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Guenas tardes, vengo a publicar abril cuando ya casi termina junio, ahre.


Abril

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Abril 4, 2013

Solo faltaban un poco más de dos meses para la misión de China y aún no había señales de Chris. Aquello comenzaba a preocuparme ¿Lo encontraríamos pronto? Era algo de lo que no estaba segura; había cambiado el sentido de la historia y no sabía si eso afectaba el hecho de encontrarlo. Además, estábamos con los entrenamientos del nuevo equipo, el tiempo para buscarlo era limitado. Nuestros superiores no dejaban de pedirle a Piers los reportes de avances de nuestros compañeros. Todo era completamente diferente y no paraba de preguntarme reiteradas veces qué harías Chris.

Aquella tarde terminaba de practicar con mi rifle de precisión jurando que había mejorado mucho más que en el pasado, y todo ello se debía a los consejos y enseñanzas que Nivans me daba cuando tenía la oportunidad de hacerlo, y me di la oportunidad de practicar tiros en movimiento. Nunca se sabría cuándo podría necesitarlo.

—Veo que has mejorado —lo escuché a mis espaldas. Confesaré que me causaba temor que nos pillaran como pareja, pero agradecí la soledad de ese momento cuando me abrazó por la espalda.

—Me juré matar más enemigos que tú en la próxima misión —alegué con una sonrisa confiada, aunque estaba más segura de que él terminaría por ganarme.

—Esperaré a la próxima misión para verlo, soldado —sonrió.

Y yo me dispuse a guardar mi arma en su estuche. Nos separaríamos una vez más en el día, mientras él atendería otros asuntos pendientes y yo me dirigiría a la armería para después encontrarme con él en el estacionamiento e irnos a casa. Ya eran cerca de las ocho treinta de la noche, no tendríamos oportunidad de buscar a Chris por el resto del día..., ya no era así en los últimos días.

De camino a casa, el silencio siempre reinaba, pero no existía incomodidad alguna como hubiera sucedido en el pasado. Era como si disfrutáramos de la compañía del otro, no sabría explicarlo. Quizá la cercanía que existía entre nosotros. Además, ese ya solo era el único momento juntos durante todo el día, sin preocupaciones u ocupaciones. Solo él y yo.

Aunque, al mirar por la ventana, no dejaba de preguntarme dónde estaba Chris.

Cuando llegamos a casa, ambos estábamos cansados y a la hora de la cena, fue que pude percibir algo más en él, no era un silencio calmo como los días pasados, había algo diferente que me transmitía inquietud y su mirada, perdida en la mesa, me lo decía.

—¿Sucede algo? —recuerdo que le pregunté con un tono tranquilo, pero él no hizo el intento de responderme— ¿Está todo bien? —insistí, aunque no estaba segura si hacía lo correcto con ello.

Nivans solo suspiró, y finalmente habló—: Me han ordenado encontrar a nuestro capitán lo antes posible. Para la próxima misión.

—Eso es lo que hemos estado haciendo —puntualicé—. Pero con los entrenamientos no hemos tenido el tiempo suficiente —recuerdo que se lo dije como si no lo supiera.

—Lo sé, pero ellos no lo ven así —se cruzó de brazos, cansado—. Creen que solo estamos aquí por mero gusto.

—De acuerdo —alegué un poco enfadada—. Entonces no iré al entrenamiento de mañana y me dedicaré a buscar a nuestro capitán; así se darán cuenta de que lo estamos buscando realmente. Solo somos tú y yo, y esos idiotas creen que no intentamos nada para buscarlo.

Mundos diferentes (RE 6) |Piers Nivans|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora