𝐷𝑖𝑒𝑧

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Dawn podría decir que no se esperaba ver a Bree en Hogwarts, pero diría que mentiría. Había ido con la excusa de que así podía analizar el torneo para ver si se decidían a hacerlo con Ilvermorny, Castelobruxo y Mahoutokoro. Dawn sabía que la realidad es que había ido para pasar unos días con Damiano en Hogsmeade y, también, para molestarla.

Porque parecía que Damiano no podía mantener la boca callada y había tardado más bien poco en decirle a Bree que Dawn había vuelto de Rumanía más que contenta. Así que Dawn había llegado a Hogsmeade con la perspectiva de intentar olvidarse de Charlie y había acabado en Las Tres Escobas intentando evitar el tema.

—Te perdiste la que montó Aidan en Rumanía, si lo llego a saber te digo que te vengas, Damiano —se queja Dawn y la pareja se mira.

—Sinceramente, no entiendo qué le has visto —dice Bree, que luego da un largo trago a su cerveza de mantequilla—. No sé si te acuerdas, pero votó en contra de mi.

—¿Por qué votó en tu contra? —pregunta Dawn, sin recordar ese hecho.

—Supongo que porque Shirley le tenía cogido por los huevos —responde Bree y se encoge de hombros—. Tengo unas instrucciones muy claras con respecto a Callaghan.

—¿Sí? ¿Y cuáles son? —Damiano tiene que aguantar la risa mientras ve como Bree está completamente seria.

—Contradecirle siempre en todo y luego votar en su contra.

—¿Y si lo que dice tiene sentido?

—Dawn, amiga mía, ese chico ese completamente gilipollas, no puede decir nada con sentido —dice Bree y Dawn aprovecha para beber un poco de cerveza de mantequilla en un intento de ocultar la risa.

—No está bien meterse con los compañeros —dice Damiano, completamente bromeando y Bree ríe.

—Como que tú no le has puesto verde, cariño. ¿Y quieres que hablemos de Yasser? Porque quien no se ha quejado de él.

—Yo no me quejé de él —dice Dawn y Bree pone los ojos en blanco.

—Tú deberías quejarte más, la verdad, Yasser te hizo unos meses imposibles solo por unos decretos —Damiano la regaña, pero Dawn se encoge de hombros.

—Tampoco fue para tanto, solo tenía que ir a sacar a Bill de una celda.

Los dos se miran rápidamente y sonríen. Mierda.

—Así que... Bill —empieza Damiano, con una sonrisa que da miedo—. ¿Es él tu chico misterioso?

—Venga, Dawn, cuéntanoslo —Bree se cambia de sitio para sentarse junto a Dawn y la coge del brazo—. Te prometemos que de aquí no sale, puedes hablarnos de Bill.

—Bill no es mi chico misterioso —dice Dawn e intenta ser lo más seria que puede—. No hay ningún chico misterioso.

—Sí, claro, porque la cara de satisfacción y las ojeras hasta el suelo que llevabas en la reunión aparecen porque sí —suelta Damiano y mira a su novia—. Está claro que es uno de los magos que trabajan en el Santuario.

—Sí, eso ya lo sabíamos, Dam, por eso vino de Rumanía tan contenta —dice Bree y se queda mirando fijamente a Dawn—. Le conocías de antes, ¿verdad?

—¿Qué? —su voz suena un poquito más alterada de lo normal, algo que Bree nota perfectamente y sonríe con satisfacción.

—Es un mago británico, seguramente de su curso en Hogwarts, nuestra chica es así de romántica —le dice a Damiano y Dawn no puede evitar reírse.

—¿A eso le llamas romántico?

—Te conozco desde que me nombraron Delegada y ¿sabes cuantos líos has tenido? —responde y entonces levanta dos dedos, a lo que Dawn frunce el ceño—. En dos años un total de cero.

Efecto Coriolis [Charlie Weasley]Όπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα