AMOR ESCRITO CON SANGRE (PRIMER LIBRO DE LA SAGA AES)

47. Lo recuerdo todo

Vincent estaba tan rojo que me daba ganas de molestarlo más, podría dar un solo paso y besarlo, pero no quería asustarlo.

— ¿Por qué tienes su ropa?— pregunto cambiando de expresión, una idea que pasó por su cabeza hizo que se sintiera irritado, se notaba.

No puedo decirte la verdad, probablemente te asustes si te cuento lo que soy capaz de hacer únicamente por diversión. 

— Algo paso y me ensucié la ropa, él me prestó su baño y...— Vincent con sus brazos abrazo mi cintura y de repente nos teletrasportamos.

Estábamos ahora en su habitación, este se alejó de mí y se fue a buscar algo.

— Báñate— me entrego una toalla y ropa limpia.

Estaba pensando algo, se notaba que estaba molesto, estaba haciendo pucheros y moviendo la nariz.

— No puedo, tengo que regresar a mi habitación, si me quedo aquí tendré problemas — me negué a recibir la toalla con la ropa.

Recordé que su madre en toda la cena me miró como si quisiera desaparecerme, no le tengo miedo, pero sé que si me la ganó como enemiga podría volverse una piedra en los zapatos.

— ¿Y por qué no te negaste con ese tipo?— cuestionó de forma que para mí sonó tierna— Te bañaste en su cuarto y él es peligroso, podría atacarte y...— lo silencie con mis labios, dejándome llevar por mis impulsos.

Este me empujó de inmediato, me asusté al creer que lo hacía por asco, pero este dejó caer las cosas y se agarró la cabeza como si le doliera.

— ¿Qué pasa? ¿Estás bien?— pregunté preocupado, acercándome a él.

Este de repente abrió sus ojos y estos eran amarillo como lo de aquella vez.

— Lo recuerdo, todo...—murmuro volvió a apretar sus ojos para luego abrirlos y mostrar su color natural.

Intente volver a acercarme, pero este dio varios pasos atrás mientras me miraba confundido.

— ¿Por qué me miras así?— cuestione sintiéndome ansioso.

Dime qué piensas.

— Tenías la razón antes, si te quedas aquí tendremos problemas— exclamó mirando la puerta como si tuviera temor de que alguien nos viera— No regreses o te acerque a mí al menos que yo te lo pida— señaló con determinismo.

¿Qué carajos?

— ¿Te arrepientes?— cuestione sintiéndome molesto.

Me utilizaste imbécil.

— Es mejor que te vayas— volvió a pedirme contestando de forma indirecta mi pregunta.

Nadie se atreve a tratar a Daimon Acatriel así, me la pagarás.

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Alaia 

La madre de Noah apenas llegamos a la habitación de Mike, agarró del closet de este, ropa que olía a Noah. Mike con esta armó una especie de nido que cubría todo su cuerpo.

— Está haciendo cosas que no tienen sentido, necesito que me diga la verdad para ayudar a Mike— dije confundida.

Ella sabe más de lo que dice, sé que ayuda a Mike a ocultar que es Omega, pero hay más de lo que no sé.

— Busca hielo— le ordenó la señora Teylor a Phillips.

Phillips me miró como si necesitara mi aprobación y se la di, sabía que esa mujer quería que Phillips se fuera para decirme algo.