EMPERADOR SUPREMO DIVORCIADO

CAPITULO 13. Una noche extraña

Ya una vez terminado el banquete especial, Yoo Jonghyuk se dirigió al lugar donde se encontraba reposando King, ya que la emperatriz lo había llamado.

Aunque la verdad sea dicha él ya no quería involucrarse más en ese asunto, este era el tipo de cosas que el Comandante Supremo del Ejército Imperial no podía pasar por alto independientemente de sus sentimientos personales.

El emperador entró entonces a la habitación, y observó a Anna sentada en el borde de la cama donde el dokkaebi se encontraba desmayado con la frente cubierta por un trapo con agua fría para calmar la fiebre que le había dado.

Tenía sentimientos encontrados al respecto, claro está: Anna Croft alguna vez lo había cuidado a él de la misma forma cuando regresó malherido de un enfrentamiento, pero eso fue incluso antes de que se llevara a cabo su matrimonio arreglado y desde ese momento en adelante ella jamás había vuelto a cuidar personalmente de una sola de sus heridas.

-Su majestad vino a verlo. Me retiro – anunció el líder de la guardia real, y se marchó dejando completamente solos a los emperadores y al amante.

La habitación se quedó en un completo silencio incómodo por un momento, pero después Anna Croft lo rompió.

-¿No tienes nada para decirme, emperador?

No. ¿Qué tenía él que decirle a esa mujer y en una situación como esta?

-¿Por qué pediste verme Anna?

-Veo que no te preocupa en lo más mínimo lo que sucedió.

-¿Eso es lo que piensas? Pues sí, me enteré de lo que pasó con King. Sé que estas molesta porque ahora tienes que hacer el control sobre los daños a su reputación y tal vez a la tuya también... pero si las cosas se salieron de tu control es no es culpa mía, así que no tienes por qué desquitarte conmigo.

-Tú naciste en una familia de alto rango; tienes riquezas, poder, ingenio y también atractivo. Y ahora además de todo también eres emperador.

-Anna...

-¡Pero King empezó sin nada! Es ingenioso y bello pero nunca pudo aprovechar esos dones – comenzó a decir Anna Croft intentando sonar lo más relajada posible, y a la vez intentando realmente que Jonghyuk entendiera a King a pesar de que ella era la menos apropiada para decir ese tipo de cosas –. Al fin después de tantos años de opresión y sufrimiento él empieza a soñar con las cosas que nunca pudo tener antes de conocerme y por eso...

-¿Por eso es que tratas de poner a sus pies incluso las cosas que no te pertenecen?

-Emperador, deberías relajarte. King no te ha hecho nada.

Nada... sólo me arrebato a mi esposa – pensó el emperador amargamente mientras apretaba sus puños con fuerza al notar la mirada imperturbable de esa mujer.

-Yo sólo digo que al relajar tu actitud podrías ahorrarme una carga innecesaria de trabajo.

-Anna, King es tu amante así que tú respondes por él. No es mi responsabilidad ocuparme de las preocupaciones de un tipo como él y en todo caso tampoco de este tipo de preocupaciones tuyas.

-No espero que seas responsable por él pero ¿no puedes dejarlo en paz? – Dijo la mujer con una mirada fría – Tan solo ayer lo insultaste a propósito delante de varios dignatarios extranjeros con la complicidad del Rey Dokja.

-Yo simplemente dije lo que sabía, ya que conocía la verdad. Una vez más no es culpa mía que ese tipo imprudente tratara de mentir al Rey Dokja a la cara y luego además ni siquiera tuviera el ingenio para sostener sus mentiras.