Mundos diferentes (RE 6) |Piers Nivans|

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El novato

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Julio, 2012

No haría falta decir que el tiempo pasó con rapidez. No me imaginaba pasar dos navidades y cumpleaños sin mi familia como en el pasado. Fue raro y quizá triste por momentos, pero también estuve acompañada por tantas personas a las que ahora aprecio demasiado. Logré adaptarme a la ciudad, algo que en mi mundo real quizá hubiera sido complicado de hacer. Hice amigos, que tal vez no hubiera hecho en mi realidad por lo tímida que solía ser. Y trabajar en la BSAA me permitió adquirir las capacidades y condiciones físicas para enfrentar el mal que se avecinaba, y con eso me refiero a Carla Radames y a Haos, quizá mi mayor problema.

Mejoré bastante con las armas y gracias a las pocas pero fructíferas enseñanzas de Nivans —porque casi no había tiempo para entrenar juntos—, junto a mis practicas personales luego de terminar el día, al fin podía utilizar un rifle de precisión tanto como mi compañero lo haría, aunque debo confesar que tal vez existía una diferencia abismal si me comparaba con él.

Mi amistad con Andy, Carl y Ben se fortaleció tanto que lograba verlos como esos hermanos fastidiosos a los que deseaba golpear, pero los quería tanto. Incluso gracias a Andy, practiqué motocross, pues una vez me invitó a ver a un amigo suyo; luego de la probadita que le di al manubrio y las posibilidades que tenía quedé tentada a practicarlo más seguido, siendo, tal vez, un poco más allegada a él que a los demás. Chris Redfield no deja de ser ese hermano mayor sobreprotector que alejaba a cada chico que pretendía acercarse a mí en cuanto tenía la oportunidad. Debo confesar que se le vía muy allegado a Jill Valentine, dándome la impresión de que podía existir algo entre esos dos.

También debo decir que estar dentro de las instalaciones de la BSAA me permitió conocer cada rincón tanto como darme la libertad de visitar a Rebecca a en su laboratorio solo para hacerle plática. En esas ocasiones, ella me habló sobre los virus y especies de BOW's que había en el mundo y que existieron desde que los ataques bioterroristas iniciaron. También me contó sobre los antídotos que existían y lo complejo que sería crear uno ante un nuevo virus. Eso me recordaba que el virus C aún no se conocía.

Fuera de ello, todo había sido maravilloso en estos dos años, pero no quiero mentir en decir que estaba del todo bien cuando pensaba en mi familia y todo el tiempo que llevaba de no verlos. No quería perder la esperanza de que eso no sucediera nunca por una u otra razón que me lo impidiera, pero confiaba en que volvería al lugar donde pertenezco.

Las misiones en las que estaba involucrada no habían sido tan difíciles, no cuando tenía un gran equipo respaldándome. Me enfrenté a varias BOW's, fue difícil al inicio, tenía miedo de perder la vida o de ser infectada imponiéndole una responsabilidad a mis amigos de acabar conmigo, pero gracias a las palabras de Chris llenas de calidez en medio del desastre, pude superarlo. Podría decir que gracias a las personas que me rodean y a las circunstancias en las que me encontraba, había madurado.

¿Qué más puedo decir...? Mi relación con el teniente Nivans era un poco rara, pues en ocasiones nos llevábamos de maravilla y conversábamos de lo que fuera que se nos ocurriera y otras veces ambos poníamos distancia, nos alejábamos o tratábamos de evitarnos. Yo porque me ponía nerviosa estando con él y temía cagarla o decir alguna idiotez, pero no entendía por qué él lo hacía.

Tras ver la fecha en el calendario, sabía que el ataque a Edonia ya no estaba tan lejos. Me sentía preparada, creía que todo el entrenamiento daría sus frutos para ese momento, pero también un pequeño miedo se filtraba por mis entrañas haciéndome pensar que algo podría salir mal. Aunque tal vez por algo era la tercera al mando, luego de Piers. Sin embargo, me dije que no debía atormentarme con tantos pensamientos negativos y que debía disfrutar hasta que la fecha esperada llegara, mi ventaja, quizá, era saber parte del futuro, pero odiaba conocer el futuro de mis amigos.