Simplemente Tuyo L.S.

Nido

... sabes pensaba escribirte unos versos, pensé que encontraría las palabras correctas en uno de los libros de poesía que tenía guardados en mi biblioteca, incluso pensé redactar uno yo mismo pero no puede encontrar ninguno que se parezca o al menos que logre describir lo que realmente me haces sentir con tan solo ver tu sonrisa, eres divino mi pequeño Louis, así que siento que esta nota sea una simple disculpa pero tan solo no hay palabras que te puedan describir, eres precioso mi omega.  

Harry.

Pd. Espero que te guste omega, quiero que lo uses en nuestra próxima cita.  

El pequeño castaño leyó la nota, y luego abrió la cajita que vino con esta, era un girasol hecho de piedras preciosas, las hojitas estaban formadas por jades y los pétalos eran pequeños topacios dorados que brillaban en su total esplendor cuando les llegaba la luz del sol. Louis tan solo sonrió y se apresuro al ponérselo en el cabello, era un pequeño prendedor que el omega adoro además que la cajita estaba impregnada del olor de su alfa. Adoro el regalo. 

- Te queda muy bien, cachorro - habló el alfa de la casa, viendo a su pequeño retoño más grande cada día.

- ¡ah! papá volviste - sonrió corriendo a los brazos de su progenitor - Te extrañe. 

- Yo también, cachorro, yo también - respondió acomodándole el adornito - Estas precioso, omega, lamento decirlo pero estar enamorado de ese alfa ruloso te hace bien. 

- Gracias papá - se sonrojo. Era extraño estar así con su padre que normalmente era muy estricto con él pequeño omega, quizá demasiado sobreprotector pero como su padre le decía, el era lo único que le quedaba, lo único que le recordaba  a su omega a su preciosa Jay, según el alfa, Louis era idéntico a ella y no solo por lo físico si no por la bella persona que se convirtió. Louis, no la recordaba mucho ya que se fue antes de que el castaño pueda tener memoria de ella, pero siente que la conoce por todos los relatos que su padre le contaba de pequeño y ahora también. 

- Sabes que las flores favoritas de tu madre eran los girasoles, ese tal Harry no es tan tonto como pensé.

- Papá, Hazz no es tan tonto.

- Es un alfa, Louis. Siempre somos más tontos que ustedes los omegas - contradijo haciendo reír a su cachorro.

- Dada - sonrió más yendo a abrazar a su padre.

- ¡oh! hace años que no me llamabas así cachorro ¿Qué es lo que quieres? - sospechó. 

- ¡Eh! Que no puedo ser cariñoso solo por que si y porque te extrañe - frunció el seño para luego jugar con las mangas del hoddie verde que estaba usando.

- Si, mi cachorrito pero te conozco, ya dime que quieres. 

- Es... hoy...bueno mi al... Hazz me  envió esto y mm esta... el es... el quiere - divago. 

- Si, lo se hoy será su segunda cita, me lo dijo esta mañana en el trabajo. Así que es mejor si te arreglas de una vez - corto el alfa  viendo al castaño pero antes de salir de su habitación  - y deja de balbucear para pedir algo, Louis. Sabes que no me gusta que me tengas miedo. No te di ningún motivo para que lo hagas - regaño. 

- Lo siento, dada. 

- Si ya, mejor si te apuras que creo que ese tu Hazz ya llego - dijo ya que se escuchó la puerta de la casa abrirse. 

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- Te vez precioso, Lou - se acercó Harry al omega al final de las escaleras.