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JUNGKOOK

—¿Como dices? Te dejé a cargo de ella ¡No me jodas Yoongi! ¡Espero que esté bien sino serás hombre muerto! ¡Yo personalmente me haré cargo de sacarte las entrañas de cuajo!

—¡Qué ocurre Jeon? —Anna vino corriendo a mi lado.

—Me voy —dije sin más y salí escaleras arriba a la calle.

Con grandes zancadas llegué al auto que lo tenía aparcado cerca.

No era de rezar esas mierdas de ese dios que nunca me ayudó en mi vida, pero en éste momento mi pensamiento estaba en alguien que no sabía si existía siquiera, me preguntaba si haría caso a mis plegarias.

"Si existes, si estás en algún jodido lugar, mantenla con vida y creeré en tí para siempre, no tengas dudas que creeré fervientemente".

Yangmi era ya parte de mí, era mi mundo entero, era mi razón de vivir.

El cuenta kilómetros no daba más velocidad, mi frustración, mi miedo y un dolor agudo en mi corazón hacían de mí un ser peligroso. Sino moría al saber que podía perderla me mataría la carretera y mis ansias por llegar cuanto antes a su lado.

Puse el manos libres.

—¡Dime dónde coño estáis!

—Estamos intentando llegar a la casa del doctor Choi, estamos cerca —a Yoongi le temblaba la voz, no me gustaba oírlo de ese modo.

—¡Dime qué está bien! No me mientas, dime que sobrevivirá —necesitaba saber que la volvería a ver torturarme con no querer estar conmigo, ya eso me importaba una auténtica mierda.

Juro que no la obligaría a hacerlo más, solo con saber que seguía estando en éste mundo sería feliz.

—Hay un problema Jungkook —Yoongi me habló nervioso.

—¿Cuál?

—¡Nos sigue la poli!

Frené en ese momento porque iba a chocar con otro coche al no parar en una intersección y el móvil impactó en el salpicadero— ¡Yoongi! ¿Me oyes?

¡Mierda! ¡Joder! Se había roto.

Volví a dar al acelerador y cogí de nuevo la velocidad de locos que llevaba al principio. El ordenador de a bordo me decía que quedaban quince minutos para llegar a la casa del doctor que tenía a sueldo en Seul. Le pagaba una fortuna para que nos atendiera cuando no podíamos ir al hospital. Nuestras heridas no eran para ser explicadas en un hospital.

Llegué y fui aminorando cuando vi las luces a lo lejos, la noche era oscura y los coches policiales se agolpaban al final de la avenida.

¡Maldita sea! Si salía de mi coche me cogerian.

Aparqué a una distancia que podía ver todo pero que no fuese sospechoso mi todo terreno negro.

Había cuatro patrullas y pude divisar a Eun Woo, estaba delante de la casa.

Su aspecto no era muy bueno, se dolía de una pierna cuando andaba para hablar con otro oficial y su brazo lo tenía pegado a su cuerpo.

¿Dónde estaría Yoongi? ¿Lo habrían arrestado?

De pronto abrieron la puerta trasera de mi coche, miré con rapidez y era Yoongi, venía con sangre en su rostro.

—¿Qué mierda ha pasado? ¡No puedo moverme a ningún lado joder! —le dije mientras él se veía enfadado.

—No pudimos pararla, se puso como loca Jungkook, algo la hizo enloquecer de pronto —decía soltando el aire bruscamente.

Empecé a tocar mi pelo con fuerza, estaba tan desesperado que el que iba a enloquecer ahora era yo.

—Dime que saldrá de ésta, no podría soportar que le pasara algo ¿Porqué mierda la dejé sola? ¡Maldita sea!

—Le dieron en el pecho ¿Sabes? Y yo luego maté a dos y Eun Woo a otros dos, ese tío  cuando la vio tirada en el suelo era un ser despiadado —alucinaba contándolo pero yo sabía que ese poli sufrió tanto como yo estaba sufriendo.

Sabía que la defendería, lo sabía. Tenía que verla a como diera lugar, me daba igual si me cogían, eso estaba ya en un segundo lugar.

—Voy a entrar ahí —le dije abriendo la guantera y cogiendo dos pistolas que guardaba  siempre por si la cosa se ponía fea, las metí en el interior de mi chaqueta, una a cada lado.

—No seas imprudente Jungkook, espera al menos que se vayan algunos de esos, te matarán antes de que puedas verla —cerré mis ojos con dolor por ver que tenía razón. No tenía miedo ya de morir pero así no conseguiría ni verla ni ayudarla.

Vimos irse tres patrullas cuando amanecía. No sé cómo pude soportar estar tantas horas encerrado en el coche. Sabía que estaba bien porque Eun Woo seguía entrando y saliendo con el mismo aspecto, hubiera yo desfallecido si lo hubiera visto destrozado.

Ese tipo siempre estaba en sus peores momentos, mientras yo no podía siquiera decirle lo que sentía mi corazón cuando ella sufría.

Hubo un momento que la calle se quedó sola.

—Me voy Yoongi, ya no lo aguanto, voy a explotar aquí dentro si me quedo un segundo más —abrí la puerta del coche.

—Estaré aquí por si tenemos que salir pitando ¿Ok?

—Ok...

Me pegué a las casas y corrí hacia la parte trasera de la casa del doctor Choi. Por allí no había nadie.

Salté una pared que daba al patio exterior, tampoco encontré a nadie. Me adentré hacia el interior y me escondí detrás de una puerta porque vi a un poli hablar con Eun Woo, éste se dió cuenta de mi presencia y me miró con los ojos muy abiertos, los míos le imploraban que no me fuera a delatar.

—Quédate fuera por si alguien viene —le dió una orden a su subordinado.

Salí al ver que estábamos solos.

—No es buena idea que estés aquí Jeon —me dijo acercándose a mí.

—Sabes que vengo por ella, nadie me prohibirá verla —le contesté con algo de enfado.

—Estás en busca y captura, ella me dijo que sabes toda la operación que hay de por medio.

—Sí lo sé, en tu oficio hay gente que quiere dinero por largar todo lo que se masca allí dentro, así que como de eso me sobra...

Respiré hondo porque me estaba pasando con alguien que había cuidado siempre de ella.

—Perdona...no tengo nada en contra tuya, tienes que creerme —le dije para suavizar el asunto, él solo hacía su trabajo.

—Te dejaré verla, hoy no haré nada en tu contra, pero la próxima vez te tendré que arrestar —me miraba de frente y muy serio.

—No te lo dejaré muy fácil Eun Woo, no quiero que mi mundo te aniquile, pero si me buscas para privarme de mi libertad me defenderé con uñas y dientes —asintió ante mis palabras.

—Lo sé y no te tengo miedo, cada uno sabrá que hacer cuando llegue ese momento —asentí yo también al escucharlo, era un buen poli de eso no había duda.

—Ahora iré a verla, dime dónde está, necesito que sepa que estoy aquí a su lado...

Mafia Jungkook. Mi Vida, Mi AmorDove le storie prendono vita. Scoprilo ora