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Apoyado sobre sus codos, con las manos unidas en un mismo puño, la cabeza colgando y con los brazos oponiendo una firme resistencia, toda la que podía, Miden recibía todo el poder de la pasión incansable de Hadrien. Sus manos enormes sostenían  su cadera o sus hombros. ¡Era tan fuerte!

Las sábanas debajo eran suaves y perfumadas, las almohadas muy cómodas, pero habían sido descartadas un rato antes.
La única luz entraba por la ventana era la blancura de la luna llena que hacía resaltar la ropa de cama y brillaba sobre su piel sudorosa y la de su Alfa.

Cada encuentro entre ellos era especial. Parecía que Hadrien no se cansaba de tener a Miden con él. En cualquiera momento y lugar terminaban enredados y anudando.

De repente sintió un peso ligero sobre el lugar en donde Hadrien lo sostenía.
Al girar el rostro vio a Sax, a horcajadas en su cadera, usando a Miden como su mueble. Simplemente se sentó en él para abrazar y besar a Hadrien y para que el Alfa lo abrazara.
¡El muy sinvergüenza!

¡Hadrien dejó de follarlo! Y decidió convertirlo en una adecuada superficie para acostar a Sax y penetrarlo.

No pudo evitar mascullar una maldición, mitad asombrado, mitad divertido.
¡Pero habráse visto tamaña desfachatez de ambos!
No solo le quitaron su turno.
¿Además era la mesa de trabajo?

Pero Sax era capaz de eso y de muchas cosas; como de extenderse sobre su espalda  para disfrutar del momento. Un escalofrío le recorrió al escuchar el gemido de dolor/placer de su novio por la bruta  intrusión del Alfa.

Miden no podría creerlo.

Pensando en la venganza, bajó el pecho y se escurrió de su honorable posición de mueble, rodando hacía un lado. Hubo un poco de lío y Sax terminó cayendo sobre el colchón, pegado al Alfa por las caderas. Sus piernas y brazos se extendieron a los lados y como cayó, se quedó, porque Hadrien no se detuvo por una minucia como un Omega despatarrado.

De rodillas en la cama, Miden miró a su novio gozar de las placenteras sacudidas que unos minutos habían sido su derecho. Parecía ajeno a todo lo que no fuera sentir al Alfa. Tenía los ojos cerrados, los brazos  relajados y la boca entreabierta.

Miden decidió ir a ese lugar a exigir una justa reparación por el robo en despoblado de su Alfa.
Sax aceptó encantado ser follado también por el otro extremo. Acomodó la cabeza de la mejor forma y Miden pudo deslizarse hasta la empuñadura por su garganta. Solo una vez, lento y profundo. Al retirarse, cerró  los ojos.
Sax tomó aire y sonrió, listo para la siguiente. Miden se empujó dos veces con gran lentitud y salió.

Cuando se acomodó para el tercer asalto, Hadrien insertó  dedos en su trasero lo que  casi le provoca correrse encima de Sax.

Tres profundas embestidas, más fuertes y lentas le obligaron a cerrar los ojos.

No pudo acometer de nuevo y eso que en la siguiente,  penetraría la boca de Sax tan despacio, que iba a ponerlo rojo.

Sax tomaba sin problemas  hasta ocho de aquellos embates. Nunca habían averiguado si el aire le alcanzaba para una novena ronda porque que ocho era el límite de Miden antes de correrse.

Pero Hadrien tiró de él, aferrando sus caderas. Tenía las garras expuestas y eso hablaba de lo muy caliente que estaba. Salió de Sax solo para hacer que la dura erección de Miden ocupara el mismo sitio. Ver a los dos chicos haciéndolo era hermoso. Ya había tenido la oportunidad de ser solo espectador de los amores de esos chicos.
Pero esa noche, Hadrien tenía el control total. Se deslizó despacio en el cuerpo de Miden, quien escondió el rostro en el cuello de Sax para resguardarse del placer que le recorrió desde dos frentes al mismo tiempo. Y su novio le pródigo caricias llenas de cariño mientras Miden lo follaba a él con la fuerza del Alfa durante unos minutos antes de gritar su orgasmo.
Hadrien no se detuvo; en cuanto anudara, Miden se correría una y otra vez dentro de Sax y ambos iban a disfrutarlo mucho.

Lobo Perdido Libro 2Where stories live. Discover now