12. Íntimo

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—Feliz cumpleaños Senku —dije suavemente decidiendo ignorar todas las palabras que dijo sobre entregar su cabeza a Tsukasa—. Estoy segura que te encantará la posición del telescopio.

—Kukuku diez billones de puntos para ti ________ —se emocionó y movió el telescopio apuntando a otra parte—. ¡Desde aquí se puede observar el imperio de Tsukasa!

Reí fuertemente mientras negaba con la cabeza, ya me esperaba esa reacción— Toda la aldea se esforzó para ello —miré hacia atrás consiguiendo que me imitara—, Gen fue el que planeó todo, yo solo di un par de directrices. Incluso dio con tu fecha de cumpleaños sin que yo se lo dijera.

Al sentir nuestras miradas se acercó un poco más, no hace mucho el resto de la aldea se dispersó y quedamos solo los tres.

—¿Cómo fue que lo descubriste mentalista? —Senku cambió de pierna sobre la cual poner su peso y cerró los brazos— No recuerdo habértela dicho —se interrumpió a si mismo— Oh, supongo que fue ahí cuando me delaté. Ahí eh… pero aun sin saber cuanto tiempo llevaba despetrificado no podías haber hecho el cálculo matem-

—Oh, ¿no lo recuerdas? Tu mismo escribiste la fecha en la que fuiste despetrificado —interrumpió Gen—. Si pienso en ello, desde el principio, incluso antes de conocerte… aunque fuera un poco ya me gustabas Senku-chan —podía observar su perfil pues miraba al cielo—. Sin contar lo que me beneficiaría de ello, supongo que es lo mismo para la aldea.

Se me escapó una risita llamando la atención de ambos hombres— Senku suele generar ese efecto sin notarlo —me acerqué a Gen con una sonrisa melancólica, desvié mi mirada al telescopio y luego a Gen otra vez—. Pero para él eso es muy asqueroso.

—Si… que asco —no parecía realmente una queja, más bien se acercaba más a una burla.

—¿Verdad? —al unísono sonaron la voz de Gen y la mía provocando algunas risas.

Decidimos dormir luego de eso para recargar energías para el siguiente proyecto monstruoso de Senku. A la mañana siguiente luego de comprobar que las rocas traídas por el grupo de exploración si era Tungsteno comenzamos con el trabajo infernal.

O al menos con el equipo de mano de obra, por mi parte me dedique a estar con los niños de la aldea, los cuidaba y les enseñaba lo que sabía en sus tiempos libres. Iban a paso lento pero seguro con la escritura mientras descansaban de hacer el cableado de Senku.

Cuando el clima se volvía cada vez más insoportable pedí a Senku que hiciera un calentador de carbón. Me causa cierta gracia ver como se niega en un principio y al final termina haciéndolo bajo la premisa de “ser lo más útil para agilizar el proyecto”

Al estar la mitad de este una duda me atacó, una noche cuando Senku estaba a punto de dormir entré a hurtadillas para molestarlo.

—Senku… no te duermas~ —canturrié bajito mientras movía al cabeza de cebollín para evitar despertar a Chrome quien dormía relativamente cerca.

—No puedo dormir si sigues así de fastidiosa —se quejó mirándome con el entrecejo fruncido, recordando algo que solía hacer en la era moderna puse mi dedo pulgar en esa zona intentando relajarla—. ¿Aun no olvidas eso?

—Es que no quiero que te hagas pasita antes de tiempo —sonreí de lado esperando a que Senku acabe de salir de su bolsa de dormir y de sentarse apoyándose en la pared y soltando un «¿Qué querías?» al terminar—. Tenía una pregunta, respecto al proyecto —movió su cabeza indicándome que continuara—. ¿Falta otro teléfono verdad?

En su rostro se formó una sonrisa malvada— Kukukuku diez billones de puntos para ti, no conviene decirles a los demás —entendí a que se refería y sonreí, él revolvió sus hebras peliverdes manteniendo su expresión, juro haber visto unos cachitos y cola de diablito aparecer—. Demasiado lista.

Stay Alive [Senku Ishigami]Where stories live. Discover now