CAPITULO 11. Después de la cena

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-¿No buscaba renovar su reputación? – Reclamaba con una mirada de fuego Han Myungoh.

-¿Acaso esto es "actuar con prudencia" para usted? – también protestaba Gilyoung con su manos sobre su frente, y moviendo su cabeza en señal de negación.

-...

-Sólo tiene que hacer lo que hizo siempre – insistió el hombre bien vestido –. Sea astuto y aproveche la información que conoce, usé tácticas encubiertas y estafe a los demás sin que se den cuenta de que han sido estafados. ¿Por qué se lo pone más difícil? Y además ¿hacía falta criticar a la emperatriz tan abiertamente? ¡Todo nuestro espionaje habrá sido en vano si usted es tan poco sutil, su majestad!

-¡Sí! ¡Si alguien descubre algo entonces mis insectos habrán recorrido todos estos kilómetros en vano!

En lugar de mostrarse ni siquiera un poco arrepentido, el rey miró a las dos personas frente a él con cierto aire de nostalgia.

-Esto... ¿majestad?

-No estamos en público – murmuró el hombre en voz baja – no tienen que ser tan formales si no estamos en público.

Los ojos de Han Myungoh se abrieron ligeramente como si acabara de caer en la cuenta de la verdad de las palabras del rey demonio... y luego su expresión se suavizó.

-Esto ha sido realmente difícil para ti ¿cierto Dokja-ssi? – preguntó el hombre bien vestido mirando como si notara por primera vez el semblante algo gastado del hombre frente a él.

El rey demonio suspiró de forma cansada.

-No más difícil de lo que han sido las otras cosas que hemos hecho... pero ambos tienen razón, lo que hice en esa cena fue algo sumamente imprudente y desconsiderado hacia el trabajo que han estado haciendo ustedes. Lo siento en verdad.

-Tú... - Myungoh bajó la mirada – no tienes nada que qué disculparte. Mira, sé cómo eres así que... bueno... no me esperaba... Dokja... estoy sorprendido. No pasa a menudo pero supongo que el emperador Yoo Jonghyuk realmente debe interesarte mucho como para sacar a relucir esa faceta tuya.

-¿Eh?

-Olvídalo – dijo Myungoh con una sonrisa exasperada por lo torpe que era el otro hombre para entender sus propios sentimientos –. Como sea ¿los planes siguen como antes o algo va a cambiar después de que molestaste tan abiertamente a la emperatriz profeta?

Kim Dokja se mordió los labios.

-Lo que salió de todo esto es que pude comprobar que Anna Croft no puede predecir mi futuro, así que en ese sentido tenemos por lo menos un poco de libertad para continuar con lo que hacemos sin riesgo de que nos embosque con anticipación.

-¿Estás completamente seguro?

-Sí... lo noté por la cara de sorpresa que puso cuando comencé a antagonizar a King.

-Entonces ¿fue por eso que esa cena se salió del control de la emperatriz?

-Sí. Por más que se concentró ella no pudo ver el fututo por el simple hecho de que yo estaba involucrado, y eso ocasionó que la situación escapara de sus manos. Ahora sospecho sin embargo que va a enfocar su energía en mejor hacer el control de daños y que va recurrir a métodos un poco más convencionales para vigilar nuestras intenciones.

-¿Por qué sonríes así? ¡Ni que estuvieras dando una buena noticia!

-Lo es y no lo es. Por supuesto ahora lo importante será que quien nos espíe vea sólo lo que nosotros queramos que vea.

-Entonces ¿cómo vamos a sacar partido de eso?

-Eso es algo que tenemos que analizar y meditar. Anna Croft es una mujer sumamente peligrosa y su capacidad de predecir el futuro es sólo la mitad del porqué de ese peligro.

EMPERADOR SUPREMO DIVORCIADOWhere stories live. Discover now