𝐈𝐭'𝐬 𝐦𝐢𝐧𝐞© {Brightwin}

15

—¡Uh! ¡Oh! ¡Ah!—

Los chillidos del azabache resonaban por el lugar. El omega presionó en su orificio, allí en esa parte sensible de su glande, causando que a este le lagrimearon los ojos, por la nueva sensación. Metawin se agachó y dio unos cuantos besitos por su parte baja del abdomen y testículos. El castaño tenía tanta habilidad con la boca, usando su suave lengua para provocarlo volvió a ingresar su pene en su boca hasta la garganta, empezó a moverse adelante y hacia atrás, nuevamente, solo que esta vez no duró mucho.

Win empezó a desvestirse. 

—¿Lo vamos a hacer?– Preguntó.

—¿Tu quieres ponerla?

—No estás respondiendo a mi-

Se inclinó y lo besó de repente. Su mano subió rápidamente a la parte de atrás de su cuello, acercándose más, y el beso se convirtió en una serie de arañazos a su espalda, de gemidos excesivos.

Su lengua se deslizó entre sus labios inexpertos, susurrando sobre sus dientes, tocandose, y sus mentes entraron en una especie de congelación en cámara lenta.

Se echó hacia atrás un poco buscando aire, haciendo una pausa, escaneando con los ojos del alfa.

—Creo, que te quiero...–Susurró.

—¿Q-Qué? ¿P-Puedes r-repetir lo que a-acabas de decir? N-No t-te escuché.–Habló tembloroso

—Olvídalo.

Gruñendo, mordió su hombro. Chiva-aree gimió violentamente y le volteó sobre su espalda. Por un segundo fugaz, se alzó sobre él, luego se sumergió de nuevo en el estanque de pasión que aún fluía libremente entre sus labios. 

Phuwin bostezo, mientras servía su café en una taza. Metawin apareció, solo que esta vez parecía estar algo confundido y estresado, no con esa sonrisa maliciosa que lo caracterizaba.

—¿A qué hora llegaste ayer? No te escuché entrar.

—Roncabas como un anciano, claro que no me escuchaste.—Habló.

—¿Y cómo te fue? ¿Aprendiste algo?

—Nah...Y-Yo realmente no quiero hablar de eso.

—¿Por qué? ¿Qué sucedió?

—Uh...

Flashback...

—¡Bright he llegado! Traje lo que faltaba para rellenar la nevera...

Habló Mew, pero al parecer nadie respondía. Supuso que quizás estaba en la sala del segundo piso, y por eso no escuchaba absolutamente nada de lo que decía. 

—¿Bright? ¿Estás en casa?— Interrogó, desde las escalinatas.

—Hace cosquillas..espera...—Una voz desconocida fue escuchada por Suppasit, proveniente del sofá.

Lo primero que pensó fue que se habían metido a robar a la casa, ya que la entrada estaba sin seguro, caminó con sumo sigilo hacia donde venía la voz, en puntillitas, visualizó las piernas de dos cuerpos en el mueble. Agarró la escoba que estaba en la gabeta de limpieza, cerró los ojos, saltó por encima del sofá y gritó:

—¡AJÁ! ¡¡¡ADOLECENTES CALENTURIENTOS VALLAN A TENER SUS COCHINADAS A SUS CASAS NO A LAS DE EXTRAÑOS!!!—

El azabache se volteó con el escobazo que su hermano le había plantado, Metawin se escondió detrás del alfa cubriendo su desnudez. 

—¡Soy yo! ¡Soy Bright! ¡MEW DETENTE!—

Suppasit cesó los golpes y abrió los ojos. 

—¡¿BRIGHT?!—Exclamó asombrado.