D O C E | C I C A T R I C E S

6.2K 567 171
                                    

«Me estaba abriendo a ella y sabía que estaba mal, pero sentía que con ella podía confiar»

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

«Me estaba abriendo a ella y sabía que estaba mal, pero sentía que con ella podía confiar»

Gato.

Al día siguiente, conduje el coche de Gato en el barrio más conflictivo que había en todo Londres. Era por la tarde y mi luchador me había llamado para ir a un lugar. No estaba segura de que sitio era o cual era su intensión, pero solo deseaba que no fuera para presenciar lo de hacía unas semanas.

Aparqué frente al edificio de Gato y me bajé del coche, esperándolo después de ponerme un vestido cómodo y no ir demasiado maquillada como en las ocasiones anteriores.

Observé el lugar, en busca de algo que me llamara la atención, pero lo cierto es que nada de lo que había allí era necesario para el caso, exceptuando el piso de Gato. Ese era mi futuro objetivo, entrar ahí, ver que escondía, conocer su mundo... Pero para llegar a ese punto tenía que pasar muchos obstáculos y no iba a ser nada fácil.

Gato era un hombre mucho más cerrado de lo que pensaba.

La puerta del edificio se abrió y salió un hombre bien vestido, elegante, con una camisa negra remangada y con varios botones desabrochados, mirando lo bien que le quedaba esa ropa apretada y esos tatuajes cubiertos por todo su cuerpo. Cada collar, cada piercing y cada anillo que tenía era digno de ser admirado y me preguntaba si alguna de esas joyas tenía algún significado para él o solo era decoración.

Sonreí mientras me cruzaba de brazos y esperaba que él me dijera "buenas tardes", pero en vez de eso, dijo algo completamente diferente.

—Dame las llaves. —Estiró su mano, mostrando todos sus anillos y esperando a que le entregara su objeto más preciado, por lo que me demostraba.

Elevé la ceja y respondí;

—Buenas tardes, caballero.

Gato se paró frente a mí, mirándome de aquella manera tan seria y a quien cualquiera que no lo conociera podría darle miedo, pero que en esos momentos a mí me divertía.

—Felina... —advirtió con una voz grave.

—No estás en condiciones para conducir, Gatito —contesté.

Ladeé la cabeza, esperando alguna reacción de él y vaya si la obtuve.

—¿Gatito? Uff... No sabes donde te estás metiendo.

Seguí mirándolo desafiante y evité darle las llaves del coche tal y como se encontraba. Lejos de que estuviese hoy algo mejor tras verlo tan mal la noche anterior, seguía sin estar recuperado al cien por cien.

Gato se acercó a mí para quitarme las llaves, pero las escondí tras mi espalda y él miró al cielo, como si buscase algún tipo de ayuda.

—Vale, conduce tu —dijo, rindiéndose bastante rápido.

GATO: Deséalo y perderás [+18] ✔️ (COMPLETA)Where stories live. Discover now