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Capítulo veintitrés.

Miel Ortiz.

Desperté con un fuerte dolor de cabeza, nunca antes me había dolido la cabeza. Lo único que recuerdo de anoche es el baile con Lukas, la pelea con Olivia y el primer baile de con Sarah, luego de eso todo el resto es borroso.

Miro a un lado de mí y veo a Lukas, son camisera... veo mi ropa y es una camiseta de él, levanto un poco la sabana y él está con calzoncillo, yo con mis bragas. ¿Qué paso anoche? ¿Me acueste con él? No, yo estaba ebria y se bien que Lukas no se aprovecharía de mi así. Veo mi tatuaje y me paro de la cama, hay un vaso de agua en la mesa de noche y me la bebo toda. Tengo la boca muy sedienta.

Busco mi celular y lo encuentro en el escritorio, veo la hora y son las dos de la tarde. ¿Qué? Mi alarma no sonó, o tal vez si sonó pero no la escuchar. Por primera vez en la vida me despierto a las dos de la tarde.

Salgo del cuarto de Lukas y voy a baño, hago pis y me lavo las manos mientras me enjuago la boca, hecho pasta de dientes en mi dedo y me lo paso en los dientes, cuando salgo entro de nuevo en el cuarto de Lukas y lo veo ahí durmiendo, tan lindo...

Me suena el celular, veo que es un mensaje de Sarah.

BFF: Estoy muerta.

Yo: Dímelo a mí.

Dejo el celular y despierto a Luka.

- Despierta. – le dije moviéndolo. Despierta de golpe.

- ¿Qué? – se sienta y mira a todos lados.

- Nada... - dije mirándolo. - ¿Qué fue lo que paso anoche? Además me duele demasiado la cabeza, ¿tienes algo para el dolor?

- ¿Cómo no te va a doler la cabeza? Si anoche pediste que fueran por más cerveza porque se terminó.

- ¿Qué? No... eso no paso.

- ¿No? - se ríe. – Nunca te vi ebria.

- No estaba tan borracha...

- Estabas muy borracha.

- Bueno como digas pero no grites tan fuerte. – dije poniendo una mano en mi cabeza. – Para barias teníamos que ir a clases y estoy aquí con resaca.

- Ven. – se para y me pongo roja de vergüenza al verlo solo en ropa interior.

- Ponte algo. – dije volteando la vista.

- Anoche no te daba tanta vergüenza. – dice mientras se pone una camiseta.

- ¿A qué te refieres? ¿Qué paso anoche? – dije preocupándome. - ¿Perdí la virginidad? ¿Dónde está mi vestido?

- Primero, anoche no perdiste la virginidad, no perdiste nada más que tu sobriedad. Segundo, te vomitaste y te tuve que cambiar, es todo.

- Ah... - dije más tranquila.

- Vamos. – salimos de su cuarto y vamos a la cocina. - ¿Estas bien?

- Sigo un poco mareada. – dije retomando la normalidad.

- Toma un poco de agua, estas deshidratada. – me da un vaso lleno de agua y me lo tomo en seco, como el otro. - ¿Desayuno?

- ¿A las dos de la tarde?

- ¿Vamos a Starbucks? – me pregunta. – Yo invito.

- No tengo ropa. – dije mirando la camiseta de Lukas. – Bueno ¿dónde está mi mochila?

- En mi cuarto. – subo a su habitación de nuevo y saco mi buzo de mi mochila, me lo pongo y luego mi sudadera abierta, dejo ver la camiseta de Lukas. Luego bajo de nuevo y lo veo. – Sí que estas preparada.

- Bueno... esto me puse para que mis padres pensaran que ira a la casa de Sarah a dormir.

- ¿Por qué fuiste a la fiesta?

- Porque quería ir. – dije encogiéndome de hombros. - ¿Vamos a ir a desayunar afuera? Bueno un desayuno-almuerzo.

- Bien, deja ponerme algo... además tienes que ponerte las zapatillas.

Mientras Lukas se viste yo me pongo las zapatillas, cuando está listo veo que se vistió como yo, un buzo jogger como el mío, su camiseta y una sudadera abierta. Él tiene el buzo negro como la sudadera y convino con lo roja que es su cuarto, en mi caso la camiseta de Lukas es azul y mi buzo con mi sudadera es gris, mis zapatillas son blancas.

- ¿Vamos? – toma sus llaves.

- Vamos. – salimos de la casa y nos subimos a su moto.

Cuando llegamos al centro comercial nos sentamos en una mesa de Starbucks, yo pedí un café late con dos de azúcar, y Lukas pidió un café normal con esencia de vainilla, también pedimos unos muffin.

- Muero de hambre. – dije bebiendo café.

- Es normal.

- No tomare nunca más. – dije comiendo un poco.

- Todos decimos lo mismo. – se ríe.

- De verdad, no tomare nuca más en mi vida. Yo debería estar en clases, ¿Cómo te despiertas después de beber?

- Me despierto con una horrible resaca.

- No me digas. – dije. – Notaste que ya no hace tanto frio.

- Está llegando la primavera, y con eso tu cumpleaños.

- Sí... veintiocho de septiembre... - dije pensando en mi cumpleaños. – Me gustan los cumpleaños.

- Igual me gustan. – me dice con una sonrisa. - ¿Qué tienes pasado por hacer?

- Nada pensado la verdad, todavía faltan falta un mes.

- Piénsalo y te lo cumplo. – me dice tocándome la mano.

- ¿Cómo crees?

- Hablo en serio. Bueno como sea, anoche me dijiste que querías tocar el teclado, querías que te enseñara.

- ¿De verdad? – pregunte sorprendida.

- ¿Sigues queriendo que te enseñe?

- No... soy mala para la música.

- Como quieras. – me dice riendo.

*****

Volvimos a su casa, subimos a su cuarto y tengo la inspiración de pintar, entonces tomo un pincel con un poco de pintura y comienzo a pintar. Hago dos figuras, una de mujer y la otra de hombre, en medio de la lluvia mientras se están viendo fijamente, mi intención es hacerlo enamorados, que se note que es amor lo que hay en el ambiente, que ambos se dicen cosas que duelen un poco, que sacan lagrimas pero se aman, y después de todos los problemas terminaran juntos, porque siempre después de la tormenta sale el sol. Y aunque ellos estén en una tormenta en ese momento, saldrá el sol.

Cuando lo termino se lo muestro a Lukas y me mira sorprendido.

- Es muy bueno. – dice mirándolo. – Es mi favorito de todos los que has hecho.

- También es mi favorito.

- Es que está muy lindo.

- Se trata de una pareja, que está teniendo una discusión bajo la lluvia, y ambos se dicen cosas que duelen, cosas hirientes. Por eso llueve, por las lágrimas. Pero siempre después de la tormenta sale el sol, entonces no importa los inconvenientes. Terminaran juntos después de todo.

- Que profunda. – me dice.

- Lo siento...

- No... ¿por qué te disculpas? No hay nada de malo en ser profunda de vez en cuando.

- Bueno, me alegro que te guste. – dije tomando un pincel fino y le hecho un poquito de pintura negra y lo firmo en una esquina de abajo a la derecha.

Lágrimas de miel. #1Where stories live. Discover now