CAPITULO 18. El futuro demonio delirante

1K 164 88
                                    

De pésimo humor, el emperador llegó a la puerta de su habitación sin poder sacar de su mente la duda de por qué King le había hecho una pregunta así sobre la Duquesa Tuania.

Él no había escuchado nada al respecto y tampoco Hyunsung había acudido a él en busca de ayuda, así que...

-Namwoon... ¿Tú has oído rumores malos sobre la Duquesa de Tuania? – preguntó a su aprendiz con voz grave.

-Si los hubiera escuchado me habría asegurado de poner en su lugar a los hijos de perra que se atrevieran a...

-Namwoon.

-En realidad yo no me entero de los rumores... aunque ahora que lo pienso escuché que el vizconde Landre comenzó a actuar como un cachorro enamorado después de bailar con la Duquesa en la ceremonia de año Nuevo... o algo así. No estoy seguro, es decir, creo que así lo dijeron las chicas que lo estaban platicando pero en eso Jihye regresó de su entrenamiento matutino y eso me distrajo...

-Namwoon, concéntrate.

-¿Eh? ¡Ah! ¡Sí capitán!

-Mira, hablaré con Hyunsung pero avísame de inmediato si escuchas rumores cuestionables. No sabemos qué es lo que puede estar tramando ese dokkaebi y prefiero no ser tomado por sorpresa otra vez.

-¡Entendido!

-Ah, y Namwoon...

-¿Sí, capitán?

-Pude sentir el calor.

-¿Eh?

-Tus llamas. Estabas por tratar de lanzarle fuego a King ¿no?

-...

-Respóndeme cuando te hablo.

Estremeciéndose por la rudeza de la voz de su emperador, el chico peliblanco bajó la mirada y se mordió los labios mientras apretaba los puños.

-Yo... no es que fuera a lanzarle el fuego – admitió sin atreverse a mirar al otro a los ojos –. Tal vez asustarlo un poco...

-¿¡Estás jugando?! Namwoon...

Yoo Jonghyuk habría reprendido y castigado a su segundo aprendiz en ese justo momento de no ser por la forma en la que el adolescente hizo algo sumamente extraño en él y desvió nuevamente la mirada mientras se retorcía los dedos.

Eso ciertamente era algo raro en alguien con la actitud retadora de Kim Namwoon, es decir la única vez en la que su segundo aprendiz se había comportado de esa forma frente al Comandante Supremo del Ejército Imperial había sido cuando poco después de entrar a su servició prendió fuego a su espada de forma accidental y...

...y la comprensión llegó en ese justo momento.

-Tú... acaso ¿Eso no fue algo intencional?

Ante el tono ya menos severo, el peliblanco guardó silencio.

-¿¡Kim Namwoon!?

-No me estaba esforzando especialmente para crear las llamas, si es eso a lo que se refiere el capitán.

La mirada del emperador sobre el peliblanco era la de alguien preocupado y lo hizo bajar la cabeza. A pesar de eso, al final el emperador simplemente soltó un suspiro cansado e indicó al otro que se sentara.

-Namwoon, sabes bien en qué tipo de problemas puedes meterte si permites que tus habilidades se salgan de control.

-Sí, lo sé capitán. Pero le juro que yo no...

-Lo sé Namwoon, lo sé.

Kim Namwoon jamás lo admitiría en voz alta porque mostrar debilidad en el palacio imperial era abrir una invitación a que otros para que te pisotearan... pero lo cierto es, el que el joven estaba asustado.

EMPERADOR SUPREMO DIVORCIADOWhere stories live. Discover now