𝑊𝑒𝑙𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑜 𝐻𝑎𝑤𝑘𝑖𝑛𝑠 - 𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐢𝐧𝐠𝐭𝐨𝐧 *EN PAUSA*

32

Capítulo 32: "Está cerca."

Después de la pequeña charla de Steve y Bella, en la que las cosas parecían haberse aclarado, y de que Dustin y Max les interrumpieran en el mejor momento, el grupo se dirigió rápidamente al instituto de Hawkins. La chica pelirroja había conseguido las llaves del despacho de la psicóloga del instituto e iban a entrar en busca de información. Mantenían la esperanza de encontrar algo que les llevara hasta Vecna.

Bella sentía que la ansiedad le iba a hacer que se cayera al suelo en cualquier momento. El ambiente era muy tenso, ya ello se le añadía la oscuridad. Habían decidido no encender ni una luz, para no levantar sospechas, y guiarse de unas linternas que nadie sabía de dónde habían salido.

—Joder —murmuró Max poco después de empezar a buscar en los archivos de la psicóloga.

—¿Lo has encontrado? —le preguntó Steve.

—Sí, y no solo el archivo de Chrissy. Fred también veía a la señorita Kelley.

Todos se miraron entre ellos, con cierta preocupación.

—Debemos leerlos, tiene que haber algo en común —sugirió Bella.

Juntos se dirigieron al escritorio de la psicóloga, allí abrieron las carpetas con los archivos y empezaron a leerlos, sin saber que algo muy gordo se les venía encima.

Los tres estaban tan concentrados buscando algo, que ninguno se dio cuenta de que Max parecía que se estaba yendo a otro mundo. Las palabras escritas por la psicóloga le estaban haciendo darse cuenta de que algo malo estaba a punto de ocurrirle.

—Max, ¿qué te pasa? —le preguntó Dustin preocupado.

—¿Max? —Bella le tocó el hombro con la esperanza de poder sacarle de su trance, pero la chica no contestaba.

—¿Es un ataque de pánico? —preguntó Steve confundido.

Ninguno sabía qué le pasaba a la chica ni como ayudarle, tan solo se dedicaron a hablarle e intentar hacer que reaccionara.

—¡Bella, haz algo! —pidió Dustin, a lo que la chica hizo caso omiso.

Se había quedado totalmente paralizada, sin saber qué hacer. Estaba nerviosa y no sabia como reaccionar, ni siquiera escuchaba lo que los chicos le estaban diciendo.

—Dustin, calla —mandó Steve.

De repente el sonido de un reloj inundó sus oídos. Quiso girarse y mirar el que había en el despacho, pero muy en el fondo de su mente sabía que no podía ser aquel reloj, tenía que ser uno mucho más grande.

Antes de poder ver algo, Bella salió de su trance como por arte de magia, justo al mismo tiempo que Max, quien agita, dirigió al grupo, esta vez acompañados por Robin y Nancy.

—Estaba aquí —explicó mientras todos apuntaban con sus linternas a una pared en el pasillo del instituto.

—¿Un reloj de péndulo? —preguntó Nancy, haciendo que Bella se diera cuenta de algo.

—Es eso justo lo que escuché.

—Al acercarme de repente, me desperté.

—Y Bella también —añadió Steve.

—Es lo que dice Eddie que le pasó a Chrissy —dijo Dustin.

El grupo volvió a dirigirse a la oficina de la psicóloga, ya que según Max aquello no era lo peor.

Todos se sentaron alrededor de la mesa, esperando a que la pelirroja les explicara lo que había descubierto.

Mientras todos parecían muy interesados en el tema, Bella estaba realmente nerviosa, y por eso, se había quedado algo más atrás, como si estuviera fuera del grupo.