Nerd 3: rey del tablero [+18]

2: Definitivamente

Para más placer, escuchar Definitivamente de Daddy Yankee y Sech.

Sinaí,
Un año más tarde

Imagino que me tengo que presentar de nuevo, ha pasado un año, necesitan contexto. Mi nombre legal es Gabriela Uzcátegui, pero sigo usando ilegalmente la cédula que me identifica como Sinaí Borges.

Sí, ya no use el apellido de mi padre, y mamá tampoco. Ahora somos Sinaí y Clariana Borges. 

Sí, socialmente sigo siendo Sinaí. Me identifico como Sinaí. Gabriela ni siquiera existiría si no hubiese sido tan necesario ese paso para la cagada que cometí hace un año, la que acabó con mi relación.

Sigo en correspondencia con Anne. ¿La recuerdan? La asistente de Axer.

No, no la stalkeo ni estoy celosa. Es que el muy orgulloso de mi ex no me quiere hablar, pero igual debe pedirme dinero y mi firma de vez en cuando, así que lo hace por medio de Anne.

Anne es agradable, siempre termina los correos con un abrazo. Amo las personas que terminan los correos con abrazos. Cuando ponen «saludos» siento que me están mentando la madre.

Sé de lo que hablo, últimamente envío y recibo muchísimos correos. O sea, dirijo una editorial con sede en España, raro sería que no enviara correos.

Tenía un año sin ver a mi mamá. Ella se quedó en Venezuela el año que duró mi Máster de edición, supuestamente conociendo por primera vez a fondo su país, arreglando sus cosas pendientes y disfrutando de haberse jubilado de la maternidad y ya no tener que soportarme a diario.

Algo me dice que me tenía bloqueada de los estados de WhatsApp. Es decir, ¿un año entero y no subió ni una foto? Algo tramaba esa señora que no quería que me enterara.

Claro que a mi chat sí enviaba foto de todos sus viajes, y hacíamos videollamadas constantes. Pero igual no fui consciente de cuánto la extrañaba hasta que la abracé de vuelta al encontrarnos en República Dominicana.

Pasa que para llegar a las Islas Turcos y Caicos hay que tomar un vuelo a República Dominicana y de ahí una avioneta a la isla. No existen vuelos directos a menos que tengas un avión privado. Como Maluma.

Oh, sí, ¿sabían que soy prácticamente vecina de Maluma? Debería ir a pedirle sal.

Esta isla es una belleza paradisíaca para turistas y famosos, pero la población general está formada principalmente de haitianos, dominicanos y cubanos. Y con «paradisíaca» me refiero a que es tan arrecha esta vaina que Dua Lipa y J Balvin la mencionan en su canción One Day.

No entiendo por qué la gente no usa ese detalle como ponderación en sus reseñas. Tipo «¿Calidad de la isla? La mencionan en una canción de Dua y J Balvin». Ah, y Bad Bunny también canta ahí. ¿Qué más se puede pedir a una canción?

Se supone que aquí se habla inglés, aunque al igual que en Miami hay hispanohablantes por todos lados. De hecho, el inglés de aquí es muy característico, la mayoría habla con el acento de su país y no el americano.

La familia Frey se encargó de arreglar todo para nuestra llegada. Nosotras apenas y estamos desempacando lo de nuestras maletas escasas, pero la casa ya está equipada con todo lo necesario. Es una construcción gigantesca, nivel que la espada de Orión se queda pendeja a su lado. Lo irónico es que nuestro patio es una playa, pero de todos modos hay una zona de cerámica con una enorme piscina.

La cocina y las habitaciones son otra cosa, todo desborda lujo. Ni siquiera tenemos que preocuparnos por la decoración o los muebles.

Y sin embargo, me sabe a culo todo esto. Mi mamá está como carajito en juguetería, pero yo en todo lo que puedo pensar es que los Frey viven a una distancia inalcanzable para mí, en su archipiélago privado.