Capítulo 12. Los pesares de otros

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El desagradable sabor metálico estaba en toda su boca pasando hasta su garganta, provocándole arqueadas por lo asquerosa que era la sensación, pero aun así siguió rasgando con sus dientes el órgano, estirándolo y esparciendo toda la sangre que contenía, que empapó desde sus ropas hasta su piel pálida. Una escena realmente aterradora.

Las gotas de sangre en sus mejillas se mezclaban con las lágrimas de furia, creando un desastre en su rostro. El corazón en las manos de Quackity ya era irreconocible, siendo una masa de tonos rojizos, con algunos trozos en el suelo y otros siendo tragados por el chico.

De fondo, los pocos presentes exclamaron con gritos de sorpresa y terror, cubriendo sus bocas y alejándose ante la grotesca escena, yéndose para no involucrarse en la situación y dejando que otros más auxiliaran a Quackity en el repentino ataque que había tenido. Las personas que se acercaron para ayudarlo intentaron quitarle el corazón de las manos y hacerle escupir los trozos en su boca, tratando que la cordura regresara a él.

—¡Quackity! ¡Reacciona!— una mano oscura se colocó sobre sus hombros, forzándolo a que se alejara del ataúd.

—¡Dame eso, Quackity! ¡Suéltalo!— Tommy intentó sacar los restos del corazón de sus manos, contribuyendo más a pulverizarlo al hacer fuerza entre los dos. —¡Mierda, Bad, esto es tu culpa!— reclamó, y en ese instante logró ganar la lucha que ambos tenían, provocando que Quackity cayera al suelo.

Quackity reaccionó ante un nombre familiar, sonaba a una persona muy cercana a él. Cuando giró hacia arriba, vio unos ojos brillantes mirándolo con preocupación, pertenecientes a un ser oscuro, sin poder ver su rostro al ser cubierto por una capucha. Era un demonio, los enormes cuernos que lograba apreciar y las afiladas garras se lo decían, un aspecto que no iba de la mano con su voz dulce y suave, llamándole repetidas veces para que saliera del trance.

—Oh, mierda— una voz femenina maldijo por lo bajo al asomarse dentro del ataúd. —Realmente le abrió el pecho a Schlatt con sus propias garras— una mujer con rasgos híbridos de oveja retiró su mano del cuerpo, observando sus dedos empapados con sangre. —Este chico si tenía demasiado rencor hacia él...—

—Puffy, no toques eso, es asqueroso— un hombre a la distancia regañó. —¿Cómo puedes tocar el cadáver de ese presidente y luego saludar al rey Eret con la misma mano?—

—Lo siento, HBomb— la híbrida uniformada limpió la sangre en sus prendas. —Sólo me pareció fascinante el nivel de rabia que puedes llegar a tener para abrir el cadáver de tu esposo y sacar su corazón, para después tragártelo en un ataque de ira—

—Ten más tacto, por favor— Tommy dijo, arrojando los restos del corazón lejos de Quackity. —No sabes todo lo que Quackity tuvo que pasar junto a un monstruo como Schlatt, hasta cierto punto puedo entender porque hizo esto... Y todo es culpa tuya, Bad ¡¿Por qué mierda haces que Quackity suba a decir unas palabras a esa cabra loca, sabiendo todos los traumas que le causó?!—

—Yo... Y-Yo pensé que, al ser su esposo, querría despedirse de él, e-este... ¿Eso no lo hacen los humanos? Despedirse en el funeral de la persona que más aman— el demonio estaba ansioso ante la mirada juzgadora de todos, sintiéndose desesperado ante la penetrante y vacía mirada de Quackity. —Schlatt se casó con Quackity porque se amaban ¿Verdad? Debía despedirse del a-amor de su vida—

—¿Ese no era Wilbur?— un chico rubio arqueó una ceja, jugando despreocupadamente con su tridente. —Aunque él también se murió el mismo día que Schlatt...—

Lagunas ; Quackity | Karmaland & DSMP |Where stories live. Discover now