Mulan/Naruto

26

Sintió una mano sobre su hombro. El cabello rubio fue necesario para saber quién era.

-Estará bien. Es fuerte- animó Minato al hijo del capitán. Este miró a ver a los Namizakes y todos tenían una expresión de dolor. No era el único preocupado. Pasaron horas eternas antes de que los tres médicos que habían estado atendiendo a Menma desde el día anterior salieran de la tienda.

-Está bien?!- preguntó Sasuke. Los tres médicos se miraron entre ellos. Sasuke tuvo un mal presentimiento.

-Él está bien. Solo que ahora está inconsiente y tardará en despertar-

-Está en coma?- preguntó el Hyuga mayor que se había acercado, al igual que el resto de los del mando y los Namizakes

-Solo inconsiente, suponemos que despertará en una semana-

-Tienen algo más que decirnos no?- preguntó el Nara al ver a los médicos incómodos

-Sí, bueno. No sabemos cómo explicarles...-

-Solo diganlo- dijo el Hyuga

-El soldado que curamos es doncel-

1.

2.

3.

-Qué?!!- todos fueron a ver dentro de la tienda y vieron que poseía las curvas característica de los donceles.

-Qué significa esto?!- preguntó a los Namizakes

-Naruto?- dijo en voz alta Kushina. La mayoría se extrañó por cómo había llamado a Menma.

-Qué significa esto?- volvió a repetir Fugaku a su viejo soldado

-Él es mi hijo doncel Naruto, gemelo de Menma- dijo Minato, todavía sosteniendo la mentira.

-Un doncel se metió en la guerra?!- exclamaron los lejanos a la situación

-Dónde está Menma?- preguntó Sasuke, de cierta forma aliviado porque el rubio estaba bien pero preocupado por el otro rubio

-No lo sabemos- dijo Minato -Se había ido con ustedes-

-Y cómo explican que su hijo doncel esté aquí?-

-Cuándo fueron a capturarnos, el único que se salvó fue Naruto. Le ordenamos que huyera y se escondiera en algún lugar. No sabemos cómo llegó hasta aquí o que pasó- siguió mintiendo Minato, nadie se dió cuenta de su mentira

-Y qué haremos?-

-Akastuki fue derrotado, el líder está muerto y la guerra ha terminado. Volveremos a la cuidad y cuando despierte le preguntaremos dónde está Menma- dijo Fugaku como última orden para todos. La mayoría se retiraron a excepción de los Namizakes y Sasuke que miraban dormir a Naruto.

-Amas a Naruto no es verdad?- preguntó Kushina al mirar la forma en que el Uchiha miraba a su hijo

-Algo así- dijo vagamente

-Si llegan a perdonar a Naruto por infiltrarse en una guerra, te dejaré cortejarlo- dijo Minato con una sonrisa

-De verdad?-

-Solo si lo llegan a perdonar- la alegría de Sasuke bajó de intensidad

-Claro, si lo perdonan... Sí van a perdonarlo. Por algo los salvó-

-No estamos tan seguros- dijo Tsunade con tristeza. Los Namizakes dejaron solo a Sasuke con Naruto. Sasuke miró más de cerca al rubio, los brazos, piernas, torso y cabeza estaban vendados. Eran pocas lugares donde había piel sana, le acarició la mejilla. De cierta forma le extrañaba ver a Naruto con las marcas de Menma, cuando lo conoció tenía maquillaje encima y por eso no los había visto. Se preguntaba desde cuándo Naruto había cambiado puestos con Menma. Después de la captura de sus padres y antes de los golpes recibidos. Tal vez en un descuido de los soldados, Menma intercambió puestos con Naruto, así dejando la oportunidad a Menma de envenenar a todos. Demasiadas preguntas y ninguna respuesta.

En una hora iban de regreso por su victoria y en pocos días llegaron. El emperador los recibió con los brazos abiertos.

-Y dónde está Menma?- había preguntado el emperador

-No lo sabemos. Naruto es el único que sabe dónde está pero no ha despertado-

-Esperaremos a qué despierte- había ordenado y los Namizakes fueron acogidos en el palacio reconstruido. Pasaron tres días desde que Naruto debió de haber despertado. De alguna manera, la información acerca de Menma y Naruto se filtró en el palacio y todos los del consejo pedían muerte inmediata al doncel.

-Debe decirnos dónde está Menma y por qué no ha aparecido- fue su respuesta para calmar el momento.

Sasuke estaba preocupado. De verdad quería saber dónde estaba Menma pero quería estar seguro que no mataran a Naruto. Estuvo tiempo cuidandolo de lejos por si algun idiota se le ocurría asesinarlo de noche o cualquier tiempo del día.