17. Senku

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—Buenas tardes —una voz femenina había sonado desde la sala fuertemente desconcentrándome—. Usted debe ser el señor Ishigami.

Intenté no concentrarme en las voces y volví a mi investigación, necesitaba saber como funcionaban los combustibles. Para mi desgracia el viejo me llamó.

A regañadientes salí de mi cuarto encontrando una familia de desconocidos en la sala.

—¡Qué lindo muchacho! —se me acercó la señora que tenía un bebé en brazos e intentó pellizcar mi mejilla, me alejé un paso— Muy serio, ¿cómo te llamas?

—Ishigami Senku y tengo siete años. —respondí rápidamente intentando apresurar las presentaciones, quería volver lo más rápido posible a mi cuarto.

—Tienes la edad de mi hija —soltó risueña—. Mi nombre es Yoshida Sayori —tomó la mano del bebé e hizo una voz chillona—, y yo soy Yoshida Koichi, un gusto Ishigami-san. —terminó con una sonrisa.

El señor que supongo es su esposo también rio— Mi nombre es Yoshida Kōta, un gusto —miró la puerta semiabierta—. Mis hijos ya bajan en un momento.

—¡DEJAME VER EL DOCUMENTAL, YA VA A EMPEZAR! —una voz aguda chilló por todo los altos.

—¡Lo puedes ver mañana! —otra voz, más gruesa habló alto—¡Te vas a caer, quédate quieta!

La puerta se abrió estruendosamente e intenté escabullirme a mi cuarto, plan fallido pues Byakuya estaba en el pasillo a este. Ahora debo esperar a que los ruidosos se presenten.

Volví a verlos y la niña —que supongo fue la que gritó— fue bajada del hombro de su hermano por su padre. Al estar en el suelo se cruzó de brazos molesta mientras murmuraba cosas inentendibles.

—¡Hola, soy Shōta! —se acercó y me dio un apretón de manos, chisté— Tengo veinte años. —repetí mi nombre y mi edad en un tono alto.

Hubo un silencio donde todos miramos a la niña, ella suspiró rendida— Me llamo ________, tengo siete. ¿Puedo ir a ver el documental ahora?

El chico que se presentó como Shota le dio un zape en la cabeza— ¡Mañana lo puedes ver! ¡Auch! —se quejó cuando esta le dio un golpe en la pierna.

—¡Si no veo ese no voy a entender el de mañana! —se veía graciosa, parecía un chihuahua enojado— Es en cadena, empieza con los tejidos, luego sigue con los órganos y así.

—Ni siquiera los entiendes, estás muy pequeña- ¡Auch! —esta vez su padre fue quien la golpeó.

—Déjame —se quejó—, voy a ser doctora. Quiero saber todo lo más antes posible. —afirmó con una seguridad inquietante.

—Ja… se parece a ti Senku —habló Byakuya llamando la atención de todos—. ¿Por qué no ven el documental juntos mientras nosotros charlamos? Recuerdo que también estabas interesado Senku.

—¿De verdad te interesan estas cosas? —cuando menos me di cuenta la niña ya estaba frente a mi— ¿Dónde hay una tele señor? —mi padre señaló mi cuarto y ella se emocionó— ¡Vamos, vamos! ¡No podemos perdérnosla!

Me haló hacia mi cuarto, en cierta forma le agradezco que me haya sacado de la reunión. Nos sentamos en mi cama mientras ponía el canal educativo. De un momento a otro salió corriendo y en menos de dos minutos había regresado con una libreta de conejitos y un lápiz.

Era raro conocer a alguien que se interese tanto en la ciencia. Además ella no parecía ser alguien inútil, comenzaba a agradarme.

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Stay Alive [Senku Ishigami]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora