Prólogo

5.8K 469 84
                                    

____________________

El olor de la madera quemándose picaba en la punta de su nariz, y su crujir era lo único en el que podía concentrarse.

El humo no era como el de las caladas de cigarrillo que fumaba cada mañana al despertar, la filtración de este no era agradable, era una asfixia que irritaba la garganta como si fuego invadiera su interior con cada intento de respirar.

¿Qué estaba pasando? ¿Por qué sólo el crujir de la madera lo mantenía consciente? Podía escuchar voces lejanas a las cuales no se aferró, era más importante para él escuchar el llanto de su nación siendo consumida por las llamas... eso hasta que una voz estuvo lo suficientemente cerca para sacudirlo y obligarlo a oírle.

-¡Oye! ¡Oye! ¡Levántate! Hemos encontrado una salida ¡Tenemos que irnos!-

-¡No nos dará tiempo, tenemos que irnos! ¡Las llamas pronto consumirán el lugar!-

-¡NO! ¡Él aún está aquí!-

-¡Está muerto!-

-¡NO, ESTÁ RESPIRANDO!-

Todo daba vueltas en su cabeza, aunque tuviera los ojos cerrados, todo se sentía tan inestable. Aun así, se obligó a abrir su único ojo sano, pero todo era borroso, no podía procesar ninguna imagen, en su vista todo parpadeaba.

-¡Lo ves!-

-¡Demonios, Karl! No sentirá cuando se vaya de este mundo-

-¡Dejen de hablar y vámonos!-

El toque de una mano callosa, sucia y cálida se sintió en su mejilla, el responsable murmuraba con voz cortada repetidas veces "lo siento", "he vuelto", "perdón por olvidarte" y cosas relacionadas, pero eso no podía importarle menos, no causaba reacción en él, estaba demasiado ocupado sintiendo sus pulmones dejando de funcionar.

Sus oídos apenas podían escuchar la lejana discusión de muchas voces, pero sentía que su conciencia se alejaba más y más, hundiéndose en un mar de oscuridad.

A pesar de que probablemente eran sus últimos momentos, no podía evitar sentir rabia, ganas de gritar, maldecir y golpear a aquellos que perturbaron la tranquilidad de su hogar, no toleraba que su aire se contaminara con la presencia de esa gente en su zona ¡Quería gritarles que se fueran a la mierda!

Pero eso cambio cuando sintió que de verdad se estaban alejando, la presencia de toda esa gente iba desapareciendo entre más caluroso se ponía alrededor, incluso la mano que sostenía su mejilla fue retirada abruptamente y la persona que le sostenía era arrastrada entre forcejeos, hasta que finalmente sólo quedó él.

Tendido en el sucio suelo boca arriba, Quackity fue abandonado por el resto.

Este pensamiento hizo que volviera a tener consciencia por un poco más de tiempo, logrando enfocar la vista de su ojo medianamente abierto del que se derramaba un hilo de sangre.

Volvió a quedar sólo...

No era algo nuevo, ha sido así desde siempre, pero... eso no significaba que no doliera.

Su labio inferior temblaba ligeramente, quería retorcerse y gritar, pero sus extremidades fueron dañadas y no le permitían moverse. Su sangre fluía saliendo de su cuerpo, desangrándose poco a poco, formando un charco carmesí que empapaba sus ropas sucias y rasgadas.

El incendio era incontrolable, pedazos de techo y las paredes caían avivando más las llamas, pero sorprendentemente ninguna aplastaba a Quackity, es como si algo quisiese verle con una muerte lenta en su hogar, que ahora parecía más el infierno.

No sabía por qué, pero aún luchaba por seguir consciente, con la esperanza de que alguno de ellos se dignara a regresar y salvarlo.

La pérdida de sangre y respirar el humo le estaban comenzando a pasar factura, su garganta se comenzó a cerrar y por más que luchaba por aire, parecía que algo bloqueaba en su pecho y se lo impedía.

Su boca seca se abrió ligeramente y bajos sonidos lastimeros salieron en señal de auxilio, las puntas de los dedos temblaron al intentar aferrarse a cualquier cosa para seguir consciente, y por desgracia, de su mente surgían sus verdaderos pensamientos.

Ayuda, por favor...

Vuelvan, no me dejen solo...

No me abandonen...

Los necesito...

Los perdono, pero regresen...

La voz en su mente se apagaba junto con la luz a su alrededor y su capacidad por controlar su cuerpo.

En su último respiro, sintió una presencia que pasó a su costado, andando con lentitud como si el lugar no estuviera por derrumbarse, y las alarmas se dispararon en la mente de Quackity.

A pesar de ser la viva imagen de un cadáver totalmente inmóvil, su mano se movió de una forma sorprendentemente veloz y se aferró a la pierna del contrario, apretando con una fuerza brutal para evitar el escape del individuo que no pudo ver.

Repentinamente, la oscuridad en la que se había sumergido apareció un destello de luz e inundó su ser, siendo una caricia al alma. Una paz que nunca había sentido antes despejó su mente atormentada y, ante esta tranquilidad, se dejó llevar, acurrucándose en su calidez.

____________________

Imagen editada: Maxfernando7u7 (TW)

Dibujos: Erin_Autumn_ (TW)


Lagunas ; Quackity | Karmaland & DSMP |Where stories live. Discover now