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¿He muerto?

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Waiyip, China

30 de junio 2013


Yo no podría ver entonces el rostro de Nivans, ni el de Chris cuando la serpiente gigante me arrastró por el estrecho ducto que le permitió escapar de mis compañeros. Me habría observado instantes antes de que eso sucediera, diciéndose que debió haber aceptado sus sentimientos cuando los fue descubriendo poco a poco, y se dio cuenta de que aquel no era el momento para distraerse de esa manera mirándome portando un arma, buscando sobrevivir y hacerle frente a la BOW gigante a la vez.

Le gustaba mirarme, de eso podía estar completamente seguro. Quizá porque lograba apreciarme distraída, en mis momentos más naturales y, donde realmente era yo. Le gustaba mi cabello y cómo se mecía con cada paso que daba al caminar decidida, aunque podría intuir que estaba nerviosa como él.

Pero, cuando me perdí de todo con aquella voz que escuché de la nada, supo que algo estaba mal conmigo porque fui la única que no se alejó de la serpiente cuando Redfield dio la orden esperando disparar y herirla, al menos. Solo hasta entonces, lamentó haberse distraído mirándome como un hombre enamorado, porque cuando mi cabello se meció con más brusquedad, la BOW ya me tenía aprisionada en su mandíbula y me llevó con ella.

—¡¡BROOKE!!

Gritó mi nombre, pero para entonces yo ya habría sido arrastrada y alejada de ellos. Nivans estaba consumido por la adrenalina del momento, pero no pudo moverse de su sitio. Sus pies se habían quedado clavados en el suelo, aun en el momento en que me miraba y sin poder asimilar que en cuestión de segundos había desaparecido de su vista, y de su vida.

Quizá, lo último que escuchó de mi fue un grito lastimero que tan solo duró unos segundos. Y, entonces, no sabría que aquello detonaría su desesperación con Chris y su intento de detener a Carla. No obstante, procuraba tomar su rol como soldado y aceptar mi partida de aquella manera, aunque me amara y no soportara la idea de regresar a casa sin mí. Tal vez, él podría experimentar lo mismo que yo en cada ocasión que recordaba su muerte a medida que me enamoraba más y más..., aunque la única diferencia sería que él si habría presenciado mi muerte.

Cegado por la desesperación, y queriendo mantenerse en su papel de Teniente, Piers intentó disparar, pero Redfield lo detuvo argumentando que podría herirme si es que aún era prisionera de aquella BOW. Y se detuvo. Tomó su arma con mucha fuerza, como si con ello pudiera drenar por completo toda su desesperación y tristeza que experimentaba.

Para cuando la sala quedó en completo silencio, solo su respiración agitada podía resonar, sin poder aceptar que yo me había marchado justo como los demás sin que él pudiera hacer algo al respecto. Y, una vez más, gritó mi nombre, pero quizá ya no esperando una repuesta de mi parte, sino como una forma de liberar la creciente emoción de pérdida que experimentaba.

Ya había muerto.

Era un hecho.

Se permitió descansar apoyando una rodilla sobre el suelo, recuperando el aliento mientras era visto por los otros dos que también trataban de asimilar que yo había sido la siguiente en la lista de aquella BOW. Y nadie podría decirme que el rostro de Chris de contrajo en un gesto de dolor y resignación que trataba de mantener en lo alto, como si se dijera a sí mismo que mi muerte y la de los demás no sería en vano.

Ambos se culpaban por no poder protegerme como lo habían hecho en el pasado. Y entre más tiempo permanecieran en silencio, sus mentes los llevarían al pasado, a donde yo todavía seguía con ellos. Redfield recordaría fugazmente la noche en que me entroncó en Central Park y Piers esa misma noche en el estacionamiento de la BSAA, cuando me vio por primera vez.

Mundos diferentes (RE 6) |Piers Nivans|Where stories live. Discover now