04. Fantasmas

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Abrí mis ojos lentamente, noté el techo piedroso de la cueva y escuche una respiración a mi costado.

Regresé mi vista a Ukyo, él se encontraba aferrado a mi brazo. Sonreí sin poder evitarlo, eso me traía un lindo recuerdo. Este se esfumó al notar la mueca y el quejido que Ukyo soltó, supongo que debe estar teniendo una pesadilla.

Me giré para poder abrazarlo acomodando su cabeza en mi pecho y asi poder acariciar sus cabellos, tenía un constante deseo de protegerlo aun si sabía que él podía cuidarse solo.

Intenté dormir nuevamente y cuando el sueño al fin volvía a mi escuché mi apodo ser nombrado desde el exterior de la cueva por una voz que me resultaba odiosa.

—Nameless, Tsukasa quiere hablar contigo. —intenté hacerme la dormida pero no pude cuando escuché sus pasos acercarse a la cueva.

—Dile que hoy es mi maldito día libre —gruñí levantándome con cuidado de la cama evitando que Ukyo se despierte—, ese fue nuestro acuerdo lo que ocurrió en la misión pasada.

—Él dijo que dirías eso —Hyōga se burló y sacó un carcaj nuevo con varias flechas de entre su capa—, por ello pidió que te diga que lo vieras luego del medio día.

Volví a gruñir y tomé el carcaj de mala gana para tirarlo a la mesa de piedra que estaba cerca de la puerta— Ya capté la orden, ahora vete a la mierda. No creas que olvidé que intentas asesinarme cada que puedes.

—Yo creí que querías morirte, en realidad te intento hacer un favor —a pesar de esa máscara supe que estaba sonriendo burlonamente—, además si te importara le hubieses dicho a Tsukasa.

Solté una risa sarcástica— ¿Sabes por qué aún no lo hago? Porque es algo entre tú y yo. Aún no lo hago porque cuando saldemos cuentas tu cabeza es la que va a rodar.

—Espero pronto ese encuentro. —dio por finalizada la conversación dando media vuelta y saliendo de mi vista.

Maldito imbécil.

Desde que lo despertaron lo único que ha hecho es causarme problemas y ha intentado asesinarme varias veces.

Antes de cerrar la puerta tome mi arco y una de las flechas para apuntar hacia el punto rosa que estaba en un árbol. Cuando solté la flecha escuche un chillido. Sé que no lastimé a Homura, pero tal vez casi le provoco un paro cardíaco.

Me quité el vestido que suelo usar de pijama quedando desnuda mientras buscaba mi traje de caza. Al encontrarlo comence a ponermelo con cuidado de no tocar mis heridas y las grietas de mi espalda, esa marca de la despetrificación me causa repulsión.

Cuando terminé de amarrar la camisa sentí la mirada de Ukyo en mi espalda. Sin regresar a ver y haciéndome la desentendida tomé el carcaj y lo acomodé alrededor de mi cintura.

—Buenos días Ukyo —empecé a peinar mis cabellos con mis dedos intentando hacer una coleta simple a mi lado izquierdo— ¿Qué tal tus sueños?

—Buenos días ________ —bostezó a la par de que se estiraba, tenía su torzo desnudo por lo que pude observar la herida que se había hecho al acompañarme en mi misión.

Maldije para mis adentros mientras trataba de mantener una expresión serena, habíamos tenido una misión de exploración en una cueva que producía demasiado ruido inhabilitando su habilidad auditiva.

Ahí dentro una roca se "desprendió" haciendo que ambos casi fueramos empalados. Los dos teminamos con heridas, pero las de él fueron un poco más graves que las mías.

Se que esa roca se cayó por culpa de Hyōga y Homura, recuerdo ver como Homura rompía una cuerda antes de que la roca cayera.

—No se si soñé algo, solo se que sentí mucha paz —él se levantó de la cama y comenzó a buscar su ropa—.  ¿Tu soñaste algo?

Stay Alive [Senku Ishigami]Where stories live. Discover now