Capítulo 8

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Me meto a mi baño, porque después de todo lo que pasó hoy necesito relajarme y qué mejor que un largo baño. Sumerjo mi cabeza y todo mi cuerpo en la bañera, me dejo invadir por la cálida agua que arropa mi piel, cierro los ojos y mi cuerpo entra en un estado de relajación completa.

Esto se siente bien.

Eres hermosa.

Sonrío inconscientemente ante el recuerdo de Adriel diciéndome que era hermosa.

Y ahora la tranquilidad de mi mente se esfuma por completo, ya que cada vez que él entra en mi mente vuelve todo un caos emocional, si él tiene novia ¿por qué me escribe? Si la ama ¿por qué esta interesado en mi? ¿Por qué yo estoy interesada en él? Esto es una tortura total. Nunca me había gustado alguien cuando por fin me gusta es totalmente imposible.

20 minutos después salgo del baño y me visto perezosamente.

Me recuesto en mi cama y froto mis manos en mi cara en frustración.

Si tan solo lo pudiera sacar de mi mente todo sería mucho más fácil.

Joder esto es tan difícil.

Cierro los ojos y me quedo dormida cayendo en un sueño profundo.

— Rachell, ¡Rachell!— me levanto de un brinco de mi cama, escucho una voz familiar, llevo las manos a mi cabeza y masajeo mis sienes por la corriente de dolor que llega a mi cabeza por pararme muy rápido.

— ¡Rachell!— mi mamá vuelve a llamarme desde la cocina— Voy— respondo dentro de un bostezo.

Miro la hora en mi teléfono y son las 9:30pm rayos sí que dormí, pero aún tengo más sueño, creo que hoy tengo lo que yo le llamo un gran caso de flojeritis, otro bostezo me invade y salgo de mi cama y comienzo a bajar las escaleras…

No he terminado de bajar cuando veo a mi mamá muy bien vestida.

Lleva puesto un lindo vestido negro que se pega muy bien a su gran figura, con unos tacones dorados muy hermosos, su cabello cae alrededor de su rostro y se ondula en las puntas, su maquillaje está muy bien hecho y resalta sus hermosos ojos color café.

— Uy y ¿a dónde va tan arreglada la Sra Bail— le digo levantando las cejas de arriba abajo.

— Pues tu queridísimo padre me invitó a una cita esta noche, y quería decirte que tu cena está en el microondas y que cierres todo con llave porque no sé a qué hora regresemos, yo me llevaré mis llaves así que cierra con las tuyas y me tengo que ir porque tu padre me está esperando en el auto, Adiós mi amor te amo.

— Está bien mamá yo cierro todo, adiós también te amo.

Mi mamá sale de la casa y yo cierro todas las puertas y saco mi cena del microondas y subo a mi cuarto, comienzo a comer el hambre que tengo es de como si no hubiera comido en dos años.

No exageres Rachell.

Y tan rápido como empiezo mi comida la termino, pongo el plato a un lado de mi cama y me dejo caer hacia atrás con la vista en el techo, me vuelvo aquedar dormida gracias a mi flojeritis de hoy.

Abro mis ojos y veo pequeños rayos de sol entrando por mi ventana, veo la hora en mi teléfono y son las 6:05am me levanto y voy hacer mi rutina matutina al baño, me visto y bajo, cuando llego a la cocina mi mamá está sentada en la mesa como de costumbre y yo me siento a comer.

¿Sera que doña sal podrá desayunar hoy?

— ¿Cómo les fue anoche?

— Fue una noche... maravillosa— mi mamá suspira y sigue tomando su café y yo solo le sonrío.

Tecla a Tecla (Libro I)Where stories live. Discover now