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Remota la época de China antiguo, dónde las guerras y el derramamiento de sangre eran comunes. China enfrentaba a su rival, un grupo sádico y despiadado que se nombraban Akastuki. El resultado, miles de soldados cayeron en batalla, muchos pueblos destruidos y familias en luto por sus hombres caídos.

Acabado la guerra, se decidió usar mano de obra para construir una muralla alrededor de China, para protegerla y advertir de los peligros futuros. Akastuki juraron volver para conquistar China y todo a su paso. Uno de los mejores guerreros, que pasaría su nombre a la historia desde ahora en adelante, Hashirama Senju hizo una profecía:

"Un guerrero sin igual, que es fortalecida en la adversidad, desafiará la muerte múltiples veces y salvará a todo China para cuando los Akastukis decidan volver por su venganza"

Últimas palabras de Hashirama Senju.



-Es hora- dijo el jefe de los Akastukis, un alto pelinaranja con varias perforaciones en su rostro y orejas. Tenía una sonrisa arrogante y sádica que hacía a cualquier persona temblar de su presencia.

-Crees que aparezca ese guerrero que tanto dicen?- dijo un hombre igual de alto que su jefe, llevaba una capa que ocultaba su identidad, y la capa negra con nubes rojas característico de Akastuki.

-Es imposible cuando desistimos nuestra venganza por tres generaciones, ahora debe de estar viejo para pelear- dijo confiada una mujer de cabello azul que llevaba una flor de papel en su cabello, vestida de la misma manera.

-Hora de conquistar China- su jefe sonrió deformando su rostro que asustaría hasta el más valientes de los hombres.



Era la noche oscura y fresca, dos guardias paseaban por el muro alertas cuando una lluvia de flechas caen del cielo. Rápidamente se refugian y mandan al cielo la señal de que China ha sido evadida. Un gran ejército logra acorralar a los guardias, que estaban atemorizados por los guerreros del inmenso ejército, hombres, mujeres y donceles en perfecta forma, sus músculos resaltaban en su ropa, aún con la armadura puesta; sus miradas eran fríos y llenos de sed de sangre esperando solo acabar, destruir y conquistar.

-No podrán invadir China, el emperador los detendrá- su compañero solo puso admirar su valentía como si no tuvieran la muerte frente a ellos, aún que la situación era precisamente eso.

-Aceptaremos la calurosa bienvenida, id a decir a su emperador que Akastuki ha vuelvo y mejor que nunca- los dos guardias rápidamente fueron corriendo a dar el aviso.

-Cuántos hombres se necesitan para dar un mensaje?- le preguntó a su ayudante personal.

-Solo uno- dijo la mujer de cabello azul para después sacar su arco y dirigir su flecha a uno de los hombres.



-Cómo es posible?!- dijo un hombre levantándose de la mesa al mismo tiempo que la golpeaba con el puño.

-Akastuki ya viene, y estaba asustado por ver los feroces guerreros que se han convertido- dijo firmemente el guardia mensajero aunque estaba intimidado por el capitán del ejército. Fugaku Uchiha, tomó su mando hace varios años, un hombre de cabello oscuro, ojos oscuros, y una mirada que desprendía furia al escuchar la presipitada noticia.

-Si es así, debemos llamar a la guerra un hombre de cada familia- dijo un adulto mayor con el cabello blanco perteneciente a su edad ya avanzada, El emperador de todo China.

-Acaso cree que mi ejército no podrá vencerlos?- preguntó incrédulo pero de forma respetuosa el capitán.

-No debemos subestimarlos, es mejor tener más guerreros para terminar con esto pronto- dijo el emperador -tambien creo que es una oportunidad perfecta para el siguiente al mando- dijo fijando su mirada al hijo del capitán, Sasuke Uchiha, un recién hecho hombre joven que tenía el cabello y ojos oscuros al igual que su padre, y con una piel blanca comparado a la nieve. Este estaba orgulloso de que lo tomarían en cuenta, haría su padre orgulloso y traería honor a su familia. El padre no estaba contento de la decisión del emperador, aún así terminó aceptando sin muchas opciones.

-Se hará una proclamación para que un hombre de cada familia asista al ejército-dijo uno de los hombres del consejo y rápidamente el consejero del emperador sacó su papel y pluma para anotar la proclamación.

Mulan/NarutoWhere stories live. Discover now