solo eran lentas, movería sus caderas ansiosa pero, es tan adictivo ser empalada de esa manera.—me vengo— sollozo sobre el oído del contrario, el cula seguía con ese ritmo, mientras salpica su cuello de besos, nuevamente sintió el espeso líquido llenarla al mismo tiempo que su orgasmo otorgándole una sensacion nueva, de hacer el amor.

—vamos a dormir, lo necesitas, acabo de llenarte— los ojos negros parecía luchar con sus párpados para no caer dormidos.—Si te hace sentir mejor, no lo sacaré— un tarareo en respuesta le dió el visto buena para caer en la inconciencia.

La acomodo sobre él, para quedar dormidos, mañana sería un día activó.

(...)

—no quiero—lloriqueo, Draken solo suspiró, hace un rato estaba todo bien, habían echo el amor como tres o cuatro veces, hasta que el hambre les ganó, Manjiro había cumplido su fetiche de montarlo y vaya que lo hizo de una manera tan bien, que parecía ser una maestra.—No quiero ir a casa.

—¿Cómo nos vamos a casar si no dejas que vaya a pedir permiso?— observo la cara de sorpresa de la contraria, riéndose, hasta se le cayó el Dorayaki que le compro.

—.... Verte en traje suena muy sexy, como en la oficina te ves tan guapo así— sus palabras seductoras, le hizo sonreír aún más.

—¿Planeas dejarme seco?

—hasta que no vea un bebé en mi vientre, probablemente.

—¿un bebé?

—¿No quieres? Me vería muy bien embarazada, tener un mini Ken-chin, me haría felíz— Draken se acerco para tomarla de la cintura.

—Entonces, vamos planeandolo, tenemos mucho tiempo en la habitación.

La rubia ceniza soltó risas traviesas, mientras se besan apasionadamente, volviendo a su habitación.

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¿Alguien pidió un Takey? ¿no? ¿Nadie? Pues no me importa, mi fetiche de ver a takemichi Top me puedes más, con el Au que he estado investigando, hasta le he hecho una infografía, soy un crack. Claro si tengo ánimos lo hago, no prometo nada. xD

APPETENCE •°Drakey°• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora