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Los soldados de China marchaban hacia la guerra. Para asegurarse de la emboscada, subieron a la parte más alta de una de las montañas para evitar ser aplastados por algo. Vieron a Menma a lo lejos con un cañon bajo el brazo.

-JAJAJAJA!- se escuchó una risa por toda la montaña -PRETENDES BURLARTE DE LOS AKASTUKI Y SALIRTE CON LA TUYA?!- vieron al líder de los Akastuki sobre un caballo y una águila en su brazo -CUANDO TE DERROTEMOS GOBERNAREMOS TODA CHINA!!!!- dió otro grito, el grito de guerra y muchos guerreros bajaron al ataque, los soldados quedaron en shock, no sabía ni que pasaba y se quedaron quietos al ver la inmensa cantidad de guerreros furiosos ir en contra de Menma. Salieron de su shock cuando escucharon el sonido de lanzamiento de un cañon. Siguieron la dirrección del cañón que chocó contra la otra montaña llena de nieve y ocurrió una avalancha. Admiraron como los soldados fueron cubiertos por la nieve -ARGH!!!!!- escucharon al líder de los Akastuki gritar mientras atacaba a Menma con su espada. Menma, a pesar de estar herido corrió en busca de refugio pero también fue tragado por la nieve.

-Dónde está?!Dónde está Menma?!- gritaron los soldados preocupados por su camarada

-Allí está su caballo!- señaló uno y vieron como Menma se subía al caballo, lucharon contra la nieve pero poco a poco lo llevaba al acantilado. Fugaku mandó a sus hombres a intentar rescatar a Menma pero el caballo cayó, fuera de la vista de todos. La nieve terminó de moverse y no había señales de vida.

Todo pasó tan rápido.

-Se acabó?- preguntó uno de los soldados

-Todo Akastuki murió solo por un simple soldado?!!!-

-Pero ese soldado también terminó muerto-

-No lo puedo creer-

Sasuke terminó de rodillas contemplando la nieve blanca, sin ninguna señal de vida. Menma ha muerto. Sonaba en su cabeza una y otra vez. Menma sacrificó su vida para acabar con Akastuki y tú solo lo acusaste de traidor y hasta juraste matarlo. Que patético.

-Qué es eso?- Sasuke miró, con deseos de que fuera Menma pero solo vieron a una águila negra con algo brilloso entre las garras. Llegó con ellos y dejó caer lo brilloso: una espada. El águila voló de regreso al acantilado dónde habían visto a Menma caer.

-Es la espada de nuestro enemigo- comentó el Nara mayor -La águila debe ser de Menma y debió darle la espada de alguna manera-

-Ví que antes de caer Menma ya tenía la espalda- comentó uno de los soldados

-Ya no hay nada que hacer aquí- dijo Ebisu -Ganamos la guerra solo con una sola muerte. Vámonos- ordenó el consejero del rey y todos se fueron retirando a excepción de Sasuke que quedó mirando los restos de la avalancha, mientras sentía una parte de su corazón romperse. Quería echarse a llorar, la muerte de Menma había sido más fuerte de lo que imaginaba, una parte de su alma lo abandonó y quedó un vacío apenas siendo ocupado por el amor de su familia. Aguantó las ganas de llorar cuando sintió la mano sobre su hombro.

-Así suele ser la guerra hijo. Aveces es necesario sacrificar piezas importantes para ganar. Debió de ser importante para ti perder a tu primer mejor soldado. Yo también lo tuve pero hay que superar esas muertes- al no recibir respuesta de su hijo suspiró -De dejaré solo, pronto reuniremos todo para ir con el emperador. No tardes- dijo su padre dejándolo a solas. Fugaku había sufrido algo parecido. Una vez creyó que Minato, el relámpago amarillo y su mejor soldado, había muerto en batalla pero solo estaba herido de gravedad. Comprendió que su hijo también le pasaba lo mismo. Solo que era imposible sobrevivir a la altura de un acantilado.

Sasuke, por su parte, estaba destrozado. Debería estar feliz de que ganaran la guerra pero... si fuera cualquier persona excepto Menma. Por fin aceptó los sentimientos que tenía por aquel varón, será asqueroso y en contra de las reglas, pero era demasiado tarde para confesarselo y nunca podrá decirle lo mucho que lo quiere. Tal vez, si se hubiera confesado antes, podría haber evitado su muerte y encontrar una mejor solución. El hubiera ya no existe decían.

Su corazón estaba roto. Su dolor era tan grande que sentía que podía explotar. Solo se permitió soltar algunas lágrimas, era un Uchiha, y los Uchihas no lloran, pero no pudo evitar quebrarse. Quedó en el silencio sobre aquella montaña, con las firmes esperanzas de que de alguna manera Menma siguiera vivo pero esas esperanzas fueron hechas añicos al sentir el llamado de padre para volver al campamento. Todos los Akastuki estaban muertos pero a cambio de eso, tuvieron que sacrificar la muerte del mejor soldado y su amor imposible.

Regresó al lado de su padre y junto con el ejército, regresaron a la cuidad principal de China, dónde vivía el emperador.

Mulan/NarutoWhere stories live. Discover now