𝐈𝐭'𝐬 𝐦𝐢𝐧𝐞© {Brightwin}

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Las cosas eran extrañas para los dos, o al menos para Metawin. La mayoría de los alfas que lo invitaban a salir siempre tenían en la mente una cosa "SEXOOO" Pero obviamente el omega ya sabía de las intenciones de cada uno de ellos, simplemente pata nadas, solo hacía lo posible por retrasar ese pedido, para que lo llenasen de regalos, mimos, demás. Y a la final y como siempre, dejarlos con las ganas. El sabía perfectamente que la mayoría de alfas que pasaron siendo sus novios o algo, eran guapísimos, pero tanto como de hermosura tenían, eran tontísimos. Y el castaño detestaba eso, no iba a entregarle lo más preciado a un idiota.

Aunque Bright no lo era.

—Creo que ya pasamos el Cinema...¿A dónde me llevas Vachirawit?—Preguntó.

—N-No te asustes, es un autocine, me dijeron que pasarían una película bonita.—

—Uh...—

—N-No tendremos q-que salir del a-auto...Estaremos los dos solos dentro.

Win sintió como sus mejillas se calentaban, parecía un tomatito bien rojito, aún con el rubor. 

—Recuerda que debes dejarme temprano en casa.

Cuando llegaron, al parecer la película ya estaba por comenzar, la mayoría de estacionamientos estaba lleno, así que les tocó ir al final, por suerte la gran pantalla se veía perfectamente. Todo estuvo bien, pero, cuando el aburrimiento se apoderó del omega, al contrario, Bright parecía emocionado al ver cada escena.

De un segundo a otro el castaño dejó caer su cabeza en el hombro del más alto, causando que este se entiesara. Parecía que tenía un ataque de epilepsia, todas sus extremidades temblaban, se acomodó los lentes con dificultad, tratando de no gritar. 

—¿Por qué tiemblas tanto? ¿Me tienes miedo?— Interrogó.

—T-T-Tú siempre haces movimientos bruscos...

—¿Qué tiene eso que ver contigo?—

—Y-Yo no sé lo que vas a hacer, eres impredecible.

—Quizás sea verdad, quizás no...¿Quieres que me vaya?

—No te alejes...—Susurró.

—Entonces no me moveré.

Bright tragó saliva y observó la delicada mano de Win que descansaba en el asiento del coche, dudo un poco; sin embargo, se llenó de valor, lo tomó de la mano. Y con sus dedos ya entrelazados observó como los créditos aparecieran finalizándolo todo. 

—¿Q-Que te pareció?—Preguntó Vachirawit.

—Ya la había visto, pero no completa.

—Uh...Me hubieras dicho, habríamos visto otra.

—No, está bien, no cualquier alfa te lleva a un autocine a ver una película romántica y te deja recostarse en su hombro.

El azabache se sonrojó a tal grado, que parecía un pimiento rojo de mercado.

—Eso significa que..¿Te agradó todo?—

—Si..

—¿Y a ti te gustó?

—Si me gustas...D-Digo, s-si..—

Hubo un silencio algo incómodo, el castaño esbozó una sonrisa ladina y habló.

—Mmm ¿Entonces te gusto? ¿Qué tanto?

—Yo...Tu y-ya l-lo s-s-sabes.. n-no y-yo...b-bueno q-q-q-quizás..—Parecía una grabadora vieja cuando hablaba, estaba rojísimo hasta las orejas. 

—Dime Chiva-aree ¿Cuánto me quieres?

—A-A-Ah e-es q-q-que....uh..—

—Sabes...Te vez jodidamente sensual cuando te pones nervioso.

—¿Q-Q-Que? 

—No tienes idea...—

Lo acercó rápidamente para besarlo.