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Draken quiere renunciar.

No, no es qué no pueda con el trabajo, al contrario es tan eficiente que tienes horas de vagancia en su oficina, el problema es la contadora, Koko, de vez en cuando hace comentarios insunuantes sobre él y la secretaria, que ya sean creado rumores con los empleados.

No encuentra la manera de deshacerse de ellos por qué la venenosa lengua de la pelinegra esparce más, ere su venganza al ver que no lograba firmar el tratado de paz entre ellos.

Es una mujer bonita, sí pero, su mente se centra en recordar los besos, las caricias, gemido, los "te amo" que en su mayoría son entregados un estado de vulnerabilidad, mismo que Mikey produce en él.

Su mente solo piensa en Manjiro y su último encuentro en los baños privados de ese club rico, dónde ella estaba ebria, el conciente, es una mierda recordarlo por qué lo tiene vivo, metido en la piel, en cambio la rubia ceniza ni lo recordara es más, ni cuenta se debe de haber dado que le dejo la nuca marcada.  Por qué era despreocupada y torpe, una de las tantas cosas que le gusta.

••••

La puerta del ascensor se abrieron dejando ver a un achica joven, vestida con un vestido al estilo vintage que le sentaba de una manera que parece sacada de otra realidad dónde el tiempo no ha pasado.

—No puede entrar, muestreme su identificación— la seguridad con la que paro la hizo sentir menor frente a ella pero, había un tic entre sus dedos, ansiosa.—Señorita

—Mikey, socia, ve personalmente, de seguro se pondrá tenso, dile que si puede salir a jugar.

••••

—Señor— observó hacia la puerta, su secretaria hace presencia.—Hay alguien afuera, una socia, dice llamarse "Mikey" pregunta si quiere salir a jugar ¿La dejo pasar?

—No, iré a recogerla— Se levantó de golpe, arreglo su traje se amarro el cabello en una cola dejando ver sus lados rapados y su tatuaje de dragón.—los papeles están sobre la oficina, encárgate de llevarlos a Recuerdos.

Ni una mirada le fue dirigida. Draken salió algo ansioso de su oficina encontrandose con Mikey, su presencia elegante como toda una líder,  sentada sobre el escritorio de su secretaria, con un vestido verde oscuro tenía algunos adornos en dorados, con el bordado de su dragón en las mangas al estilo princesa, es más que obvio que fue hecho por Mitsuya, el vestido de la venganza por contarle el chisme a Baji y no a él, ¿Quien le habrá enseñado a ser tan rencoroso?

—Tan importante— acotó sonriendo, con esa típica que le entrega cuando están a punto de meterse en problemas o de lanzar idiotas por las ventanas, que buenos tiempos los de la pandilla.— que tienes una secretaria— La pausa era más que obvia para meterle tensión al asunto, casi jura que la ojionix está saboreando la victoria, sin haber luchado.—Disculpa, vice presidente, Ken Ryuunguji.

—Tu repentina seriedad y lengua filosa me está poniendo de nervios, presidenta de la Tokyo Manji Corp. Manjiro sano— Si lo ven desde otro contexto era como ver a un tigre y un dragón peleando, enemigos por un territorio, en busca de la estrategia clave para ganar la guerra que han estado batallando entre ellos.

—Andando.

Draken delante de ella, para protegerla y escoltarla del peligro, no había ninguno pero, era una costumbre, se hizo a un lado dejando que pase al ascensor, vio a su secretaria salir con los papeles, se aclaró la garganta antes de darle otra orden.

—Kureha, estás despedida— las puertas se cerraron y pudo escuchar esa risa satisfecha.

—Eso fue cruel.

—si no te puede reconocer, no merece ser mi secretaria, eres la dueña, tu cara está por todos lados de las noticias, debe de vivir bajo una piedra o no te tiene respeto como líder— respondió, el ambiente había cambiado, la tonalidad infantil en la voz de Mikey lo hizo sentir calma, no se había dado cuenta que está rígido, hasta ahora.

—Hay un rumor corriendo por nuestras instalaciones, Tú y tu secretaria pero, ahora que la has despedido sin piedad, supongo que es falso— el tono celoso hizo poner una sonrisa discreta en sus labios, le salió el tiro por la culata a Koko. La puerta se abrió directamente para dejar ver la oficina, la de Mikey la presidenta, estaba decorada al gusto caro de kokonoi, el mármol, los pilares, no ha sido utilizada desde que fue construida, su legítima dueña había llegado a sentarse sobre su trono.—Ken— Pero la rubia ceniza no dió un paso hacia su lugar al contrario dió unos para mirarlo al rostro, enfrentarlo. Al ver esa cara angustiada, olvidó su fachada distante para tomarla del rostro.—Lo siento, perdón, lo lamentó tanto.

El más alto se encargó de eliminar toda lagrima antes de que empezará a caer.

—Estos últimos meses has estado llorando demasiado— con solo ver su rostro arrepentido sabe que Mikey estaba arriesgándose, está vez no huye, no evita, lo afronta.—Mikey... te ves horrible cuando lloras— cerro los ojos riéndose, sintiendo como la contraria le otorga un golpe suave.
Un reclamo avergonzado pero, también esconden matices de felicidad al ver que no ha cambiado.

—Idiota....

—Tu y yo no servimos para temas serios— acaricio su rostro, entregándole una mirada de calidez.—Siempre cederé ante tus caprichos, siempre me buscarás para cumplirlos. Además eres pésima para comunicarte sobre tus sentimientos, temores— la tomo de la cintura pegandola a su cuerpo.—No se quién logro abrirte los ojos pero, le estoy agradecido.

—No te burles por qué soy muy sensible— susurro aferrándose a un abrazo.—Ken-chin ¿Me amas?

—Te amo, Manjiro, demasiado.

—¿Más que Zephyr?

—No, entiende tu lugar— beso su frente, teniendo unas inmensas ganas de llorar al ver esa parte tan frágil de su mujer. —tú estás por encima de mi adorada moto.

—Yo también te amo ken— se limpio las lágrimas.—ahora eres mi esposo, nos casaremos mañana por la mañana—Draken se rió agachándose cuando lo brazos delicados pero, tonificados lo tomaron para colisionar en un beso, profundo, rítmico, sin timidez solo en busca de sentir al contrario hasta el final.

El mismo beso que cargado de sentimientos un día por la madrugada pero, está vez no habrá un "Tengo que volver" está vez si se aferran al otro para sostenerse entre ellos y el mundo que empieza a crecer sobre ellos.

Eso entre ambos estaba tildado, siempre habian sido ellos, en sus mentes, en sus cuerpos, aflorando en el otro, imanes perfectos que una vez juntos no se pueden ser separados

Juntos, dónde era correcto, dónde era ellos, su calma, su estabilidad, su paz, su lugar.

Su hogar.

—¿Por qué discutimos?

—No lo recuerdo.

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Me extrañaron, cumpli con mis 72 horas, casi. Xd

Yo haciendo el cap:  A ver si está referencia es de tu talla. Jpg

Se siente más apasionado este capitulos, no, no es el final, no chillen chikis, todavía faltan escenas de sexo. Jajajaja. XD

Este capítulo tiene 5 referencias probable reconozcan 4, el 5to es algo sutil, si lo encuentran, prometo entregarles un oneshots de su Shipp favorita, como recompensa.


APPETENCE •°Drakey°• Donde viven las historias. Descúbrelo ahora