Through Her Eyes - Español -

Cap. 11 Deseo a una Estrella

Cuando Lauren despertó, Camila se había ido.

La cama estaba vacía, las mantas puestas en su lugar. La pijama que Lauren le había prestado a Camila estaba cuidadosamente doblada y puesta en el suelo del armario.

Lauren miró a la habitación vacía, sorprendida. Ella había estado esperando la compañía de Camila, escuchar algunos CD en el estéreo o mostrarle a  Camila el videojuego con todas las cosas brillantes y pequeños personajes que había comprado porque parecía algo que Camila encontraría divertido.

Lauren nunca pensó que Camila podría irse mientras dormía. Podría Camila realmente estar tan ansiosa por volver al edificio en ruinas en donde vivía? ¿Qué había allí para ella? Un reloj de lujo que probablemente fuera robado, una colección de cosas que otros habían  hecho bien en tirar, una sudadera, un amigo llamado Michael que aun faltaba probar que fuera humano.

Con el ceño fruncido, Lauren cerró la puerta de la habitación de invitados en silencio detrás de ella, caminando por el pasillo hacia la cocina. Tristemente, Camila no estaba allí tampoco, aunque varias cosas que había tirado en la basura ahora estaban sentados inocentemente en el mostrador de la cocina. Una cuchara doblada, una flor de porcelana agrietada que había pertenecido a la abuela de Lauren, una cascara de manzana.

"¿Qué demonios tiene con las cascaras de manzana?" Lauren preguntó el silencio. Su única respuesta fue más silencio.

Agarro la manzana a medio, lanzándola al aire y atrapándola en su palma de nuevo. Lauren estaba extrañamente reacia a tirar alguna de las cosas que consideraba basura de nuevo en el bote de basura. Si valían algo para Camila ...

Lauren suspiró y dejó la cascara de la manzana en la ventana para que se secase, dejó la cuchara en el lavavajillas, y colgó de nuevo la inútil flor de porcelana sobre su clavo en la pared.

Cuando abrió la puerta de atrás al porche, con cuencos de comida para gatos en la mano, Lauren se sorprendió al encontrar a Elvis sentado allí con otros seis gatos, todos mirándola con impaciencia.

"¿Dónde está Camila?" Lauren le preguntó al gato negro. Elvis la miraba con ojos conocedores. Mientras mas Lauren miraba a Elvis más pensaba que este podría estar alzando la ceja de la manera en que Camila lo hacia cuando pensaba que Lauren estaba siendo especialmente tonta.

Lauren se estremeció y dejó la comida para gatos con la esperanza de distraer al gato. "Cállate."

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Lauren esperó ansiosamente esa noche, pero Camila nunca llegó.

Sin embargo, no podía obligarse a dejar de esperar, a renunciar e ir a la cama. ¿Qué pasa si Camila aparecia para buscar en su basura al minuto en que Lauren se daba la vuelta? ¿Y si ella venia y Lauren no se daba cuenta? ¿Y si ella no tocaba el timbre, no alertaba a Lauren de su presencia, y Lauren se dormia durante su visita y Camila se fue a su casa en la oscuridad y fue atropellado por un coche y murió en el asfalto y Lauren nunca supo de éso y ella seguía esperando, pero Camila nunca llegó porque Camila había desaparecido al igual que todos los demás?

Era posible.

Así que Lauren esperó y esperó, y finalmente cruzó los brazos sobre el alféizar de la ventana y se quedó dormida.

Cuando se despertó de nuevo, Camila todavía no estaba allí. Habia luz a fuera, el sol estaba demasiado brillante a través de la ventana y en los ojos de Lauren. Lauren miró al odiado sol, haciendo una mueca. Ella sacudió las cortinas cerrandolas, se arrojó sobre la alfombra y se volvio a dormir.

Quizás Camila estaría allí la próxima vez que se despertaba.

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No era justo, perder dos veces a Camila así. Lauren era aficionado a la rutina y la rutina de Camila era que ella venia a ver a Lauren todos los días; a Lauren le gusta esa rutina, estaba acostumbrada a ella, a gusto con ella. Todas las noches después del trabajo mientras esperaba y todas las noches después del trabajo Camila llegó a buscar en su basura. Ese era el trato y a Lauren le gustaba.