7

4.2K 282 24
                                    

JUNGKOOK

—Ya están todos esperando Jungkook —Kendall estaba tan impactado como yo por lo que iba a ocurrir.

Bajé del coche y pude verlos a todos en la escalinata del edificio dónde el clan tenía su reunión ésta noche.

Primer punto de la reunión: echar a Jeon Jungkook de su puesto de mandato principal del clan, sería cesado y arrojado a la puta calle.

La mujer que hice partícipe de mi mundo se había ido a la policía. Lo dejaron claro el día que la aceptaron. Lo dijeron alto y claro aunque ella se le hubiera olvidado, que si se la jugaba al clan la dejarían a un lado y si yo la ayudaba seguiría su misma suerte. Y ellos sabían que la había ayudado con el doctor que yo pagaba para nuestro beneficio.

Allí estaban mis socios mirando cómo llegaba hasta ellos, todos vestidos de etiqueta para presenciar mi aniquilación de la mafia. Cuántos disfrutarían de eso y sin embargo ellos me demostraban su lealtad.

Kim Namjoon, Kim SeokJin, Min Yoongi, Jung Hoseok, Park Jimin y Kim Taehyung...mis socios.

—Hola a todos y gracias por estar a mi lado —les dije sinceramente.

—Cuando tenga a mi hermana cerca le daré una golpiza, menuda terca, si supiera lo que ha provocado con su actitud desafiante —Jimin estaba tocando su pelo nervioso y enfadado.

Yo no dije nada porque con mi rencor podría  haber dicho alguna cosa que no sería muy acertada, pero tenía ganas de tenerla boca abajo en mis muslos y golpear su trasero hasta hacerla llorar por como se estaba comportando.

—Nosotros nos iremos contigo Jungkook, lo hemos hablado y todos estamos de acuerdo —dijo Namjoon.

Todos asintieron.

—No quiero que hagáis eso, vosotros tenéis familia y las dejarán a un lado, no tendréis protección y os mirarán cómo desertores —me pusieron alterta, nunca dejaría que les hicieran de menos y sus familias pagaran por algo que era culpa mía.

Con que yo quedara repudiado era suficiente.

—Tú nunca nos dejaste a un lado, cada uno de nosotros sabe lo que has hecho cuando los nuestros lo han necesitado, aunque hayas tenido siempre esa frialdad sabemos quién eres Jeon —se acercó a mí Hoseok—. Mi hijo pequeño no estaría aquí sino fuera por tí, a mi mujer no se le olvida eso y a mí tampoco.

A ese niño lo secuestraron para pedirle dinero a su padre y yo lo busqué por cielo y tierra hasta que di con él. Si hubiera sido tan fácil con la hermana de Yangmi no estaríamos en este jodido problema.

—Tú hubieras hecho lo mismo Hobi, así que no tienes que sentirte en deuda conmigo, pero gracias por estar aquí, lo mismo os digo a todos —miré sin ganas el edificio—. Vamos que el show va a comenzar.

Subimos las escaleras de mármol y fuimos donde ya nos esperaban todos los ancianos. Sus caras y su actitud me decían que disfrutaban de lo que iban a hacer.

—Sentaos —dijo el que fue subordinado de mi padre, el que me advirtió aquel día de mi suerte si Yangmi osaba en jugársela al clan.

Nos sentamos sin decir nada.

—Jeon tu padre en éste momento estará retorciéndose en su tumba —el anciano estaba disfrutándolo.

—Yo creo que si pudiera salir a la superficie se pondría delante de usted y le quitaría esa estúpida sonrisa, sé que siempre lo tubo a raya —le contesté y quitó la sonrisa de su rostro rápidamente.

—No le llegas ni a la suela del zapato, él fue el mejor, mientras tú, mírate. Por una mujer has perdido el poder y el respeto por parte de todos —me decía para humillarme.

Yo tragué las palabras que quería decirle, callé porque por un lado tenía razón. Aún sabiendo que Yangmi sería mi perdición no pude parar a tiempo mis sentimientos hacia ella, y ahora allí estaba siendo carne de cañón.

—Hemos pensado que serás despojado de todas las tareas que te fueron encomendadas en tu iniciación y tras la muerte de tu padre ¿Estás de acuerdo?

—Sí —no podía decir otra cosa, pero él no iba a salirse tampoco con la suya.

—Vaya creí que ibas a pelear como el fiero Jeon Jungkook que todos dicen que eres, pero veo que una mujerzuela ha podido con el tipo duro —su sorna me puso tan cabreado que seguro que lo notó en mi cara, al instante se echó un poco atrás en su silla.

Apreté mis puños para parar las ganas de matarlo que me entraron. Si me dejaba llevar por el insulto hacia Yangmi habría una matanza entre nosotros, todos entraríamos en la pelea.

—¿Cree que se ha deshecho de mí? ¿Cree que al fin va a quedarse con mi puesto? Porque de eso va todo ésto ¿Verdad? Pues déjeme decirle que ese puesto ya está designado y no es usted el que se va a sentar en el sillón del dragón dorado —le sonreí al ver que cambiaba de color.

—¡Tú ya no tienes potestad para decidir eso! —me gritó.

—Lo sé, pero al ser por votación nosotros somos siete y vosotros solo seis —los otros ancianos se miraron exaltados.

—¡¿Vosotros estáis con él?! —los miró alterado.

—Sí...estamos con él —dijo Jimin levantándose de su asiento.

Me sentí orgulloso, Jimin sacó ese temperamento que siempre tenía.

—¿Y para quién será vuestro voto? Porque por él no podréis votar —me señaló.

Entonces todos me miraron, no sabían lo que yo tramaba. Solo les sonreí y me levanté.

—Nuestro voto será para Park Jimin.

—¡Jungkook! —Jimin se puso rápidamente ante mí.

Lo miré de frente con fuerza.

—Lo puedes hacer, lo sé, eres el indicado, siempre me has retado, siempre has querido sobresalir sobre los demás y aún queriendo mi puesto me has respetado al final. Eso es lealtad amigo así que no les des el gusto de que nos dejen a todos a un lado —toqué su hombro para que viera que le daba mi puesto al mejor.

Miré a los demás.

—¿Estáis de acuerdo?

—Sí Jungkook, estamos de acuerdo —dijeron ellos altivos y sinceramente, miré rápidamente al anciano.

—Lo siento pero en ésta vida no serás el primero en el clan, serás siempre el perro arrastrado que busca las migajas —le sonreí con satisfacción.

—Un día te mataré Jeon.

—Póngase a la cola señor, hay mejores que usted que también lo desean...






Mafia Jungkook. Mi Vida, Mi AmorWhere stories live. Discover now