Capítulo 17

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Me quedo en la puerta porque escucho esa melodía hermosa que Adriel estaba tocando la otra vez en la sala de ensayos de la escuela.

Es realmente hermosa.

Entro con cuidado y él está muy concentrado tocando, yo me siento lentamente en el mueble rojo frente al piano, arrugo un poco las cejas porque me duele hasta para sentarme y creo que él logró lo que quería.

Quiero que cuando camines te acuerdes que estuve dentro de ti.

Ahora sí puedo decir que estoy muy dolorida.

Pero feliz.

Salgo de mis pensamientos y volteo a ver Adriel que ya ha parado de tocar y me está mirando detenidamente.

Yo le sonrío y él me devuelve la sonrisa.

— Ven— me ordena, yo me levanto como una viejita y él se ríe de forma burlona.

— A mí no me da risa.

— Eso es para que tengas claro que eres mía y de nadie más.

Mi cara habla por mí poniéndose muy roja.

— Me encantas.

— Creo que vinimos a ensayar— digo dedicándole una sonrisa.

— Ok, ok como usted ordene.

Adriel pone sus manos sobre las teclas y comienza a tocar.

Él toca increíblemente bien, obviamente porque es profesional en lo que hace, pero me pregunto ¿por qué no trabaja como pianista?

Si le encanta mucho ¿por qué no hacerse notar?

Bueno me imagino que él debe tener su percepción clara, de lo que quiere hacer.

Él llega al final de su parte y es el momento en que yo tome riendas del asunto.

Él se arrima un poco para que yo pueda quedar en el centro del piano y comenzar a tocar, tecla por tecla mi gran obra erótica.

Siempre que toco me dejo envolver mucho por la música y me encanta, algún día me gustaría ser una gran pianista famosa.

Aunque mis padres siempre me digan que la música solo es un pasatiempo.

Para mí es mucho más que eso, para mí es mi sueño, mi meta, lo que me inspira a esforzarme más.

Aunque ellos no crean en mí, pues yo si lo hago.

Decidido seré una gran pianista.

Adriel pone su mano en las otras teclas porque es el momento donde tocamos los dos juntos.

Él tiene una mitad del piano y yo tengo la otra.

Pero él comienza cambiar el ritmo y yo me detengo...

Él está tocando aquella melodía hermosa y de verdad queda muy bien con nuestra obra, es el toque que le hacía falta.

Pero me parece raro que la tocará, porque él había dicho que esa melodía era muy importante y personal para él.

— Sip, la usaremos— dice terminando de tocar— Pero dijiste que era muy importante para ti.

Él me mira— Sí lo es, y siempre lo será, esa melodía la compuso mi madre. Ella era una increíble pianista, esa melodía la compuso especialmente para mí. Y quiero honrarla haciendo que llegue a los oídos de personas que hagan que su música sea conocida, como debió haber sido.

— Tú mamá debe de estar muy orgullosa de ti, donde sea que este— digo mirándolo a los ojos y dedicándole una sonrisa— Tus padres también deben estar muy orgullosos de ti.

Tecla a Tecla (Libro I)Where stories live. Discover now