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Capítulo 23: "Perdón." 

No entendía como Hopper, Joyce y aquel hombre habían llegado hasta el centro comercial, no encontraba cómo habían sabido que estábamos allí. 

Ellos estaban igual de perdidos que yo y que el resto del grupo, por lo que intentamos explicarles que había pasado, incluso los niños le describieron como era el Azotamentes. 

De alguna manera aquel nuevo monstruo estaba formado de personas, y aunque Ce le había dado una paliza seguía suelto por Hawkins, así que corríamos peligro, tanto nosotros como el resto de la población. 

El hombre, del que aún no sabía el nombre, llevaba desaparecido un rato, según él necesitaba buscar unas explicaciones que un ruso le había dado. A los pocos minutos volvió con las explicaciones escritas en unas hojas, aunque lo explicó todo, yo no entendí nada. El caso es que querían entrar donde estaban los rusos, aquel ascensor donde habíamos estado unas horas antes. 

Erika no dejaba de repetir que cualquiera que intentara entrar allí iba a morir, en parte tenía razón, pero teníamos que aprovechar que habíamos estado allí para evitar que eso ocurriera. 

Dustin cogió las hojas y procedió a explicar todas las partes del sótano donde los rusos escondían todos sus secretos. 

Mientras que el pequeño grupo de adultos se preparaba para ir al sótano y los niños discutían entre ellos, me senté encima del mostrador de una de las tiendas. 

Me puse a pensar en todo lo que había pasado hasta el momento. Billy era lo que más me preocupaba en aquel momento, pero de cierta manera estaba tranquila, ya que era como lo que le había pasado a Will el año anterior. Eso me hacía no perder la esperanza. 

Otra de mis preocupaciones era Steve. No sabía si seguía con él o nuestra relación se había roto después de la discusión. 

—Siento haberle dicho eso a Steve. Era algo que tú debías decirle —dijo Robin acercándose a mí. 

—Tranquila, soy demasiado cobarde, seguro que no se lo habría dicho nunca. —Le sonreí. 

—¿Lo habéis dejado? 

—La verdad... —pausé—. No lo sé. No hemos hablado. 

—Pues parece que lo vais a hacer. Me voy —Robin se fue sin decir nada más. 

Levanté la vista, y vi a lo que se refería la chica, ya que Steve se acercó hasta donde yo estaba y se sentó a mi lado. 

Durante unos minutos no dijimos nada, ni siquiera nos miramos. Yo solo jugaba con los dedos de mis manos y él miraba hacia delante. 

—¿Te gusta Robin? —me preguntó. 

—¿Qué? ¡No! Claro que no. —negué con la cabeza—. Steve tú eres mi novio, me gustas tú. 

—Siento haberme puesto así. —bajó la cabeza y miró al suelo. 

—No lo hagas, es comprensible. —Puse una mano en su hombro. 

Me miró y tras unos segundos aguantándole la mirada, dije:

—Lo he pensado, y... creo que podríamos irnos a California, quizás llevarnos a Billy. 

Sabía que a Steve no le iba a hacer mucha gracia lo de llevarnos a Billy, pero me sorprendió su respuesta. 

—Acepto, solo si conseguimos un apartamento que tenga habitaciones muy separadas. —exageró con las manos. 

Reí. Steve de alguna manera siempre conseguía sacarme una sonrisa, aunque fuera en los peores momentos. 

Me di cuenta de que Robin nos miraba desde lo lejos, sentía algo de pena por ella, así que le hice un gesto con la mano para que viniera. 

—Creo que deberías pedirle perdón a ella también —dije antes de que la chica se acercara. 

A Steve no se le hizo fácil explicar lo que sentía, aún así la chica le perdonó y se dieron un abrazo al que me uní unos segundos después. 

—Aunque te haya perdonado, te estaré vigilando. Ni mires a Bella —dijo Steve. 

—¡Steve! —le regañé. 

Me quedé tranquila  cuando Robin se rió y contesto:

—No haré nada, tranquilo. —Levantó las manos como si la policía le estuviera deteniendo. 

Dustin y Erika iban a ser los encargados de guiar a los mayores por el túnel de los rusos, pero para hacer aquello necesitaban ir a una colina muy alta desde la cual se podrían comunicar. Para eso necesitaban ir en coche y alguien que lo condujera, así que Hopper les dejo uno que había robado y Steve y Robin se fueron con los niños. Yo decidí quedarme. Por una parte necesitaba asegurarme de que Max estaba bien, y necesitaba ver a Billy. 

—¿Vas a estar bien? —me preguntó Steve jugando con las llaves en su mano. 

—Sí, tranquilo. Vosotros tened cuidado. 

—Lo haremos. —Asintió con la cabeza y se acercó para darme un beso. 

Cuando me separé de él, volví adentro, ya que como les había acompañado hasta fuera para que cogieran el coche. 

Volví dentro y me acerqué al grupo. 

—Bien. —Puse mis manos en mis caderas—. ¿Cuál es nuestro plan? 

—Vosotros os vais de aquí —me dijo Hopper. 

Unos segundos más tarde todos salimos afuera, dirigiéndonos a un coche que no sabía de quién era. Éramos muchos y nos costó entrar, pero al final lo conseguimos.

Nancy era la que iba a conducir, pero cuando metió las llaves en el contacto, el coche no arrancaba. Levantó el capó y Jonathan y ella fueron a mirarlo. 

Pronto se escuchó el motor de un coche a lo lejos, miré hacia allí. Era el coche de Billy, y él estaba dentro, con cara de pocos amigos. 

Todos estábamos asustados, ya que ahora que él estaba fuera de control, no sabíamos qué era capaz de hacer. 

Nancy nos gritó que volviéramos adentro, y fue lo que hicimos. 

Quería parar a Billy, pero no sabía cómo o qué hacer. Así que corrí hacia dentro con el resto del grupo. 

𝑊𝑒𝑙𝑐𝑜𝑚𝑒 𝑡𝑜 𝐻𝑎𝑤𝑘𝑖𝑛𝑠 -  𝐒𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐇𝐚𝐫𝐫𝐢𝐧𝐠𝐭𝐨𝐧 *EN PAUSA*Where stories live. Discover now