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Sus piernas temblaban, apenas y podían sostenerlo. El sudor resbalaba por todo su cuerpo haciendo que su ropa se pegara, su cabello no era la excepción, incluso se podría decir que si lo exprimías saldría un pequeño chorro de "agua". 

El hombre musculoso con una sonrisa burlona lo hizo enojar. Entiende que es para su bien, pero no le tenían ni un poco de consideración. Está seguro de que tendrá moretones al día siguiente.

Todo comenzó cuando estaba durmiendo plácidamente en la calientita cama en esa fría ciudad, de pronto la puerta fue abierta con tanta fuerza que lo despertó sobresaltado. Por un momento olvidó donde estaba y pensó que aún se encontraba en su habitación en muelle de loto, que era una de aquellas veces en donde Madam Yu o Jiang Cheng llegaban para sacarlo de su cama, todo a causa de la mujer quien se excusaba con que era para llevarlo a su "castigo" por haber hecho algo incorrecto aunque el no tuviera nada que ver, era arrastrado por el cuello cual perro o como si fuera un vil delincuente para ser llevado a su sentencia, solo que hubiera preferido morir; las torturas y los azotes lo marcaron de por vida, el maltrato psicológico y físico le afectan tanto que al día de hoy, se pone a temblar cuando escucha un ruido fuerte. 

Cuando vio quien fue aquel que interrumpió de esa monstruosa forma dejó de estar alerta y tocó su pecho tratando de controlar su ritmo cardiaco que latía al mil. 

-Oh, lo siento- no lo sentía en realidad

-Vamos, vístete rápido, te espero afuera- Así como entró salió. 

¿Qué mierda fue eso? ¿Para que lo quería el rey demonio? Con esas preguntas en su cabeza tratando de ignorar el pasado o su miedo, se puso sus túnicas bien y se amarró la mitad de su cabello con un listón rojo que le fue regalado por YinYu.

Al abrir la puerta se encontró con Binghe esperándolo mientras miraba sus uñas. 

-¿Que sucede?, ¿Ocurrió algo?- Preguntó para llamar su atención. 

-Ah si, sígueme- Comenzó a caminar 

-¿Sabes manejar la espada?- Su tono era serio y Wei se sintió un poco preocupado. 

-Si señor- Respondió rápido. 

-Hmm- No se dijo nada más.

Cuando llegaron a otra habitación, Wei no pudo evitar mirar maravillado el contenido. Espadas, arcos, Látigos, lanzas, etc. Estaba bien equipado para armar a todo un ejército. Los Jiang y Jin estarían celosos.

Luo caminó inspeccionando las espadas, se paró en una que lucía vieja y un poco desgastada pero firme. 

-Hua no dijo nada, pero no importa si le doy esta- Acercó la hoja a su oído como si la escuchara y pasó su dedo índice sobre el filo.

-Vaya, estoy seguro de que sería buen contrincante de Xin Mo- 

Wuxian pensó por un momento que quizá era cosa de demonios hablar solos, como si conversaran con otra persona.

Con la típica indiferencia que carga Luo Binghe, le entregó el arma al humano y salió del cuarto sin detenerse. Cuando Wei atrapó la espada sintió una energía que le recorrió el cuerpo, le hizo cosquillas y tuvo una cálida sensación, salió rápido del cuarto y se puso a la par del demonio. 

Llegaron a un patio de la enorme mansión y sin advertencia alguna Luo se abalanzó con su espada enfundada sobre Wei que apenas y logró bloquear.

El demonio era un monstruo en el ataque, rápido y poderoso, el humano apenas podía contra el, la espada en si era bastante buena, se sentía ligera y fácil de manejar, aplicó un poco de energía resentida sobre ella para dar mejores ataques.

Dos reyes y su mortal (Luo x Hua x Wei)حيث تعيش القصص. اكتشف الآن