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Acariciaba Jungkook la cintura de Yangmi, hacía tanto tiempo que no sentía su calor y su cercanía que salieron de sus labios varios gemidos, la besaba desesperado, no podía hacerlo de otra forma porque los sentimientos salían disparados desde su corazón.

—Cariño quiero hacerte el amor —le dijo en un susurro íntimo cuando besaba su cuello.

—No podemos, estamos en medio de la carretera ¿Se te ha olvidado? —Yangmi respiraba agitada y él se separó de ella para mirar desconcertado por el cristal central del coche.

La miró de nuevo con una sonrisa que a ella la derritió por completo.

—Nunca me controlo cuando de trata de tí, siempre ha sido de ese modo, ¿Pero sabes una cosa? Qué me da igual —la cogió con fuerza y la subió a su regazo.

— ¡Jungkook!

—¡Ni Jungkook ni nada! Ya estoy cansado de dilatar éste momento. Hacerte mía se vuelve demasiado difícil y ahora que te tengo tan cerca me harás caso por una vez en tu vida, ¡Serás mía y no hay nada más que decir! —su tono era autoritario y ella tragó fuerte, estaba nerviosa— ¿Te duele la pierna en ésta posición? —le susurró cerca, sus labios casi se rozaban.

Ella estaba en trance porque la trataba de ese modo, negó.

—Pues entonces nada más me importa en éste mundo, te trataré como te mereces niña tonta.

Llamarla así como cuando tenía dieciséis años sonaba raro, pero los sentimientos y recuerdos pasados lo hacían erótico y deseable.

—Dime que te gusta que te llame así —sonreía él— dime que no te hace ilusión pensar que aún estamos en la mansión Jeon, cuando moría por entrar a tu cuarto y tocar tu cuerpo a todas horas.

Ella estaba ya en delirio, tragaba y tragaba porque la boca se le secaba y el pecho se le contraía.

—Ésto no está bien.

—Ésto está muy bien, perfectamente bien —la miró intensamente seductor.

—Nos verán.

—¡Que nos vean! Me importa una mierda.

Resopló Yangmi.

—No te darás por vencido ¿Verdad?

—No.

—Que vergüenza Jungkook.

—¿Vergüenza de estar conmigo? Pues cuando termine contigo lo que te quedarán es ganas de que te posea de nuevo.

Y la volvió a besar con furia, con una mano le apretaba en la nuca y con la otra le hundía los dedos en el trasero, de repente la pegó aún más a su miembro enfermo y abultado.

—Solo tú consigues ponerme de éste modo tan salvaje, nunca he querido poseer a nadie como quiero poseerte a tí —y puso una sonrisa torcida— lastima que hayan sido pocas veces.

Su voz era ronca, su cuerpo imponente, sus músculos aún los podía sentir ella igual que la última vez que estuvieron juntos. Mucho tiempo había pasado pero ese hombre era muy pero que muy deseable, los años no impidieron a Yangmi admirar que su señor Jeon era todavía un puro deseo.

Mientras Jungkook le besaba el cuello y le tocaba al mismo tiempo el pecho, jadeaban y se sentían los mismos que de antaño.

En un solo movimiento entró en ella con fuerza, sin miramientos, su instinto de poseer lo que quería siempre no se había extinguido, por eso a ella siempre la sintió suya y ahora se lo iba a demostrar.

Hicieron el amor con ganas y pasión.

Terminaron los dos abrazados, Yangmi se abrazó fuerte a Jungkook y descansó su rostro en su pecho. Tranquila y pausadamente ella empezó a hablarle.

—A veces soñaba que tenía que morir para poder volver a verte.

—Eso suena mal, ¿Tenías pesadillas? —le preguntó él.

—No, era un dulce sueño, me dijiste que si yo moría tú morirías también. Así que si lo hacía estarías a mi lado.

Jungkook la separó asustado y la miró, tenía los ojos rojos.

—No serás jamás capaz de hacer una cosa así ¿Verdad? —ella no contestaba— te estoy haciendo una pregunta Yangmi —dijo luchando por no decirlo enfadado.

—Sufrí mucho y tú no estabas, me cogió en un descuido el... —paró un poco porque le dolía hablar del que la violó y Jungkook empezó a acariciar su espalda para tranquilizarla— ...el tipo ese me daba golpes en el  estómago y golpeaba mi cabeza contra el suelo, después tocaba mi cuerpo debajo de mi ropa —Jungkook apretaba los dientes y sus ojos estaban de un negro intenso— quería gritar y me puso un pañuelo en la boca, me asfixiaba y me pegó un tiro en la pierna —quería pararla y que no hablara más, no quería verla sufrir, pero sabía lo importante que era para ella sacar eso para que él lo supiera— cuando ya no veía por el dolor que sentía mi cuerpo tu imagen apareció ante mí y recordé tus palabras " si tú mueres yo moriré contigo" así que me rendí y pensé que ese sería un dulce final, los dos juntos de nuevo y para toda la eternidad.

—Me haces daño Yangmi.

—Lo siento no era mi intención —quiso salir de su regazo, pero él la paró para abrazarla.

—Ahora te diré otra cosa. Seremos los dos de nuevo, seremos Yangmi y el señor Jeon, te lo prometo....en cuanto encontremos a tu hija y a mi hijo hablaré con Amina, le diré que te amo y que no puedo seguir con ella.

—No quiero que por mí le hagas daño a tu mujer —se sintió mal.

—Mi mujer siempre fuiste tú, ella ha sido una buena madre y compañera en mi vida, pero mi mujer siempre fuiste tú Yangmi —la besó mirando sus ojos que estaban llenos de lagrimas.

Ella sollozó sin poder remediarlo e hizo que por el rostro de Jungkook corrieran unas lagrimas también.

Estuvieron allí abrazados y sin hablar un buen rato, se repusieron como pudieron y fueron en busca  de su hermano Jimin y los demás integrantes de la mafia que los esperaban...

Mafia Jungkook. Mi Vida, Mi AmorOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz