35. Cachorro (Maratón 2/3)

1.1K 166 68
                                    

Mike

Dafne se tuvo que ir porque sus  padres mandaron a buscarla, así que decidí ir a la enfermería para ver cómo estaba Daimon porque no podía ir a entregarle el sobre a Philips si sabía que Alaia se preocuparía por su hermano si se pone mal y yo no ayude en nada.

- No puedes entrar- me avisó Noah deteniéndome, lo cual me hizo sentir confundido y él lo noto.

¿Por qué? 

- ¿Daimon está mal?- cuestioné asustado.

Noah negó y suspiro.

- Está bien... Relativamente- se rascó el cuello nervioso- Alguien bebió de su sangre y no le saco el líquido que deja la mordedura, esa sustancia es muy dañina para los lobos y si dura mucho en nuestro sistema nos debilita por eso Daimon se desmayó- me explico en tono bajo para que nadie lo escuchará.

Y lo dijo de tal modo secreto porque está prohibido que los vampiros muerdan o se alimenten de los lobos. Si alguien más se entera, Daimon y el vampiro que lo mordió estarán en problemas.

- ¿Qué está haciendo Massimo? ¿Va a delatarlo con los directivos?- pregunté nervioso.

Noah negó de inmediato, lo cual me tranquilizó.

- Está utilizando sus feromonas de alfa para limpiar el cuerpo de Daimon, lo está ayudando- respondió.

Por un lado, me confunde que Massimo que conocemos este ayudando a alguien, pero tal vez la última misión lo volvió bueno.

- ¿Es para mí?- cuestionó Noah, señalando las papitas que no había soltado aún con todo lo sucedido.

Sonreí al ver su cara de emoción y asentí, cuando esté se apresuró a cogerlas, utilice mis poderes para moverme de lugar para que no agarrara, estás 

- Solo si me das un abrazo- pedí haciendo un puchero.

Este en un inicio negó, así que decidí volver a moverme de lugar aprovechando que podía desplazarme tan rápido como quisiera. Noah miró a nuestro alrededor y me agarró de la mano deteniendo que lo siguiera mareando antes mis movimientos rápidos,  me llevo  al área de la enfermería que estaba cubierta con cortinas evitando que los demás nos vean.

Mi mejor amigo dejando su imagen de lobo frío y serio que detesta ser cariñoso, abrió sus brazos y yo corrí a abrazarlo, desde pequeño estar así con él me tranquiliza, su olor y su temperatura me hace sentir seguro. 

- ¿Cuándo dejaré de caer en tus estafas?- pregunto acariciando mi cabello con cuidado como si estuviera peinando este.

Levanté mi mirada para verlo y sonreí al ver que sus ojos tan peculiares me miraban como si fuera lo único que importará.

- Son tratos justos- me defendí haciéndome el ofendido.

La diferencia de estatura era obvia y no me molestaba en lo más mínimo, al menos cuando se trata de Noah nada me disgusta.

- ¿Justo?- reprochó agarrando mis mejillas para apretarlas- Con tu cara de cachorro y unas papitas me manipulas fácilmente- se quejó apretando mis cachetes.

Me reí al ver que este trataba de fingir enojo cuando en realidad solo disfrutaba que lo molestará.

- ¿Parezco un cachorro?- pregunté levantando más mi rostro, disfrutando de la cercanía.

El dejo de pellizcar mis mejillas y acarició estás que se sentían adormecidas.

- Si y más cuando tus mejillas se ponen rojas, te ves tierno e inocente- sonrió al decir lo anterior antes de bajar un poco sus manos hasta llegar al área de mis caderas.

AMOR ESCRITO CON SANGRE (PRIMER LIBRO DE LA SAGA AES)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora