Capítulo 9: ¿Le gustaría más así?

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Amor; cada vez que escuchaba aquella palabra me salía un estornudo o me producía náuseas.

Como diría Ex: "Me sacó un pedo".

Ocultar los sentimientos, e incluso la vergüenza del pasado en que los expusiste, era como forzarte a dormir para no llorar ni pensar en la ansiedad que vomitarías al despertar.

DesDes.

Los tatuajes me parecían, de a ratos fugaces en los que mis delirios me llevaban a observar la sangre y la tinta estorbarse, un vistazo a lo que una relación romántica era.

Lo ansiabas, lo pedías, lo sufrías, te fundías en ello y al terminar solo quedaba una herida abierta que fue apenas rellenada para sentirte menos incompleto. Y aún sabiéndolo, sonreía al pensar en que mi primer tatuaje sería de pareja; eran mis metas personales, inocentes y también muy pendejas.

—¿Debería volver a teñirme de negro? —Suspiré, quitándome los restos de agua del rostro. Las gotas se deslizaban desde mis mejillas hasta mi boca como si se tratara de sudor frío, pero solo era agua helada intentando traerme de vuelta.

Tus ojos, le gustan negros y los tuyos son color chis de perro.

¿Pupilentes? ¿Qué opinas?

Solo sácate los ojos a la verga.

NO JODAS, DES.

Volví a echar más agua a mi rostro, cerrando el grifo de los baños que a veces se asemejaban a cuevas de criminales, a excepción de que la limpieza era los fines de semana y comienzos, así que estaban lindos.
Era tan temprano y ya andaba pensando en el caos de mis emociones tras mi desmayo en la piscina; cuando volví en mí solo tenía a Exin recostado a mi lado, quien me llevó hasta casa y me metió en una pijama.

Ni siquiera era una relación de ese tipo, pero cada acercamiento se sentía como si me clavaran las agujas más delgadas para hacerme un pequeño diseño de por vida; si le manejaban con descuido seguro me abriría la piel.

No volvería a ser el mismo.

—Odio las heridas —musité, mirando de reojo que venían otros alumnos.

Abandoné los baños tras volver a atar mi cabello en una cola. Los pasillos fueron ruidosos de camino al salón, tan solo ver la tranquilidad de mis compañeros me ponía mejor, no eran personas con muchos chismes sino un objetivo en común.

Hipocondriaco y Exin hablaban en bajo tono como de costumbre. Inmiscuirme en sus problemas me resultaba incómodo, ambos eran personas poco sociables, Ex solo aparentaba serlo para rodearse de mis amistades y eso lo comprendía, era un buen amigo. Hipo, como es parte de mi grupo social, solo le ignoro cuando se pasa de listo, que es casi todo el tiempo.

Pero es un buen tipo.

Lo crees porque eso dice Ex.

Es muy buen amigo de Ex, también me apoya con las clases que debo reponer. Mira, solo lo saludo y...

—Hipo, el itinerario te quedó ameisin...

Levantó su mochila y se abrió paso a mi costado, golpeando con una fuerza intencional su hombro contra el mío. Trastabillé un poco, giré en mis talones para ver al tipo alto salir del salón mientras regañaba a personas en el pasillo por el poco uso de gel antibacterial.

Línea AzulWhere stories live. Discover now