CAPITULO 7. Una conversación

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Si había una parte de su trabajo como máximo comandante del ejército real que Yoo Jonghyuk despreciaba, esa parte era todo el papeleo que tenía que hacerse cada vez que la emperatriz solicitaba una rendición de cuentas. Así mismo, había que tener siempre actualizados los listados de los guardias y los sueldos de todos y cada uno de ellos...

Cuando más ocupado estaba en esa parte fastidiosa de su trabajo, alguien llegó a avisarle que el Rey Dokja quería verlo.

Curiosos a su pesar, el emperador permitió que el rey entrara a su despacho.

-Ah, emperador – saludó el rey demonio con la misma sonrisa extraña de antes nada más puso el primer pie en el interior – espero no haberlo interrumpirlo en lago importante.

-Directo al grano.

-¿Eh?

-¿Por qué desea verme?

-Para pedir un recorrido por el palacio – dijo el otro pasando por alto la forma dura de las palabras del emperador.

-¿Un recorrido?

-Sí. Su alteza Anna dijo que me darían un recorrido por los terrenos accesibles pero nadie lo ha hecho hasta ahora y el palacio es tan inmenso que temo perderme si voy a explorar por mi cuenta.

-¿Perderse? Eso suena ridículo.

-No para mí. Tiendo a perderme cuando llego a lugares que no conozco y no quiero que eso me meta en problemas más tarde.

-Si ese es el problema le pediré a uno de los guardias que...

-De hecho esperaba que usted me mostrara el lugar ¿o es mucho pedir?

Con desconfianza, Yoo Jonghyuk comenzó a analizar a Kim Dokja.

Casi todos siempre le temían, pero este hombre le hablaba con una gran sonrisa en el rostro; de hecho su voz era amigable a pesar de que a primera vista parecía la de alguien arrogante e incluso la luz con la que se veía en sus ojos cuando estos se fijaban en el emperador era algo sumamente interesante.

A decir verdad era sólo porque Yoo Jonghyuk tenía mucho trabajo que había considerado rechazar a este Rey al que además sus instintos de guerrero le decían que debía de mantener vigilado, pero al final decidió que lo mejor era no ofender al Rey Demonio y además, al acompañarlo bien podía aprovechar la oportunidad para espiarlo un poco y tal vez hasta interrogarlo sobre las intenciones para las que buscaba negociar con el Imperio Central.

-Estoy ocupado, así que tendrá que ser un recorrido rápido – decretó por fin.

-Prometo que no será muy tardado. Gracias por aceptar mi pedido.

-Venga por aquí.

La formalidad de la ocasión dictaba que el emperador llevara a su invitado a los sitios más ostentosos de los salones públicos, pero ya que en esos lugares "el amante imperial" era tema favorito de conversación, en lugar de eso Jonghyuk guio a su invitado por todos los pasillos aledaños del palacio... hasta que llegaron a la biblioteca del ala este y el Rey Demonio miró los estantes de los libros con los ojos bien abiertos y la boca colgando como si fuera a comenzar a babear en cualquier momento.

Yoo Jonghyuk no pudo resistirse a burlarse de él y, en vez de ofenderse, el Rey Demonio simplemente se sonrojó y trató de esconderse detrás de un florero de la forma más ridícula posible.

Después de eso continuaron caminando alrededor de las fuentes, dieron un ligero recorrido por los jardines de rosas (en los que el tonto de Kim Dokja en lugar de decir algo sobre lo exótico de las plantas sólo comentó que serían un lugar agradable para leer) y, cuando el emperador sugirió que podía llevar al invitado ahora a la biblioteca del ala sur, una voz en las proximidades acabó con todo el buen humor de Yoo Jonghyuk.

EMPERADOR SUPREMO DIVORCIADOWhere stories live. Discover now