𝐈𝐭'𝐬 𝐦𝐢𝐧𝐞© {Brightwin}

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—Por favor...quiero

—B-Bien, pero se cuidadoso.

Aún así, escuchando las palabras del omega, su boca devoró su cuello, lamiendo la piel, sintió su duro miembro contra su entrada, frotó su punta a lo largo de su abertura, un charco de su propio semen y placer goteando de el. Sin previo aviso, empujó dentro del omega, duro y rápido, este gimió con satisfacción. Tocó sus paredes, lo llenó por completo. 

—T-Te dije que fueras delicado conmigo..~

Se movió dentro y fuera de el aumentando su velocidad a medida que avanzaba. Su voz llenó el lugar con su exquisito dolor y placer.

—N-Nos v-van a descubrir, e-espera...¡Ah!~

Sus gemidos subieron de tono con cada embestida. Sus respiraciones se convirtieron en fuertes jadeos.

Su orgasmo también se acercaba rápidamente.

El cuerpo de Metawin se tensó bajo el, pero los movimientos salvajes de Bright solo continuaron hasta que los carnosos chasquidos de sus cuerpos chocando fueron ensordecedores dentro de la pequeña tienda. 

El omega gimió cuando su cálido semen golpeó su abdomen, y también el del contrario su cavidad.

Aún unidos, se deslizó encima de él, dando una vuelta al rededor de la tienda de acampar. 

Presionó la cabeza del miembro del azabache dentro de él ya que se había resbalado en el proceso,  lentamente se deslisó por su longitud. El omega no tenía miedo si estaba encima.

Observándo las expresiones que hacía al mirar como lo ingresaba, desaba desde hace mucho tiempo volver a ver ese rostro de esa manera.

Su cuerpo estaba tenso, estaba húmedo y le gustaba el placer que montaba al borde del dolor. Le gustaba la sensación de empujarlo hacia adentro cuando estaba demasiado apretado para su tamaño. 

Aunque de igual forma se sentía algo cansado, quizás fue porqué lo anudó muchas veces.

Cualquier otra cama ya se habría roto por la fuerza. Cada vez que sentía que estaba cerca de terminar, presionaba su garganta, lo suficiente para distraer y retrasar su liberación. Sin embargo llegó a un punto de quiebre, y no pudo contenerlo.

El omega se desplomó en el pecho del contrario, ambos bañados en sudor, casi ahogándose por el calor, y con uno que otro cabello pegados en sus frentes. 

Sin duda el fulgor del momento los había dejado exhaustos. 

—Me tendrás que cargar mañana...no podré caminar.

—L-Lo siento m-mucho, a-aunque n-no p-podemos separarnos de n-nuestras parejas.

—¡Ugh! Olvidate de eso, vas a ir conmigo mañana, no quiero que Gun esté contigo, no me gusta.—frunció las cejas.

—N-No le h-hablaré si e-es lo q-que q-quieres..

—Bright, me pone celoso, no quiero ni que lo veas.

—O-Oh..u-uh ¿c-celoso?

Lo miró al los ojos tratando de no sonar nervioso, pero sin embargo volvió a parecer un tomate, rojo hasta el cuello.

—Sí, siempre es resbaloso contigo. Parece una babosa, de esas parecidas a los caracoles. 

—O-Oh..

—Me enoja eso, tu hermoso cuerpecito de cerebrito es mío.

—¡W-Win..!—Chilló el alfa.

—No hagas ruido papi.

Sin duda eso lo terminó de matar, Bright se había ido, parecía que hubiera sufrido una quemadura en su rostro por estar tan rojo. Y ahora sus ojos estaban mirando un punto fijo, y no podía salir de ese shock.