T R E I N T A Y S E I S | S O L O 1 0 M I N U T O S

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«Si tan siquiera pudiera verla 10 minutos...»

Rhys.

RHYS

No paraba de recibir imágenes de lo sucedido horas antes, aquella noche tan horrorosa que habíamos pasado todos.

Solo podía pensar en ella, en su cuerpo entre mis brazos y en como sus ojos se cerraban frente a mí. Aquella horrible imagen de como estaba perdiendo a la mujer que había estado conmigo todos estos meses y a la que deseaba tener un final diferente a su lado.

No podía creerme que mi propia madre, la que creía muerta, estuviese detrás de todo esto y que, encima, hubiese fingido su muerte para destruirme aún más de lo que ya estaba aquel día. Pero lo peor vino cuando trató de matarme, pero Felina se puso delante de mí recibiendo el disparo.

Aquello me tenía enfadado, lejos de que quisiera salvarme la vida... No merecía ser salvado por nadie, menos por la mujer de mi vida, la cual deseaba estar en su lugar en ese momento y ser yo quien luchase por la vida. Pero no fue así y era Alisa quien estaba en el hospital, luchando por sobrevivir y yo sentado en la sala de interrogatorios, desesperado por verla y sin siquiera poder marcharme sin que los policías me encarcelaran.

Me preocupaba tanto por el bienestar de ella desde que la conocí y solo pensaba en ella en todas esas horas que llevaba sentado en esa maldita silla incómoda. Y me arrepentía en ese momento por no haber aprovechado más las horas con ella... Y lo que daría por volver atrás en el tiempo.

Escuchaba la voz de Cronos de fondo, haciendo eco en aquella pequeña sala, pero estaba tan distraído, tan preocupado por Alisa, que mi mente solo tenía hueco para ella. Y eso era difícil en mí. Me habían enseñado tanto a no pensar en otras personas, que ella, desde que llegó a mi vida, había cambiado muchas cosas en mí sin que se diese cuenta.

Esposado hacia un aparato que había sobre la mesa de hierro, aquel lugar parecía mi propio purgatorio personal y estaba bien, me lo merecía, pero merecía mucho más, como pudrirme en la cárcel y recibir palizas por todo el daño que había hecho... Pero esa madrugada necesitaba salir de ahí y verla. Si tan solo supiera como estaba... Lo que daría por ello.

—Gato —dijo Cronos para llamar mi atención.

Levanté la mirada para ver el rostro de Cronos, y supe que no lo llevaba para nada bien tampoco. Y no quería ni saber lo que debía sentir él en esos momentos, porque él lo debía de estar pasando peor que yo, y ahí estaba, sentado frente a mí trabajando a pesar de lo que había perdido aquella noche en aquella cacería de la mafia.

Le susurre;

—Tengo que verla.

Cronos apretó su mandíbula y negó con la cabeza.

—No puedo hacerlo, Gato.

—Al menos dime como está.

Cronos carraspeó, tratando de mantener su seriedad, pero sus pensamientos debían de estar rondando en otro lado y lo entendía.

—Sigue en quirófano.

Miré hacia otro lado, perdido completamente.

Ahí hubo mucho silencio, sin que nadie dijese nada, hasta que, al rato, decidí hablar;

—Confesaré todo lo que sé. Todo para que esos hombres que se creen con derecho a todo como Magnus, se pudran en la puta cárcel —dije con rabia—. Pero con 2 condiciones... —En ese instante miré a Cronos con un rostro de pocos amigos.

Cronos asintió.

—Te escucho.

No me anduve con rodeos.

GATO: Deséalo y perderás [+18] ✔️ (COMPLETA)Kde žijí příběhy. Začni objevovat