*Esta fue mi primera historia, así que cuidado con el cringe :) *
Bella Hargrove, la chica nueva en el instituto de Hawkins.
Al contrario que su hermano, Billy Hargrove, siempre pasaba desapercibida, igual que su hermanastra Max Mayfield. Pero cier...
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Aquella sala no me daba mucha confianza. Es verdad que las cajas que tenían dentro eran del centro comercial y que no podían contener cosas más allá que ropa u objetos, pero el hecho de que unos guardias rusos la custodiaran no me daba buena espina.
Por alguna razón todos querían ver el contenido de las cajas, aunque yo no le veía mucho sentido ¿Qué buscaban? ¿Helados para la heladería?
Vi un cuter encima de una mesita, así que lo cogí y se lo entregué a Steve. Él abrió una de las cajas, pero pronto tuvimos que parar y agarrarnos a algo, ya que el lugar en el que estábamos era un ascensor y estaba bajando, pero no de manera lenta, bajaba muy rápido. Enseguida todos empezamos a gritar y a decirle a Dustin, que era el que más cerca estaba, que apretara un botón para hacerlo parar, aunque no consiguió nada.
- ¡No hace nada! - exclamó él.
En tan solo unos segundos paró, dejándonos respirar.
- ¿Estáis todos bien? - preguntó Robin sujetando su cabeza.
- Sí, creo que sí. - suspiré. - ¿Tú?
Le ayudé a levantarse, mientras que los demás se ayudaban entre ellos.
- Se necesita una tarjeta electromagnética para abrir las puertas. - explicó Robin al ver a Steve nervioso.
- Vamos, que estamos atrapados. - dijo Dustin.
- ¿Ah, sí? - giré los ojos. - No me había dado cuenta.
Erika empezó a explicar con su voz chillona que su amiga Tina le podía cubrir, pero tenía que salir para ir a una fiesta y se darían cuenta que ella no estaba, también añadió que nos iban a matar. Suspiré. A veces no la aguantaba. Creo que pensar en salir para ir a una fiesta era el último de nuestros problemas.
- ¡Me dan igual tu amiga Tina y la fiesta del tío Jack! - empezó a gritar Steve. - Tu madre no podrá encontrarnos porque estaremos muertos en un ascensor ruso.
Me acerqué a él e intenté calmarlo, pero se apartó de mí pasando sus manos por su pelo. Cuando quería se ponía muy nervioso y prefería respirar y estar solo, cosa que me fastidiaba mucho, porque yo solo quería ayudarle. Dustin nos llamó la atención.
- ¿Y si salimos trepando? - preguntó señalando una rejilla que había en el techo del ascensor.
- Pues también es una idea. - dije levantando las cejas.
Steve y Dustin empezaron a subir al techo por unas escaleras, pero no tardaron mucho en bajar.
- No se puede, es demasiado alto. - avisó Steve.
Suspiré y me senté junto a Robin, que estaba muy pensativa. Ya era de noche y se notaba que estábamos cansados. De hecho todos menos nosotras se habían acomodado sobre el suelo para dormir.
- ¿Crees que saldremos de aquí? - le pregunté mirando mis manos.
- Espero. No me gustaría morir junto a estos zoquetes. - soltó una leve risa.
- Espero que eso no me incluya.
- No, tú no entras en su grupo.
- Menos mal... - rei.
- Oye... me gustaría hablarte de algo. - me miró. - Me gusta una persona y no sé cómo decírselo. Tiene pareja.
- Pues no le sé... Suena un poco complicado. - le miré. - ¿Le conozco?
- Sí, demasiado bien además.
Pensé que Robin me diría quien era, pero como se quedó callada no quise preguntar más, igual le incomodaba decirme de quién se trataba. Seguía mirándole a los ojos, y ella a mí, le estaba notando muy tímida, así que le sonreí.
Cuando quise darme cuenta nuestras caras estaban muy juntas, prácticamente sentía su respiración sobre mis labios. Nos fuimos acercando más, lentamente, hasta que nuestros labios se juntaron en un beso.
Nunca había estado en contra de las relaciones homosexuales, tampoco me sorprendía ya que cada uno podía amar a quien quisiera, pero nunca imaginé que yo besaría a una chica.
Me separé de ella poco a poco, abriendo los ojos, porque los había cerrado con el beso. No sabía qué decirle, ni cómo actuar.
- Amm... Lo-Lo siento. - susurró entrecortada Robin negando con la cabeza y enterrandola entre sus manos. - No sé qué estaba pensando.
- Esta bien. No pasa nada. - puse una mano en su rodilla y me alejé un poco. Era tarde y yo también quería dormir.
***
A la mañana siguiente me desperté porque escuché unos ruidos encima del ascensor. Al principio me asusté, pero cuando me asomé un poco y vi a Dustin me quedé tranquila.
- ¿Qué haces aquí? - le pregunté.
- Intento contactar con mis amigos. - levantó su walkie-talkie.
- Intenta no usarlo mucho, se te va a acabar la batería.
- Sabes... Os vi anoche. A Robin y a ti. - finalizó al ver que no sabía de lo que hablaba.
- Ya. Como le digas algo a Steve te mato. - le amenacé.
- ¿Te gusta Robin?
- Sí. No ¡No, claro que no! - cambié de opinión.
Siendo sincera no sabía muy bien que sentía, estaba confusa. Sí, estaba enamorada de Steve y era mi novio, en eso no había ninguna duda, pero el beso con Robin me había hecho pensar en otras cosas ¿Te podrían gustar dos personas a la vez? Quizás Robin ni me gustaba, y solo había sido el momento.
- Está bien... - dijo Dustin con una sonrisa pícara. - Haríais una pareja bonita.
- ¡Dustin, calla!
De repente Steve subió con nosotros, pero me mandó bajar, ya que quería mear. Bajé sin rechistar, no quería ver eso.
- ¿Podrías desviar el chorro, por favor? - pidió Robin al ver lo que el chico hacía.
La situación que vivíamos era muy rara, pero cada vez aumentaba más.
No os voy a mentir, me ha costado bastante escribirlo, ya que no sé si este giro os va a gustar. Decirme que pensáis, y si no os gusta puedo repetir el capítulo y quitar esa parte.
Por cierto. Muchas gracias por el apoyo que dais a la historia, nunca me he sentido tan agusto con algo escrito por mí :)
